Guantánamo: corramos un tupido velo

28/10/2012 | Miguel Máiquez
El centro de detención de EE UU en Guantánamo, Cuba, en una imagen tomada el 9 de junio de 2010. Foto: Michael R. Holzworth / US Air Force

Entre los 60 millones de personas que siguieron en directo el pasado lunes el tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de EE UU se encontraban varias decenas de presos de Guantánamo. Algunos de los detenidos en la base, considerados menos peligrosos o menos problemáticos, tienen permitido vivir en celdas comunitarias con acceso a televisión vía satélite. En dos de estas celdas los presos vieron el debate en la pantalla; en otra, lo siguieron por la radio. Probablemente, acabaron decepcionados. A pesar de que el cara a cara electoral estaba dedicado a política internacional, ni el actual presidente, Barack Obama, ni su rival, el candidato republicano, Mitt Romney, hicieron mención alguna a su situación o al destino de la prisión ilegal donde están recluidos. Se habló de Al Qaeda, de terrorismo, de seguridad… Pero, al igual que en los dos debates anteriores, ni una palabra sobre Guantánamo.

Hace cuatro años, el centro de detención de Guantánamo, en Cuba, era uno de los temas estrella en la campaña electoral. En un intento por pasar página sobre uno de los asuntos más polémicos del mandato de George W. Bush, tanto Obama como el republicano John McCain se comprometieron a cerrar la prisión si ganaban, y a poner fin al escándalo de mantener una cárcel donde centenares de capturados en la llamada «guerra global contra el terror» permanecían retenidos y desprovistos de los derechos constitucionales más básicos. Una cárcel que, además, cuesta una fortuna a los contribuyentes estadounidenses (es la más cara del mundo), en plena época de austeridad económica. Cuatro años después el centro sigue funcionando, 166 presos continúan encerrados entre sus alambradas y el debate sobre su futuro brilla por su ausencia.

Para Obama Guantánamo es un tema incómodo. Su deseo de cerrarla chocó de frente con el problema de trasladar a los detenidos a suelo estadounidense y con el veto republicano en el Congreso, pero no por ello deja de ser una promesa inclumplida. Y Romney, por su parte, no tiene mucho que decir: Guantánamo le parece bien como está.

No obstante, el relativo velo de silencio que parece cubrir a la que un día fuera la prisión ilegal más famosa del mundo se rasga de vez en cuando. Aunque con cuentagotas, noticias puntuales han vuelto a situar recientemente a Guantánamo en los titulares (la muerte de un preso, la salida de otro, una declaración en un juicio). Y un toque de atención importante podría venir ahora de la mano de Wikileaks.

La organización que lidera Julian Assange comenzó a a difundir esta semana un centenar de documentos del Departamento de Defensa de EE UU que recogen instrucciones para tratar a los sospechosos bajo custodia de las autoridades militares estadounidenses. Entre ellos hay manuales para las cárceles en Irak (incluida la tristemente famosa prisión de Abu Grhaib), y también para Guantánamo. Los detalles se irán conociendo en los próximos días, pero, de momento, Assange ya ha adelantado que los documentos tienen «una importancia histórica», porque «Guantánamo se ha convertido en el símbolo del abuso sistemático de los derechos humanos».

Estas son, cerca ya de once años después de su puesta en funcionamiento, las claves de la situación actual del centro de detención, en 10 preguntas y respuestas.

1. ¿Qué es el centro de detención de Guantánamo?

Una prisión de alta seguridad situada en una base naval que EE UU tiene en la bahía de Guantánamo, en Cuba. Desde 2002, las autoridades estadounidenses la han usado como centro de detención para acusados de terrorismo, muchos de ellos capturados en Afganistán durante la invasión de este país que siguió a los atentados del 11-S en EE UU.

Guantánamo es una parte del sistema de centros de detención que mantiene EE UU en el exterior, y que incluye cárceles en Irak y Afganistán. Decenas de detenidos han sido llevados hasta esta prisión desde otros centros de detención secretos de la CIA.

2. ¿Cuántos detenidos siguen allí y en qué condición legal?

