Israel pasa a la acción en Siria

31/1/2013 | Miguel Máiquez

Ha sido una acción relativamente discreta, pero bastante significativa. Aviones de la fuerza aérea israelí entraron este miércoles en el espacio aéreo sirio y llevaron a cabo un ataque de los denominados «quirúrgicos». Según informaron varios medios, citando fuentes de la inteligencia estadounidense, el objetivo fue un convoy que, probablemente, transportaba armas desde Damasco hacia Líbano.

Israel teme que el caos reinante en Siria facilite la entrada de armamento en el país vecino, y que estas armas acaben en manos de los milicianos de Hizbulá. Hizbulá, organización chií que forma parte del Gobierno libanés, ha expresado públicamente su apoyo al presidente sirio, Bashar al Asad, quien cuenta también con el respaldo de Irán, la gran potencia chií de la región y el principal respaldo −material e ideológico− de la propia Hizbulá.

Durante horas, sin embargo, ni Israel ni Siria confirmaron el ataque, aunque alrededor del mediodía ya era evidente que se había producido («cuando Israel ni confirma ni desmiente, dalo por hecho», escribía en Twitter Miguel Molleda, corresponsal de RNE). Finalmente, Reuters informó de la incursión militar, citando «fuentes occidentales» de inteligencia (léase estadounidenses), y algo después AP ofreció más detalles: Según esta última agencia, los aviones israelíes cruzaron la frontera poco después de la medianoche y atacaron un convoy que transportaba misiles SA-17 (tierra-aire) de fabricación rusa con destino a Hizbulá.

La confirmación por parte de Siria llegó más tarde, y con una versión distinta de los hechos. Los medios oficiales del país denunciaron que los aviones israelíes habían bombardeado un centro de investigación en Jerama, en la provincia de Damasco, causando dos muertos y cinco heridos. El centro, que supuestamente sufrió «considerables» daños, «sirve para el desarrollo de equipos militares», en concreto para «incrementar los niveles de resistencia y autodefensa». El Mando General de las Fuerzas Armadas sirias explicó en un comunicado recogido por la agencia estatal Sana que las aeronaves procedían del monte Hermón, en la frontera entre Siria, Israel y Líbano, y que volaban a una altitud lo suficientemente baja como para ser invisibles a los radares.

Sea como fuere, la acción israelí es la consecuencia lógica de lo que el Gobierno de Netanyahu venía advirtiendo últimamente. A principios de enero, el primer ministro israelí se mostró partidario de construir un muro fronterizo (Netanyahu y los muros) entre Siria y el territorio ocupado de los Altos del Golán, con el fin de impedir la entrada en Israel de «terroristas» que podrían aprovechar la ausencia de las fuerzas sirias que protegían la zona hasta el inicio de la guerra civil. «Hoy sabemos que el Ejército sirio ha abandonado su lado de la frontera y en su lugar se encuentran elementos de la ‘Yihad Global’», dijo.

Este mismo lunes, Netanyahu insistió en el mismo argumento, afirmando ante una delegación de legisladores estadounidenses que sus opciones con Siria se sitúan «entre lo malo y lo peor». Y un día antes había indicado a su Consejo de Ministros que «es necesario estar pendientes de nuestro entorno, de lo que sucede con Irán y sus satélites, y de lo que sucede en otros campos, como el de las armas letales en Siria, un país que poco a poco se va desmoronando».

Aunque no está tan claro que, como titulaba el diario israelí Haaretz en su edición digital, el ataque de este miercoles haya supuesto la entrada de Israel en la guerra civil siria, lo que sí parece evidente es que Israel ha pasado a la acción. De momento se trata de una operación aislada, en la misma línea de otras llevadas a cabo por los israelíes anteriormente (en septiembre de 2007 y el verano de 2008, Israel bombardeó un reactor nuclear en Siria y presumiblemente asesinó a un general relacionado con el programa nuclear sirio y con Hizbulá, y también, en Damasco, a un líder de la organización chií), pero no es descartable que haya más.

Como ha ocurrido en esta ocasión, en ninguno de los casos anteriores admitió Israel responsabilidad alguna. Según Haaretz, de este modo el presidente sirio «no se vio obligado a responder». Pero ahora a Israel no puede preocuparle mucho una posible respuesta de Asad, cada vez más debilitado y enfrascado en su propia guerra. La preocupación israelí, como ha demostrado este miércoles, está más en Hizbulá. El temor es que cuanto más se debilite el régimen sirio, más se intensificarán los esfuerzos de Hizbulá por conseguir todas las armas que pueda.

«Curiosamente −añade el diario− ni los países occidentales ni los árabes han condenado el ataque. La mayoría están alentando la caída de Asad». Lo que está por ver es la reacción de Irán. El pasado 25 de enero, Ali Akbar Velayati, el principal consejero de política exterior del líder supremo iraní, dijo que «un ataque a Siria será considerado como un ataque a Irán y a los aliados de Irán». Bien, pues el ataque ya se ha producido.

Una cosa, al menos, es segura. Cuando se trata de defender lo que considera sus intereses, Israel sigue atacando donde, como y cuando le place, con o sin fronteras de por medio, y sin mayores consecuencias.


Actualización: 31/1/2012, 19.00 h

El Gobierno sirio ha presentado este jueves una queja oficial ante el Consejo de Seguridad de la ONU tras denunciar el ataque israelí del miércoles, según la agencia oficial de noticias, Sana. El embajador sirio en Líbano, Ali Abdul Karim Ali, ha ido más allá: «Damasco tiene la capacidad de emprender un ataque de represalia por sorpresa», indicó. Irán por su parte, también ha condenado el ataque aéreo israelí contra Siria, y afirma que la acción tendrá «graves consecuencias para Israel», informó la televisión oficial iraní en inglés, PressTV. El ataque ha sido condenado asimismo por Rusia y por la Liga Árabe. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, indicó que «de confirmarse el ataque, se trataría de una manifiesta violación de la legislación internacional». El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, definió la acción israelí como una «agresión flagrante contra la soberanía de un país árabe» y apeló a la intervención de la comunidad internacional. «El silencio mostrado después de otros bombardeos previos de Israel contra objetivos sirios en el pasado le ha animado a efectuar nuevos ataques», señaló.


Más información y fuentes:
» Israel enters the civil war in Syria (Haaretz)
» Israel Attacks Syria Arms Convoy (Richard Silverstein, en Tikun Olam)
» Israel ataca objetivos en territorio sirio junto a la frontera con Líbano (El País)
» Siria acusa a Israel de bombardear un centro de investigación en la provincia de Damasco (Europa Press)
» Israeli Airstrike in Syria Targets Arms Convoy, U.S. Says (The New York Times)