Este recomendable documental de la BBC, emitido originalmente en marzo de 2014 bajo el título de Freedom to Broadcast Hate (Libertad para retransmitir odio), y conducido por el periodista Nour-Eddine Zorgui, explora la relativamente reciente proliferación por todo Oriente Medio de canales de televisión desde los que telepredicadores radicales se dedican de forma incansable a propagar mensajes sectarios y de odio, sunníes contra chiíes, chiíes contra sunníes.
Muchos de estos canales, prohibidos hasta hace no mucho, han alcanzado una gran popularidad en los últimos años, especialmente en Egipto e Irak. La mayoría no hacen público el origen de sus fondos ni la localización de las sedes desde las que operan.
En la versión radiofónica del documental (BBC World Service), Madawi Al-Rasheed, profesora en el Middle East Centre de la London School of Economics, recuerda una clave importante para entender el conflicto actual entre las dos principales ramas del islam, más allá del enfrentamiento político y religioso que dio lugar al cisma, tras la muerte del profeta Mahoma en el año 632:
El conflicto actual obedece a factores modernos, marcados, principalmente, por la represión que, en general, ha sufrido Oriente Medio bajo los gobiernos autoritarios. El poder autoritario polariza a la población: prohíbe la existencia de actores civiles y agentes sociales, no permite los partidos políticos y, al final, se produce un repliegue hacia la comodidad del territorio sectario. Ante la eliminación del concepto de ciudadanía, la gente se refugia en el círculo más cercano, y más cerrado, de su secta, ya sean sunníes o chiíes.
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La directora y escritora coreano-canadiense Ann Shin narra en este cortometraje, anticipo de lo que será un largometraje documental, el increíble reencuentro de dos supervivientes de la guerra entre Irak e Irán. La historia puede seguirse asimismo, en forma de serie online, en la página web del proyecto: My Enemy, My Brother.
La directora y escritora coreano-canadiense Ann Shin narra en este cortometraje, anticipo de lo que será un largometraje documental, el increíble reencuentro de dos supervivientes de la guerra entre Irak e Irán. La historia puede seguirse asimismo, en forma de… Leer
El periodista y realizador de Vice News Medyan Dairieh pasó tres semanas grabando a los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad siria de Raqqa. Allí, y según explica Vice News, «pudo dar cuenta, en primera persona, de cómo los yihadistas europeos juraban lealtad, del adoctrinamiento al que someten a los niños, del surgimiento de la nueva policía de la sharia, y de la instauración de tribunales y prisiones». El resultado es este documental, publicado el pasado 13 de agosto (se pueden activar subtítulos en castellano).
El periodista y realizador de Vice News Medyan Dairieh pasó tres semanas grabando a los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad siria de Raqqa. Allí, y según explica Vice News, «pudo dar cuenta, en primera persona, de cómo… Leer
El 6 de agosto de 2003 se ahogó en el Mar Mediterráneo, cerca de Jaffa, el joven artista y poeta palestino Hasan Hurani. En el accidente murió también su sobrino, a quien Hurani trataba de rescatar. Ninguno de los dos sabía nadar. Hurani, que tenía tan solo 29 años y residía en Estados Unidos, había regresado a casa de visita. Como la mayoría de los palestinos de Cisjordania, tenía prohibido cruzar la Línea Verde que separa Israel del territorio palestino ocupado. Tenía prohibido viajar hasta el mar. Esta vez, sin embargo, había conseguido entrar y llegar hasta la costa.
Nacido en Hebrón en 1974, Hurani había estudiado en el Colegio de Bellas Artes de Bagdad entre 1993 y 1997, y en 2001 llegó a Nueva York, donde presentó su exposición One Day, One Night (Un día, una noche) en la sede de las Naciones Unidas. Tras fijar su residencia en esta ciudad, Hurani comenzó a exhibir su obra en varios países, incluyendo, además de EE UU, su Palestina natal, Irak, Egipto y Corea del Sur.
En el año de su muerte, Hurani estaba trabajando en un libro infantil de ilustraciones, Hassan Everywhere (Hassan en todas partes), cuyo protagonista, un niño que vaga por el mundo en busca de amor, hace amistad con peces, pájaros, insectos y monstruos, cabalga sobre las olas, vuela en una bicicleta mágica y se sienta a descansar en los tejados. Hassan viaja solo, pero tiene su casa en todas partes. Hurani había completado tan solo diez de los cuarenta dibujos que había planeado realizar.