El pasado 11 de enero se cumplieron 10 años del traslado de los primeros detenidos a Guantánamo. A finales de octubre de 2012 quedan en la base 166. Proceden de más de una veintena de países, aunque actualmente la mayor parte son yemeníes. Según las autoridades estadounidenses, en Guantánamo han llegado a estar recluidas hasta 779 personas. Casi todos, sin cargos ni juicio. Técnicamente, EE UU los considera «combatientes enemigos ilegales» (la mayoría están acusados de pertenecer a los talibanes o a Al Qaeda), y no prisioneros de guerra, por lo que entiende que no tiene por qué aplicarles la Convención de Ginebra y, por tanto, que puede retenerlos indefinidamente sin juicio y sin derecho a la representación de un abogado. No obstante, Washington ha admitido que, salvo los miembros de Al Qaeda, el resto de los prisioneros sí estarían amparados por las convenciones internacionales. Expertos y juristas hablan de «vacío legal».

Todos los detenidos (de más de 40 nacionalidades) que han pasado por Guantánamo o siguen allí son hombres y de religión musulmana. Una docena eran menores de edad cuando ingresaron. Al menos nueve han muerto en la cárcel, seis de ellos, suicidándose. Actualmente los prisioneros están encerrados en una prisión que es una réplica de una cárcel de máxima seguridad de EE UU. Los responsables del centro aseguran que el trato es «humano y justo».

3. ¿Qué prometió Obama y por qué no lo ha cumplido?

Durante su campaña de 2008 para la presidencia, Barack Obama se comprometió a cerrar la prisión de Guantánamo y a derogar los tribunales militares para juzgar a presuntos terroristas. El día después de tomar posesión de su cargo, ya en 2009, el nuevo presidente ilegalizó las técnicas de tortura en los interrogatorios y firmó un decreto por el que ordenaba el cierre del centro de detención en el plazo de un año.

Un problema fundamental, sin embargo, ha hecho que esta orden haya caído en saco roto: El traslado de los detenidos a suelo estadounidense para ser juzgados o para ingresar en otra prisión. Los republicanos, con mayoría hasta ahora en el Congreso, se oponen frontalmente aduciendo que sería una amenaza para la seguridad nacional, y en dos ocasiones, en 2009 y 2010, el Congreso vetó el uso de fondos públicos (80 millones de dólares) para el traslado de los presos de Guantánamo a cualquier otro territorio del país.

El argumento republicano es que, en el supuesto de que algun juicio se declare nulo por, por ejemplo, el uso de torturas durante los interrogatorios, sospechosos de terrorismo podrían quedar en libertad dentro de las fronteras del país. El caso clave es el de Ahmed Ghailiani, el único detenido de Guantánamo que ha sido sometido a un juicio civil, y que fue absuelto en Nueva York de 284 de los 285 cargos presentados contra él, incluendo el delito de terrorismo (posteriormente fue condenado por los atentados contra las embajadas en Kenia y Tanzania). Su juicio paralizó cualquier otro intento de procesar a detenidos de Guantánamo en territorio de EE UU.

4. ¿Qué pasa con el traslado de los presos a otros países?

Sería una forma de acabar con la prisión, ya que todos los detenidos son extranjeros. Más de medio millar han sido transferidos de Guantánamo a otros países desde 2002. En concreto, a Afganistán, Albania, Alemania, Arabia Saudí, Argelia, Australia, Bahréin, Bangladesh, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Irán, Irak, Jordania, Kazajistán, Kuwait, Libia, Maldivas, Marruecos, Mauritania, Pakistán, Catar, Reino Unido, Rusia, Somalia, Sudán, Suecia, Tayikistán, Túnez, Turquía, Uganda y Yemen. No obstante, otros países se niegan acoger a sus propios nacionales detenidos, y algunos ponen condiciones que Washington considera inviables. El pasado mes de septiembre, el Departamento de Justicia anunció que otros 55 presos del centro podían ser transferidos a terceros países.

5. ¿Ha descartado Obama el cierre?

No. A lo largo de la legislatura, la Casa Blanca ha insistido en que permanece comprometida con «el difícil desafío de cerrar Guantánamo». Preguntado al respecto en un programa de televisión, hace un par de semanas, Obama declaró que «todavía quiero cerrar Guantánamo». El presidente reconoció que «no hemos sido capaces de sacar ese tema adelante en el Congreso» y agregó que «necesitamos poner en pie toda una nueva arquitectura legal y para ello hace falta la ayuda del Capitolio».

6. ¿Cuál es la postura de Mitt Romney?

