La dura lucha por los derechos humanos en Bahréin

12/4/2011 | Miguel Máiquez
Nabil Rajab. Foto: BCHR

Este es el precio por el trabajo que estamos haciendo, y no voy a callarme mientras siga respirando, mientras esté vivo. Voy a continuar haciendo lo que hago. Creo en el cambio. Creo en la democracia. Creo en los derechos humanos. Y estoy dispuesto a dar mi vida por ello. Estoy dispuesto a dar lo que haga falta para conseguir este objetivo.

Es el testimonio de Nabil Rajab, presidente del Centro por los Derechos Humanos de Bahréin, en una entrevista realizada por la cadena estadounidense de radiotelevisión Democracy Now! Rajab se enfrenta a un posible juicio militar por haber publicado la fotografía de un manifestante que murió, presuntamente, estando bajo custodia policial.

El régimen de Bahréin ha intensificado en las últimas semanas la dura represión a la que está sometiendo a los manifestantes que se han alzado contra el gobierno de este país del Golfo, en el marco de las revueltas populares que están sacudiendo toda la región.

El pasado sábado, según testigos presenciales e informaciones de diversos medios de comunicación, policías enmascarados irrumpieron poco antes del amanecer en la casa de Abdulhadi Alkhawaja, otro prominente activista pro derechos humanos, y le detuvieron después de golpearle. Testigo de este ataque fue su hija, Zainab Alkhawaja, quien aparece también en el reportaje de Democracy Now!, y que se encuentra ahora en huelga de hambre para protestar por la detención de su padre. Su marido y su cuñado también fueron golpeados y arrestados.

Éste es un extracto del reportaje, que puede verse completo (dura unos 40 minutos) en la página web de Democracy Now!

Este mismo miércoles Human Rights Watch ha denunciado que el cuerpo de Ali Isa Ibrahim Saqer, el manifestante de 31 años cuya foto publicó Nabil Rajab, mostraba signos de «horribles abusos» y torturas cuando puso ser inspeccionado por miembros de esta ONG.

Según la organización pro derechos humanos, al menos 430 personas han sido arrestadas en Bahréin desde que comenzaron las protestas.

La mayoría de los manifestantes en Bahréin son musulmanes chiíes, rama del islam a la que pertenece asimismo la mayoría de la población del país. El gobierno, sin embargo, está en manos de la minoría suní, como suníes son también las élites dirigentes de los demás estados del Golfo, y los miles de soldados saudíes y de los Emiratos que entraron en Bahréin a mediados del mes pasado para «ayudar a mantener el orden».

Hasta ahora, Estados Unidos ha mostrado una actitud tibia con respecto al régimen bahreiní del rey Hamad bin Isa Al Jalifah. La Quinta Flota estadounidense tiene sus bases en este país y Washington está especialmente preocupado por una posible ingerencia de Irán (la gran potencia chií) en la crisis.

La familia Jalifah gobierna el paí­s desde 1783.