Dos ilustraciones de Hasan Hourani
El libro fue publicado un año después por la A.M. Qattan Foundation, una ong británica dedicada a promover el arte y la cultura palestinos. Y es aquí donde coge el testigo en esta historia la cineasta jordano-palestina Mais Darwazah.
Lo cuenta la también cineasta y periodista Sabah Haider en una entrevista a Darwazah publicada por la revista digital Reorient:
Cuando Mais Darwazah […] descubrió el libro de Hasan se sintió profundamente conmovida por sus historias, al tiempo que reflexionaba sobre su propio destino, sobre su trabajo, sobre Palestina.. Todo ello acabó inspirándola para realizar una película. Siguiendo (literalmente) los pasos de Hasan, Darwazah viajó hasta Palestina para descubrir a un «amante» (así llama ella a Hurani) al que nunca había conocido.
El resultado fue My Love Awaits Me by the Sea (Mi amor me espera junto al mar, o, en árabe transcrito, Habibi bistanani aind al bahr), un íntimo documental entre la ficción y la realidad en el que Darwazah ‘decide’ enamorarse del artista fallecido y mostrar, a través de ese amor, su primera visita a la tierra, Palestina, de la que procede su familia. La película fue presentada hace unos días en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Toronto.
My Love Awaits Me by the Sea es una historia de amor, pero también una historia política. En la mencionada entrevista en Reorient, Mais Darwazah dice:
Cuando empecé a hacer esta película hubo una pregunta que surgió desde el principio: con todas las películas que se han hecho sobre el amor, ¿qué tiene de particular este amor en concreto? Y, al comenzar a escribir el guión, me di cuenta de que a una persona a la que no se le permite vivir en su casa, en su espacio (ya sea en la diáspora o en la propia Palestina), se le está prohibiendo también hacer muchas cosas. Moverse libremente, existir con normalidad… De modo que, para mí, este amor se fue convirtiendo en algo cada vez más entrelazado con el contexto político. […]
El hecho de que [Hurani] fuese palestino hizo que ese amor empezase a evocar muchas más metáforas en mi mente. No se trataba únicamente de una chica contando una historia de amor. Porque el amor, para mí, es todo lo que aprendemos y echamos de menos, todo lo que añoramos y no podemos tener.
El encuentro con la tierra de sus padres también supuso un reto personal, la necesidad de descubrir una Palestina más allá del ‘cliché’, más propia, donde pueden ser también protagonistas desde las naranjas de Jaffa a la belleza de Jerusalén. Darwazah, hija de palestinos, pero nacida y residente en Jordania, lo explica así:
Nos han educado con ciertos tópicos sobre Palestina, que no siempre son solo tópicos, pero que sí son las mismas cosas que todos escuchamos y sabemos ya. Tenía que encontrar nuevos temas… Quiero decir, ya basta. Mi mente estaba demasiado llena con las cosas conocidas. Tenía que encontrar mis propias preguntas.
Hay un lado positivo en el hecho de estar lejos del lugar del que procedes y al que no puedes ir. Yo soy de Nablus, pero mi padre nació en Jaffa… Cuando has sido desconectada de un espacio, tienes dos opciones. La primera es decir: «Soy de allí». Yo soy de Nablus, en términos de raíces tribales. Pero cuando fui a Nablus, ni siquiera tenía interés en ir a ver la casa de mis padres. ¿A quién le importa? Es solo una casa, piedras. Cuando fui [a Palestina] fue realmente hermoso, pero porque yo decidí elegir de dónde quiero ser en Palestina.
Es la otra opción: elegir de dónde eres. Yo tuve esa libertad, porque no tenía una conexión con la tierra. Tenía una conexión tribal que no comparto. No es que esté en contra de mi familia. Lo que no acepto es que esas relaciones estén predeterminadas por la genética. Tienes que descubrir por ti mismo quién eres y qué es lo que te gusta, así es como me han educado en casa. Cuando fui a Palestina tuve la libertad de decir que soy de este lugar o de este otro, y que estos lugares son mis lugares, porque me gustan. Fue muy liberador.
