Todo el poder para Mursi

23/11/2012 | Miguel Máiquez
Mohamed Mursi, tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales egipcias, el 18 de junio de 2012. Foto: Jonathan Rashad / Wikimedia Commons

Apenas 24 horas después de haber salido reforzado por su papel como mediador en el alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás, el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, ha vuelto a acaparar la atención informativa este jueves al ordenar que todas sus decisiones sean definitivas e inapelables ante la justicia hasta la entrada en vigor de la nueva Constitución.

La medida, adoptada tras los continuos enfrentamientos entre el presidente y el Poder Judicial, supone un golpe a la separación de poderes en Egipto y, en la práctica, sitúa a Mursi por encima de la ley. Ninguna institución del Estado podrá anular sus decretos. Además, Mursi ha destituido a uno de sus principales oponentes, el fiscal general del Estado, Abdel Maguid Mahmud, a quien el Gobierno, dominado por los Hermanos Musulmanes, responsabiliza de la absolución de importantes líderes del régimen de Mubarak. En su lugar ha nombrado a Talat Abdullá.

La vicepresidenta del Tribunal Constitucional Supremo egipcio, Tahani al Gebali, ya ha dicho que la decisión de Mursi de blindar sus plenos poderes ejecutivos y legislativos le convierte en un «presidente ilegítimo». La oposición, por su parte, ha exigido la retirada del decreto. «Hay una diferencia entre decisiones revolucionarias y decisiones dictatoriales», afirmó el activista Wael Ghonim, una de las figuras clave en la revolución que acabó con el régimen de Mubarak el año pasado.

Las nuevas medidas aprobadas por Mursi son las siguientes:

  • Todas las declaraciones constitucionales, leyes y decretos realizados desde que asumió el poder no podrán ser apelados o cancelados.
  • Las investigaciones sobre las muertes de manifestantes y sobre el uso de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad volverán a llevarse a cabo. También deberán repetirse los juicios a los acusados en estos casos.
  • El fiscal será nombrado por el presidente, por un periodo fijo de cuatro años.
  • El plazo para redactar la nueva Constitución se amplía en dos meses.
  • Ninguna autoridad judicial podrá disolver ni la Asamblea Constituyente ni la Cámara Alta del Parlamento (el llamado Consejo de la Shura).
  • El presidente podrá adoptar cualquier medida que considere oportuna para preservar la revolución, la unidad nacional y la seguridad nacional.

No es el primer golpe de mano del presidente egipcio, quien el pasado mes de agosto ya purgó la cúpula militar.

Desde El Cairo, Ricard González (El País) escribe:

[…] el principal blanco de la ofensiva de Mursi es un sector del estamento judicial, liderado por el Tribunal Constitucional. La disputa con las altas instancias de la judicatura arranca con la disolución de la primera Asamblea Constituyente, así como del Parlamento, ambos órganos dominados por los islamistas. Desde su inicio, la transición egipcia ha sido una lucha descarnada entre varios movimientos políticos y centros de poder. La ausencia de cualquier tipo de consenso, ni tan siquiera entre las fuerzas revolucionarias, provocó la politización de la judicatura. Y muy especialmente de sus altas jerarquías, plagada de magistrados fieles a Mubarak y hostiles a la ideología islamista.

Sin embargo, habrá que ver si Mursi consigue sus objetivos con este audaz movimiento, o más bien consigue galvanizar y unir a sus detractores. Desde su investidura el pasado mes de junio, las manifestaciones populares de rechazo hacia su Gobierno han sido de alcance más bien limitado. ¿Dominará entre revolucionarios y laicos la satisfacción por la reapertura de los juicios a los responsables policiales de la era Mubarak o el temor a una nueva Constitución de corte teocrático?

Para este viernes hay convocada una manifestación en la plaza Tahrir contra la actuación policial en las últimas protestas. La decisión de Mursi puede elevar aún más la tensión, ya que la oposición ha llamado a los ciudadanos a protestar de forma masiva contra un decreto que, sin embargo, también ha sido celebrado. Miles de personas se manifestaron el jueves frente a la Corte Suprema en apoyo de la iniciativa del presidente.


Más información y fuentes:
» El auto golpe de Mursi (Issandr El Amrani, en The Arabist)
» Poder absoluto: el decreto de Mursi aturde a los egipcios (Bassem Sabry, en Al Monitor)
» Mursi se sitúa por encima de la ley (El País)
» Rabia opositora en Egipto por el nuevo decreto del presidente (BBC)
» El nuevo faraón (Egyptian Chronicles)