El candidato republicano aboga por mantener operativo el centro de detención. En 2007 dijo: «Me alegro de que [los detenidos] estén en Guantánamo. No los quiero en nuestro suelo. Los quiero en Guantánamo, donde no tienen acceso a los abogados a los que sí tendrían acceso en nuestro suelo. No los quiero en nuestras cárceles, los quiero allí. Algunos dicen que debríamos cerrar Guantánamo. Mi opinión es que deberíamos multiplicar Guantánamo por dos».

7. ¿Qué ocurre con los juicios?

En enero de 2010 el Departamento de Justicia decidió que 50 de los entonces 196 detenidos en Guantánamo debían permanecer en la prisión indefinidamente, sin un juicio. En marzo de 2011, Obama dio marcha atrás y  ordenó la reanudación de las comisiones militares en Guantánamo para los detenidos relacionados con los atentados del 11-S:uno de los cerebros del ataque (Jalid Shaij Mohamed), y cuatro de sus presuntos cómplices.

Hasta ahora, seis detenidos han sido condenados por una comisión militar, cuatro de ellos tras declararse culpables en virtud de un acuerdo de admisión de culpabilidad. Cuatro cumplen pena de Guantánamo y dos han sido repatriados. El Gobierno estadounidense tiene intención de pedir la pena de muerte para seis detenidos que han sido acusados para ser juzgados por una comisión militar. Según denuncia Amnistía Internacional, los seis fueron objeto de desaparición forzada bajo custodia secreta de la CIA con anterioridad a su traslado a Guantánamo, y todos ellos sufrieron tortura u otros tratos crueles, inhumanos y degradantes así como reclusión en régimen de incomunicación durante periodos de hasta cuatro años.

Entre junio de 2008 y finales de noviembre de 2011, la corte federal de primera instancia dictó 47 resoluciones sobre el fondo de peticiones de habeas corpus (obligación de presentar a todo detenido en un plazo concreto ante el juez, que puede ordenar su libertad inmediata si no encontrara motivo suficiente de arresto). En 22 casos, relacionados con 38 individuos, el juez resolvió que la detención era ilegítima. En 25 casos, el tribunal decidió que la detención era legítima en el marco de la «guerra contra el terror» de Estados Unidos. La Corte de Apelaciónde Washington DC ha emitido 16 resoluciones en apelación: en 12 de ellas falló en contra del detenido, y en las otras vcuatro devolvió el caso a la corte federal de primera instancia para que emprendiera nuevas actuaciones.

8. ¿Qué ha revelado ya Wikileaks y qué está revelando ahora?

En abril de 2011, WikiLeaks difundió  759 documentos secretos del Pentágono que revelaban que el Gobierno de EE UU utilizó la prisión de Guantánamo de forma ilegal para obtener información de sus reclusos, muchos de ellos claramente inocentes. De acuerdo a los documentos oficiales filtrados, en la prisión de Guatánamo, Estados Unidos «creó un sistema policial y penal sin garantías en el que solo importaban dos cuestiones: cuánta información se obtendría de los presos, aunque fueran inocentes, y si podían ser peligrosos en el futuro».

A lo largo de 4.759 folios, firmados por los mandos de la base y enviados al Comando Sur del Departamento de Defensa de Miami, se daba cuenta de que sólo el 22% de los detenidos eran de alto interés para los servicios de inteligencia estadounidenses por la información que desvelaban en los interrogatorios, en muchos de los casos por delación, por lo que la mayoría fueron devueltos a sus países de origen o llevados a terceros países. Un total de 485 de ellos estuvieron recluidos al menos cuatro años.

El pasado jueves, Wikileaks comenzó a publicar un centenar de documentos del Departamento de Defensa de EE UU que recogen directrices y procedimientos para tratar los sospechosos bajo custodia de las autoridades militares estadounidenses en las cárceles en Irak y en Guantánamo. Entre los primeros publicados se encuentra un manual de procedimiento militar para el Campamento Delta de la base situada en Cuba, difundido entre el personal civil y militar en noviembre de 2002. En él se establecen las normas administrativas, el reglamento de confinamiento y el código de conducta de los funcionarios.