El 6 de agosto de 2003 se ahogó en el Mar Mediterráneo, cerca de Jaffa, el joven artista y poeta palestino Hasan Hurani. En el accidente murió también su sobrino, a quien Hurani trataba de rescatar. Ninguno de los dos… Leer
El entonces presidente de Siria, Hafez al Asad, y su ministro de Defensa, Mustafa Tlas, durante la guerra árabe-israelí de 1973, en el frente del Golan. Foto: Wikimedia Commons
El canal en inglés de Al Jazeera emitió el pasado mes de abril un documental en dos partes sobre la historia de Siria desde su independencia de Francia hasta nuestros días. Dirigido por Suhaib Abu Doulah, y con un título que deja bastante claro el enfoque, Syria: The Reckoning (Siria: el ajuste de cuentas) ayuda a entender un poco mejor el camino recorrido por el país hasta la guerra que lo está devastando desde hace ya más de dos años. Le falta algo de ritmo, el montaje es bastante básico, la parte dedicada a Bashar al Asad es demasiado breve y, como casi siempre en estos casos, las «reconstrucciones» con actores no son muy afortunadas, pero aún así, vale la pena.
Al margen del efecto provocado por la llamada primavera árabe en las primeras protestas contra el régimen, no es posible comprender del todo el conflicto actual en Siria sin recordar también la importancia que continúan teniendo en la memoria del país hechos fundamentales como las circunstancias que llevaron a Hafez al Asad al poder, o los enfrentamientos entre el régimen y los grupos islamistas suníes, que culminaron en la masacre de Hama de 1982.
El canal en inglés de Al Jazeera emitió el pasado mes de abril un documental en dos partes sobre la historia de Siria desde su independencia de Francia hasta nuestros días. Dirigido por Suhaib Abu Doulah, y con un título… Leer
Arqueólogos submarinos inspeccionan la colosal estatua de un faraón, hallada cerca de los restos del templo principal de la ciudad sumergida de Heracleion. Foto: Christoph Gerigk / Franck Goddio – Hilti Foundation
Se la tragó el Mediterráneo hace 1.200 años y ahí se quedó, sepultada por la arena del fondo marino, en la bahía de Abu Qir, cerca de Alejandría. La antigua ciudad egipcia de Thonis, llamada Heracleion por los griegos, era prácticamente un mito hasta que sus restos fueron finalmente redescubiertos hace trece años por el arqueólogo francés Franck Goddio, al frente de un equipo del Instituto Europeo de Arqueología Submarina (IEASM), y en colaboración con el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
Los investigadores lograron localizar la ciudad hundida después de cuatro años de búsquedas a través de mediciones geofísicas. Y lo que está emergiendo desde entonces es un auténtico tesoro arqueólogico. Enterrados a unos 10 metros bajo la superficie, y en un magnífico estado de conservación gracias al efecto protector de la arena, los objetos hallados (monedas de distintas procedencias, amuletos, piezas de cerámica, tabletas con textos en varios idiomas, docenas de sarcófagos, estatuas de cinco metros de altura, restos de más de 60 barcos, unas 700 anclas…) están sacando a la luz, poco a poco, la historia de una ciudad que llegó a ser uno de los puertos comerciales más vibrantes del Mediterraneo oriental.
Parte de los objetos recuperados se exhibieron ya en una exposición itinerante (Los tesoros sumergidos de Egipto), que llegó a Madrid en el año 2008. La novedad ahora es que con la información proporcionada por todo este valiosísimo material, de carácter comercial, cotidiano y religioso, se ha producido un documental sobre las excavaciones, que incluye la reconstrucción de la ciudad en un espectacular modelo digital en tres dimensiones. El programa será emitido por el canal Arte de la televisión alemana el próximo 11 de mayo, bajo el título de La ciudad sumergida de Egipto, una leyenda revelada. El documental (y la difusión, sobre todo a través de Internet, de las espectaculares fotografías del yacimiento) han vuelto a asomar estos días a Heracleion a los medios de comunicación.
«Las pruebas arqueológicas son sencillamente abrumadoras», señala el profesor Barry Cunliffe, de la Universidad de Oxford, uno de los arqueólogos que han participado en la excavación. «Debido a que han permanecido intactos y protegidos por la arena del fondo marino durante siglos, los objetos están increíblemente bien conservados».
El misterio sobre qué fue exactamente lo que provocó el hundimiento de Heracleion, sin embargo, permanece. El equipo de Goddio sugiere que los pesados edificios, que se erigían sobre un terreno de arcilla y arena, no soportaron un terremoto. Otras teorías hablan de inundaciones, y de posibles derrumbes combinados con un progresivo aumento del nivel del mar.
Según la opinión de un equipo de técnicos de la universidad estadounidense de Stanford, Heracleion, al igual que otros núcleos urbanos de la misma zona (en concreto, Canopus y una de sus barriadas, llamada Menuthis) fue destruida como consecuencia de una serie de terremotos y maremotos que asolaron las costas egipcias a causa del surgimiento de una grieta en una falla marina existente entre Sicilia y Egipto.
