Cantan en hebreo, árabe e inglés, sus letras reflejan la eterna lucha entre la luz y la oscuridad, y recurren con frecuencia a citas e imágenes del Nuevo Testamento, la Torah y el Corán. Tienen decenas de miles de entregados fans (judíos, musulmanes y ni una cosa ni la otra) a lo largo y ancho de todo Oriente Medio, incluyendo Irán, Siria, Líbano, Jordania, Arabia Saudí y, sobre todo, Turquía, a pesar de que su música está prohibida en varios de estos países. Su página en Facebook la siguen más de 60.000 personas. Se llaman Orphaned Land desde 1992 y son una de las bandas de rock más importantes de Israel.
Lo suyo es el heavy metal, o, más concretamente, el llamado «oriental metal», ya que, con un fondo de simbolismo y espiritualidad ecuménica, mezclan las raíces más clásicas y toda la imaginería del metal progresivo con músicas tradicionales de la región, desde canciones litúrgicas judías hasta melodías yemeníes.
Con cuatro álbumes de estudio publicados hasta la fecha y unos conciertos que son auténticos lugares de peregrinación, Orphaned Land ha conseguido crear una realidad paralela en Oriente Medio, una dimensión en la que, gracias a la música, la comunicación es posible, más allá de fronteras, religiones, rencores y fanatismos.
Como explica Roi Ben-Yehuda en The Jerusalem Post, la historia del ‘milagro’ tiene su origen, como tantas veces, en la fusión:
Orphaned Land fue pionera en un estilo que funde el heavy metal con instrumentos, melodías y ritmos tradicionales de Oriente Medio. Con ello no solo consiguieron hacerse un hueco en la sensibilidad estética de la región, sino que demostraron también que el pueblo judío tiene sus raíces en Oriente Medio, y que la apuesta por la globalización no significa necesariamente la renuncia a las culturas locales.
El verano pasado, la bailarina del vientre libanesa Johanna Fakhri se les unió en un concierto ante 30.000 personas en el festival Hellfest, en Clisson (Francia). Las banderas del Líbano e Israel, dos países que siguen técnicamente en guerra, acabaron juntas sobre el escenario (con las consiguientes críticas en el país árabe).
En su último álbum, la banda ha colaborado, entre otros, con la Orquesta Árabe de Nazaret y con el artista jordano Zen Two, autor de la caligrafía mezcla de árabe y hebreo que sirve de base al diseño de la cubierta del disco. Y en la gira que realizaron recientemente por Europa les acompañaron músicos tunecinos y argelinos.
Orphaned Land ha llegado a ser portada de una revista musical iraní y ha recibido diversos premios por su contribución a la paz y a la comunicación entre las diferentes culturas en Oriente Medio. Como dice su líder, Kobi Farhi, desde su trabajada imagen de Jesucristo, «nuestro objetivo no es otro que unir culturas, unir naciones. La música es la mejor religión del mundo».
» Web oficial de Orphaned Land
» Heavy metal unites Jews, Muslims across the Middle East (The Jerusalem Post)
» Orphaned Land en Wikipedia
» Más música de Oriente Medio
Archivado en: Cultura y Sociedad
Más sobre: heavy metal, Israel, Johanna Fakhri, Música, Orphaned Land