Varios de estos nuevos documentos están relacionados con interrogatorios a detenidos realizados en el pasado. Wikileaks asegura que, pese a que en ellos se especifica que la violencia física directa estaba prohibida, los documentos también revelan que «una política sistemática de aterrorizar a los detenidos durante los interrogatorios, combinada con una política de destruir las grabaciones de los mismos, dio como resultado abusos e impunidad».

9. ¿Qué pasó con el español detenido?

Hamed Abderraman Ahmed, el único ciudadano español que estuvo retenido en Guantánamo (permaneció en la base desde febrero de 2002 hasta febrero de 2004, cuando fue extraditado a España), fue condenado en 2005 a seis años de prisión en España por integración en organización terrorista. En julio de 2006 fue puesto en libertad tras ser absuelto por el Tribunal Supremo. Vive en Ceuta.

10. Diez datos sobre Guantánamo

  1. La base fue instalada en Cuba por EE UU a principios del siglo XX gracias a un acuerdo entre los dos países, acuerdo que Cuba rechaza alegando que fue firmado bajo presión.Los estadounidenses tomaron posesión del enclave el 10 de junio de 1898, durante la guerra de la independencia de Cuba contra España. Washington envía cada año un cheque a La Habana (que el Gobierno cubano rechaza) por valor de 4.085 dólares, en concepto de «alquiler».
  2. En la década de los sesenta la base de Guantánamo se convirtió en una de las zonas con mayor cantidad de explosivos del mundo. Se calcula que los militares estadounidenses y cubanos instalaron cerca de 70.000 minas antipersona y antitanques en las cerca de 24 millas que la rodean. EE UU eliminó los campos minados a mediados de 1999, con la desactivación de unas 55.000 minas. Cuba mantiene que no las retirará hasta que los estadounidenses abandonen la base.
  3. Situada junto a la bahía de Guantánamo, a 920 kilómetros al sureste de La Habana, la base tiene 117,6 kilómetros cuadrados, de los que sólo 49,4 son de tierra firme, y una línea costera de 17,5 kilómetros. Está cercada por una alambrada electrificada de tres metros de altura. Fue acondicionada como centro de detención tras la invasión de Afganistán, a finales de 2001.
  4. El 17 de septiembre de 2001, tras los atentados del 11-S, George W. Bush firmó un memorando en el que autorizaba a la CIA a instalar centros de detención fuera del territorio de EE UU. En noviembre de ese mismo año, Bush firmó una orden ejecutiva en materia militar sobre «Detención, tratamiento y enjuiciamiento de ciertos extranjeros en la guerra contra el terrorismo», por la que autorizaba al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos. Los 20 primeros prisioneros llegaron a Guantánamo el 11 de enero de 2002.
  5. Durante los primeros años de funcionamiento de la prisión, informes de Naciones Unidas señalaron que existían evidencias de que algunos detenidos habían sido torturados, y denunciaron alimentaciones forzosas a prisioneros en huelga de hambre e interrogatorios llevados a cabo tras confinamientos solitarios prolongados o en condiciones extremas de temperatura, luz y ruido. Otros tratos vejatorios han sido denunciados por organizaciones como Amnistía Internacional.
  6. La primera decisión judicial sobre la situación legal de Guantánamo la tomó el 31 de julio de 2002 la juez federal de Columbia Colleen Kollar-Kotelly, quien determinó que el sistema legal estadounidense carecía de jurisdicción sobre personas retenidas en Guantánamo. Este fallo fue ratificado en marzo de 2003 por el juez federal Raymond Randolph.
  7. En junio de 2009, la Unión Europea acordó con EE UU un mecanismo para permitir a los estados miembros acoger a algunos de los detenidos. Washington pidió inicialmente a España que acogiera a cuatro presos, cifra que llegó a elevarse a cinco, pero de éstos sólo tres llegaron Madrid, en el año 2010: un palestino un yemení y un afgano.
  8. La base naval alberga a un total de 2.100 soldados. De ellos, alrededor de 1.500 trabajan en la prisión.
  9. El complejo es autosuficiente. Cuenta con un centro comercial, bares, restaurantes, estación de bomberos, salas de cine, hospitales y colegios entre otros servicios.
  10. El presupuesto anual aprobado por Washington para el centro de detención es de 137 millones de dólares (unos 100 millones de euros). La manutención anual de cada preso le cuesta a los contribuyentes estadounidenses 800.000 dólares (más de 610.000 euros) al año.

Publicado originalmente en 20minutos