J. Martín Valentín y Teresa Bedman explican, por su parte, que el proceso de la desaparición de Heracleion no debió ser repentino, puesto que sabemos por las fuentes escritas que hubo al menos 34 terremotos en la zona del norte de Africa, entre los años 320 y 1303 d. C., siendo el más fuerte de ellos el sufrido en el año 365. Con el tiempo la costa se fue hundiendo y las ciudades existentes a lo largo de ella se habrían ido derrumbando bajo el empuje de las olas, siendo gradualmente enterradas por el limo que todos los años depositan las crecidas del Nilo.
El director del equipo investigador, Frank Goddio, es un arqueólogo bastante popular gracias a sus descubrimientos en el puerto de Alejandría. Goddio trabajó durante diez años como asesor económico de distintos gobiernos a cuenta de la ONU, y se dedica a la arqueología submarina desde 1984. Su primer gran éxito fue el rescate de un galeón español del año 1600, el San Diego, hundido cerca de Filipinas. Su trabajo actual, en el que participan medio centenar de personas, entre egiptólogos, arqueólogos, restauradores, ceramistas, ingenieros, buceadores y marinos, está financiado por la Fundación Hilti, con sede en Liechtenstein.
En cuanto a la ciudad sumergida, las primeras referencias a Thonis-Heracleion se remontan al siglo XII antes de nuestra era, si bien lo más probable es que fuese fundada en el siglo VIII a. C. En cualquier caso, no llegó a ser un importante centro comercial internacional hasta la última época faraónica, durante el llamado Periodo Tardío, cuando logró convertirse en el principal puerto egipcio, antes de la fundación de Alejandría en el año 331 a. C.
La ciudad se mantuvo en pie durante cerca de mil años más, hasta que, probablemente en el siglo octavo de nuestra era, se hundió bajo las aguas.
En su época de mayor esplendor, el conjunto debió de ofrecer un aspecto impresionante. Según explica el profesor Goddio, Heracleion estaba articulada en torno a un enorme templo dedicado al dios Amun-Gereb, la principal divinidad egipcia en aquel tiempo: «Alrededor del templo, una gran red de canales daba a la ciudad la apariencia de estar asentada sobre una laguna. En sus islas e islotes se levantaban a su vez otros santuarios menores, y en el lado norte del templo dedicado a Heracles, un gran canal fluía de este a oeste, conectando el puerto con un lago».
Ilustración: Yann Bernard / Franck Goddio – Hilti Foundation
Heracleion debe su nombre al dios Heracles (Hércules para los romanos), y entre las razones de la fama que poseía en la Antigüedad se encuentra la leyenda que relaciona la ciudad con los míticos Paris y Helena de Troya. El historiador griego Herodoto, que visitó Egipto en torno al año 450 a. C., narra en sus crónicas (Historia, Libro II: Euterpe) cómo los dos amantes llegaron a Heracleion huyendo de los celos del marido de Helena, Menelao, y cómo Tonis (o Thonis), encargado de vigilar la entrada de los extranjeros a Egipto por la llamada «Boca Canóbica» del Nilo, les detuvo:
Al volver a su patria, Alejandro [Paris, en la obra de Herodoto] en compañía de Helena, a quien había robado en Esparta, unos vientos contrarios lo arrojaron desde el mar Egeo al Egipto, en cuyas costas, no mitigándose la tempestad, se vio obligado a tomar tierra en las Taríqueas, siuadas en la desembocadura del Nilo que llaman Canóbica. Había a la sazón en dicha playa, y lo hay todavía, un templo, dedicado a Hércules, asilo tan privilegiado al mismo tiempo que el esclavo que en él se refugiaba, de cualquier dueño fuese, no podía ser por nadie sacado de allí, siempre que dándose por siervo de aquel dios se dejase marcar con sus armas o sello sagrado, ley que desde el principio hasta hoy se ha mantenido siempre en todo su vigor.
Informados, pues, los criados de Alejandro del asilo y privilegios del templo, se acogieron a aquel sagrado con ánimo de dañar a su señor, y le acusaron refiriendo circunstanciadamente cuanto había pasado en el rapto de Helena y en el atentado contra Menelao, deposición criminal que hicieron no silo en presencia de los sacerdotes de aquel templo, sino también de Tonis, gobernador de aquel puerto y desembocadura.
