Lectura para el domingo

11/3/2012 | Miguel Máiquez
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de EE UU, Barack Obama, en la Casa Blanca. Foto: White House

EE UU acabará cansándose de Israel. El columnista israelí Gideon Levy critica duramente la sumisión de la política exterior estadounidense a los intereses de Israel, a propósito de la reunión entre Obama y Netanyahu y de la presión israelí contra Irán: «Se está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de las naciones. Nunca antes un país pequeño ha dado órdenes a una superpotencia, nunca antes ha sonado el cri cri de un grillo como si fuera un rugido, nunca antes el elefante ha parecido ser la hormiga, y viceversa. Ninguna provincia romana se atrevió a decirle a Julio César lo que tenía que hacer, como ninguna tribu osó intentar obligar a Gengis Kan a que obrase de acuerdo con sus intetereses tribales. En la reunión entre Barack Obama y Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca resulta difícil discernir cuál de los dos es el líder real del mundo».

Por favor, que esto no sea un presagio. En otro (breve) comentario sobre la cumbre entre Obama y Netanyahu, Michael Collins, editor del Middle East Institute, deja claro, con ironía, que el diablo está en los detalles: «Al término de la reunión, el primer ministro Netanyahu regaló al presidente Obama una copia del Libro de Ester. Esperemos que solo sea por la proximidad de la fiesta de Purim, y no porque a lo largo de este libro son asesinados unos 75.000 persas…».

Un pequeño cambio en la forma de mirar. El fotógrafo kurdo iraquí Jamal Penjweny pidió a sus compatriotas que saltasen frente a la cámara para su serie Iraq is Flying (Irak está volando). El resultado es un poco surrealista, pero también muy hermoso, lleno de fuerza, de vitalidad e incluso de esperanza. «No se trata de mostrar una cara más amable de Irak, sino de ofrecer un mensaje: la esperanza y la dignidad pueden sobrevivir en cualquier persona con independencia de las circunstancias», explica el autor, que trabajó como reportero gráfico en Bagdad para medios como National Geographic o The New York Times, entre 2005 y 2008. El reportaje, ilustrado con varias de las fotos de Penjweny, está escrito por Héctor Llanos Martínez.

Israelíes: retrato de un pueblo en tensión. Harriet Sherwood, corresponsal de The Guardian en Jerusalén, publica en el dominical del diario un interesante reportaje con los perfiles de seis ciudadanos de Israel, representantes de otras tantas realidades de este país de 7,8 millones de habitantes: Una kibbutznik (habitante de un kibutz), un rabino ultraortodoxo, un inmigrante ucraniano, una colona, un palestino y un «hedonista» de Tel Aviv. Los seis cuentan su experiencia y opinan sobre los principales problemas a los que, en su opinión, se enfrenta la sociedad israelí, desde los palestinos hasta Irán, pasando por los indignados. No están todos los que son (se echa en falta, por ejemplo, a algún activista propalestino no árabe), pero son todos los que están.

Siria se ha convertido en una cárcel. Al tiempo que el número de muertos por la represión en Siria sigue aumentando por decenas cada día, en una situación de práctica guerra civil, cada vez son más los que intentan buscar refugio en los países vecinos. Sin embargo, el número de civiles que han conseguido escapar no llega a los 30.000, una cifra relativamente pequeña, y la vigilancia a las familias de los oficiales impide que las deserciones desintegren el Ejército. Lo cuenta Enric González en un interesante reportaje sobre el terreno, con análisis y testimonios.

El presunto dictador pierde las elecciones. Íñigo Sáenz de Ugarte, que acaba de publicar en formato electrónico el libro La estrategia del perro loco. Irán, Israel y la bomba nuclear, hace un interesante análisis sobre el resultado de las elecciones legislativas iraníes y el avance de los candidatos más conservadores, cercanos al líder espiritual del país, Alí Jamenei: «La derrota de Ahmadineyad, no muy sorprendente, deja claro lo que valen muchos de los análisis sobre Irán que aparecen en la prensa norteamericana que lo presentan como un dictador con capacidad para imponer decisiones sobre política exterior y defensa. La realidad es que Ahmadineyad es sólo un subalterno de Jamenei en estos asuntos, y eso incluye al programa nuclear».

Vivimos con el temor a una masacre. La última crónica enviada por la periodista Marie Colvin desde Homs, en Siria. Colvin, estadounidense de origen y leyenda del periodismo británico, murió el pasado 22 de febrero en esta ciudad durante un bombardeo del ejército sirio en el que perdió también la vida el fotógrafo francés Rémi Ochlik.

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