El descorazonador ‘análisis’ de Mitt Romney

18/9/2012 | Miguel Máiquez

En un acto privado de recaudación de fondos celebrado el 17 de mayo en Boca Raton, Florida, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, decidió hablar con «franqueza» sobre política exterior y expresar algunas opiniones que no suele compartir en público. Entre ellas, que la paz en Oriente Medio no es posible, y que un Estado palestino no es factible.

Las declaraciones fueron realizadas durante una cena (50.000 dólares por persona), y grabadas en un vídeo (el que encabeza esta entrada) cuya autenticidad ha confirmado la revista Mother Jones, que es la que ha publicado la historia.

Según puede verse en el vídeo, en el transcurso de una conversación informal, uno de los donantes pregunta a Romney cómo cree que podría resolverse el «problema palestino», a lo que el candidato responde, entre otras cosas, que los palestinos «no tienen ningún interés en alcanzar un acuerdo de paz». Esta es la transcripción completa, traducida:

Los palestinos no tienen ningún interés en alcanzar un acuerdo de paz, por lo que el camino hacia la paz es casi impensable que se complete. […] Algunos pueden decir, bueno, que los palestinos se queden con Cisjordania, que tengan su seguridad y una nación separada. Y entonces surgen un par de preguntas.

No tengo un mapa aquí para consultar la geografía, pero la frontera entre Israel y Cisjordania está, obviamente, ahí, justo al lado de Tel Aviv, que es la capital financiera, la capital industrial de Israel, el centro de Israel. ¿Dónde estaría la frontera? Tal vez siete millas entre Tel Aviv y lo que sería Cisjordania. Y al otro lado de Cisjordania, al otro lado de lo que sería este nuevo estado palestino, estaría, o bien Siria, o bien Jordania. Y, por supuesto, los iraníes querrían hacer en Cisjordania lo mismo que han hecho en Líbano y lo mismo que han hecho cerca de Gaza. Los iraníes querrían introducir misiles y armamento en Cisjordania y, potencialmente, amenazar a Israel. Así que Israel, por supuesto, tendría que decir: «Eso no puede ocurrir, tenemos que evitar que los iraníes introduzcan armas en Cisjordania». Y esto, ¿qué significa? ¿Van los israelíes a patrullar la frontera entre Jordania, Siria y esta nueva nación palestina? Bueno, los palestinos dirían: «Oh, ni pensarlo, somos un país independiente. No puedes vigilar nuestra frontera con otros países árabes». ¿Y qué pasa con el aeropuerto? ¿Qué pasaría a la hora de volar a esta nación palestina? ¿Vamos a permitir que entren aviones militares y armas? Y si no, ¿quién va a evitar que entren? Bien, los israelíes. Y los palestinos van a decir: «No somos una nación independiente si Israel va a venir a decirnos quién puede aterrizar en nuestro aeropuerto».

Son problemas muy difíciles de resolver, ¿no? Y, en cualquier caso, no veo a los palestinos queriendo la paz, por motivos políticos. Están comprometidos en la destrucción y eliminación de Israel. Y me digo: «No hay salida». De modo que lo que haces es decirte que hay que mover las cosas como mejor se pueda, y confiar en que exista un cierto grado de estabilidad, pero reconociendo que seguirá siendo un problema sin resolver. Vivimos con eso en el caso de China y Taiwan. De acuerdo, tenemos una situación potencialmente volátil, pero, de algún modo, vivimos con ello, y seguimos empujando la pelota hacia adelante con la esperanza de que, algún día, pase algo y se resuelva. No vamos a ir a la guerra para tratar de resolverlo inmediatamente». […] Presionar a los israelíes para darles algo a los palestinos es la peor idea del mundo.


Fuente: Mother Jones


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