Apenas acabó este de oír la declaración de los esclavos, cuando despacha a Menfis un expreso para Proteo con orden de decirle: «Acaba de llegar un extranjero, príncipe de la familia real de Teucro, que ha cometido en Grecia una impía y temeraria violencia, viniendo de allí con la esposa de su mismo huésped furtivamente seducida, y trayendo con ella inmensos tesoros, arribó a tierra arrojado por la tempestad. ¿Qué haremos, pues, con él? ¿Le dejaremos salir impunemente del puerto con sus naves, o le despojaremos de cuanto consigo lleva?» Proteo, avisado, envió luego un correo con la siguiente respuesta: «A ese hombre, sea quien fuere, que tal maldad y perfidia contra su mismo huésped ha cometido, prendédmelo sin falta y llevadle a mi presencia para oír qué razón da de sí y de su crimen».
El gobernador Tonis, recibida apenas esta orden, se apodera de la persona de Alejandro, embargándole juntamente las naves, y haciéndole conducir sin dilación a Menfis con su Helena, sus esclavos y tesoros.
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Foto: Christoph Gerigk, Franck Goddio / Hilti Foundation
Detalles sobre las fotos y más vídeos, en la página web de Franck Goddio.
Se la tragó el Mediterráneo hace 1.200 años y ahí se quedó, sepultada por la arena del fondo marino, en la bahía de Abu Qir, cerca de Alejandría. La antigua ciudad egipcia de Thonis, llamada Heracleion por los griegos, era… Leer
Los programas Frontline, de la televisión pública estadounidense (PBS), y Dispatches, de la cadena británica Channel 4, acaban de emitir un magnífico documental sobre Siria. La película, que contiene algunas escenas muy duras, brutales, refleja fielmente el día a día de la guerra que está devastando el país, y lo hace a través de los testimonios de primera mano de sus protagonistas y de sus víctimas, tanto en la parte rebelde como en el lado progubernamental, combatientes y no combatientes.
El escenario es una zona del valle del río Orontes, al oeste del país, que la línea del frente ha partido violenta e irremediablemente en dos. El autor del reportaje es el británico Olly Lambert, uno de los documentalistas atuales más destacados.
Los programas Frontline, de la televisión pública estadounidense (PBS), y Dispatches, de la cadena británica Channel 4, acaban de emitir un magnífico documental sobre Siria. La película, que contiene algunas escenas muy duras, brutales, refleja fielmente el día a día… Leer
Klodi Salami: «Recuerdo que cuando empezamos fue duro. La gente se negaba a ir a ver chicas en pantalón corto practicando un deporte de hombres. Nos criticaban por llevar pantalones cortos. Y los chicos iban a los partidos solo para poder ver chicas jugando en pantalón corto. Pero ahora la gente lo acepta mejor, e incluso las chicas jóvenes se están empezando a interesar por el fútbol».
Marian Bandak: «Existe esa creencia de que el lugar de las mujeres palestinas, y de las mujeres árabes en general, está en la cocina, de que nuestro único papel es cocinar y cuidar de nuestros maridos. Nosotras nos enfrentamos a esto y logramos demostrar que también podemos jugar al fútbol. Es nuestra forma de desahogarnos».
Klodi y Marian juegan en la Liga Nacional de Fútbol de Palestina (seis equipos). El 10 de febrero de 2011, cerca de 8.000 espectadores acudieron al partido inaugural de esta competición, celebrado en el estadio Feisal al Husseini, en Cisjordania. Sus historias, y las de otras como ellas, las cuenta la cadena Al Jazeera en el recomendable documental Girls FC, centrado en un grupo de chicas palestinas, cristianas y musulmanas, que están decididas a vivir su pasión por el fútbol en un contexto predominantemente masculino, y también a conseguir su sueño de poder jugar algún día representando a su país.
Los desafíos no son pocos. Aparte del rechazo que el fútbol femenino genera en una sociedad tradicional como la palestina, a menudo las jugadoras no pueden acceder al terreno de juego debido a los controles israelíes. Y las chicas de Gaza no pueden entrenar junto a sus compañeras de Cisjordania.
Pero, como cuenta otra jugadora, Honey Thaljieh, su amor por este deporte supera a los prejuicios y a las dificultades: «Empecé jugando en mi barrio. Cogía la pelota y me iba a jugar con los chicos. El hecho de ser una chica no tenía ninguna importancia para mí. Era joven y quería jugar todo el tiempo».
Klodi Salami: «Recuerdo que cuando empezamos fue duro. La gente se negaba a ir a ver chicas en pantalón corto practicando un deporte de hombres. Nos criticaban por llevar pantalones cortos. Y los chicos iban a los partidos solo para… Leer
En 1894, los hermanos Louis y Auguste Lumière patentaron su revolucionario y maravilloso invento: el cinematógrafo, la primera máquina capaz de rodar y proyectar películas de cine. Un año después realizaron su primera película, aquella célebre salida de los obreros de una fábrica de Lyon, y al año siguiente se embarcaron en una gira por medio mundo para rodar pequeños documentales.
En su primitiva cámara quedaron recogidas imágenes, hoy históricas, de ciudades como Bombay, Londres, Montreal, Nueva York, Buenos Aires… Uno de sus primeros destinos fue Jerusalén, perteneciente aún al Imperio Otomano, y que tenía entonces entre 20.000 y 30.000 habitantes.
En 1894, los hermanos Louis y Auguste Lumière patentaron su revolucionario y maravilloso invento: el cinematógrafo, la primera máquina capaz de rodar y proyectar películas de cine. Un año después realizaron su primera película, aquella célebre salida de los obreros… Leer
«En 2007 intentamos entrar en Gaza a través del paso fronterizo de Erez, controlado por los israelíes. Fracasamos. Por aquel entonces, las facciones palestinas rivales, Hamás y Fatah, estaban enzarzadas en una guerra sangrienta para conseguir el control de ese pequeño terreno. Hamás ganó. Tras la caída de Mubarak, el gobierno egipcio decidió dejar entrar en Gaza a pequeños grupos de gente a través del paso fronterizo de Rafah. Supimos que era nuestra oportunidad de entrar en Gaza para ver cómo vive la gente bajo el gobierno de Hamás».
Así presenta Vice News su última producción, Crimen y castigo en la franja de Gaza. El documental puede verse, de manera gratuita, en la web de Vice, un grupo independiente de medios de comunicación fundado a mediados de los años noventa en Montreal y actualmente con sede en Nueva York.
Imagen del documental ‘Crime and punishment in the Gaza Strip’, de Vice News
El estilo, como es habitual en las producciones de Vice, es dinámico e impactante, pero también desenfadado y con bastantes dosis de ironía, incluyendo momentos realmente memorables. La rueda de prensa improvisada en mitad de la calle por un grupo de milicianos encapuchados es digna de verse, como lo es también la increíble y caótica detonación de un montón de bombas israelíes sin explotar, o el funcionario explicando tranquilamente en una prisión que a los condenados por delitos de drogas «se les ahorca sin son civiles y se les fusila si son militares».
Y, si bien es cierto que lo que subyace a lo largo de todo el trabajo es una dura crítica al gobierno de Hamás, hasta el punto de que pueden encontrarse enlaces al vídeo en sitios web claramente proisraelíes, el documental no es un panfleto. Las imágenes hablan por sí mismas.
Resulta refrescante, en cualquier caso, poder acercarse a la dura realidad de la vida de muchos palestinos, más allá del estigma omnipresente de la ocupación israelí. La brutal política de Israel con los territorios ocupados, y especialmente con Gaza (el embargo, los controles, la violencia) envenena cualquier intento de desarrollo, tanto económico como democrático. Pero no es la única culpable. La ‘primavera árabe’ tiene en Palestina el difícil reto de tener que batirse ante dos enemigos, el ocupante israelí y la corrupción, el fanatismo y el autoritarismo de buena parte de sus gobernantes.
Suroosh Alvi, uno de los fundadores de Vice y conductor del documental, resume así sus conclusiones:
La mano dura de Hamás parece haber tenido como resultado una especie de orden que no es frecuente observar en lugares tan empobrecidos como Gaza. Pero es un orden con un distintivo sabor autoritario. El gobierno de Hamás opera en un ambiente de paranoia, en el que [las autoridades] están continuamente en guardia, no solo contra el mundo exterior, sino también contra sus hermanos y hermanas de Fatah, y contra ciudadanos corrientes de Gaza, ante el temor de que la pobreza les lleve a la tentación de convertirse en espías de Israel… Un gobierno autoritario entre los muros de una prisión y bajo asedio económico… Parece el escenario de una película de Kurt Russell, pero es real.
«En 2007 intentamos entrar en Gaza a través del paso fronterizo de Erez, controlado por los israelíes. Fracasamos. Por aquel entonces, las facciones palestinas rivales, Hamás y Fatah, estaban enzarzadas en una guerra sangrienta para conseguir el control de ese… Leer