El punto azul, al noreste de Jaffa, muestra la primera colonia sionista establecida en Palestina, en 1878, de acuerdo con el libro Before Their Diaspora – A photographic history of the Palestinians, 1876-1948, de Walid Khalidi, donde fue publicado originalmente el mapa. Los puntos rojos corresponden a las aldeas y ciudades de población árabe palestina; los puntos negros son las localidades con poblaciones mixtas. El tamaño de los puntos no es proporcional al número de habitantes (los grandes indican ciudades; los pequeños, pueblos y aldeas). Las fronteras son las del Mandato Británico establecido en 1922.
El punto azul, al noreste de Jaffa, muestra la primera colonia sionista establecida en Palestina, en 1878, de acuerdo con el libro Before Their Diaspora – A photographic history of the Palestinians, 1876-1948, de Walid Khalidi, donde fue publicado originalmente el mapa. Los puntos… Leer
En la Cisjordania ocupada, medio millón de israelíes viven en más de cien asentamientos construidos -ilegalmente, según la legislación internacional- en tierras palestinas, y el número que sigue creciendo. Este vídeo de AJ+ Labs (Al Jazeera) ofrece algunas claves.
En la Cisjordania ocupada, medio millón de israelíes viven en más de cien asentamientos construidos -ilegalmente, según la legislación internacional- en tierras palestinas, y el número que sigue creciendo. Este vídeo de AJ+ Labs (Al Jazeera) ofrece algunas claves.
Codirigido en 2011 por el palestino Emad Burnat y el israelí Guy Davidi, y coproducido por Palestina, Israel y Francia, el largometraje documental 5 cámaras rotas sigue durante varios años la lucha y las protestas pacíficas de los habitantes de Bil’in, un pueblo de Cisjordania que va perdiendo tierras de cultivo debido a la construcción del muro de separación con Israel y al avance de los asentamientos de colonos israelíes en las proximidades de la localidad.
Codirigido en 2011 por el palestino Emad Burnat y el israelí Guy Davidi, y coproducido por Palestina, Israel y Francia, el largometraje documental 5 cámaras rotas sigue durante varios años la lucha y las protestas pacíficas de los habitantes de… Leer
Un palestino permanece en pie frente a una excavadora para impedir la destrucción de su huerto como consecuencia de las obras de una carretera hacia el asentamiento israelí de Kiriat Arba, en Cisjordania, cerca de Hebrón, en 1996. Foto: Miki Kratsman.
29/10/2012
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Miguel Máiquez
Un palestino permanece en pie frente a una excavadora para impedir la destrucción de su huerto como consecuencia de las obras de una carretera hacia el asentamiento israelí de Kiriat Arba, en Cisjordania, cerca de Hebrón, en 1996. Foto: Miki… Leer
Estados Unidos ha vetado este viernes la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución palestina que reafirmaba la ilegalidad de los asentamientos judíos en territorio ocupado y que contaba con un amplio respaldo internacional.
La delegación estadounidense –que tiene derecho de veto por ser un miembro permanente– ha sido la única de los 15 países del máximo órgano de seguridad internacional que ha votado en contra de la medida, auspiciada por más de 100 países.
En el siguiente comunicado, el veterano exdiplomático estadounidense Philip C. Wilcox, presidente de la Foundation for Middle East Peace (Fundación para la Paz en Oriente Medio), califica este veto de «grave error».
(Traducción del original en inglés)
El veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al borrador de resolución que exige que «Israel ponga fin a todas las actividades de asentamientos en el Territorio Palestino Ocupado, incluyendo Jerusalén Este», y que reafirma asimismo que los asentamientos son «ilegales», supone un obstáculo para los intereses estadounidenses en Oriente Medio y para las perspectivas de una paz basada en dos Estados.
Durante cerca de 18 meses, el Gobierno de Obama ha trabajado arduamente, pero sin éxito, para tratar de convencer a Israel de que congele unas construcciones que suele describir como «ilegítimas». Israel, sin embargo ha acelerado los asentamientos, desafiando el deseo de EE UU.
Para justificar el veto a la resolución, el representante estadounidense explicó que sólo las negociaciones directas podrán traer la paz, y que la resolución implicaba el riesgo de que las actitudes se endurezcan, y de que se recurra más a la ONU. Esto no resulta convincente. El texto de la resolución pide a las partes que «continúen con […] sus negociaciones», es totalmente coherente con este objetivo y, además, refleja la política de EE UU.
En cualquier caso, las negociaciones llevadas a cabo durante los últimos 17 años han fracasado por completo en lo que respecta a romper el impasse existente sobre la ocupación israelí y la política de asentamientos, en parte, por la insistencia de Israel en extender unilateralmente estos asentamientos en el territorio que es, precisamente, el objeto de las negociaciones. La población de colonos ha aumentado de 281.000 en 1993 a 557.800 en 2010. Sólo en Cisjordania, y a pesar de la congelación, temporal y parcial, de los asentamientos, esta población se incrementó en 15.000 colonos en 2010. Es cierto que aprobar una resolución de condena a la política israelí podría, a corto plazo, endurecer la posición de Israel sobre el cumplimiento del derecho internacional, pero, al mismo tiempo, sería también una señal de que Israel no puede continuar expandiendo los asentamientos con la impunidad de la que ha gozado en el pasado.
Otros funcionarios de EE UU han argumentado que la ONU debe permanecer al margen del proceso de paz israelo-palestino. Pero la ONU ha estado involucrada en este conflicto desde el principio. Reconoció a Israel en 1948 y ha aprobado otras resoluciones clave, como la 242. En 2003, Estados Unidos apoyó la aprobación, por parte del Consejo de Seguridad, de la hoja de ruta del Cuarteto, y en ella se exige la congelación de los asentamientos.
El temor a las críticas dentro de EE UU parece ser la verdadera razón de este veto. Pero el liderazgo en política exterior requiere coraje y visión estratégica. Este veto acelerará, probablemente, el declive de la influencia estadounidense en Oriente Medio, minando la credibilidad de su propia política sobre los asentamientos, y erosionando su reputación de mediador imparcial. Todo ello hace más lejana, si cabe, la perspectiva de progresar hacia una paz basada en dos Estados.
En un momento en que los esfuerzos de Estados Unidos para lograr la paz entre Israel y Palestina están paralizados, Washington necesita una nueva política. Las crecientes protestas en Oriente Medio contra la opresión y la falta de libertad y de derechos humanos hace esta necesidad cada vez más urgente.
Estados Unidos ha vetado este viernes la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución palestina que reafirmaba la ilegalidad de los asentamientos judíos en territorio ocupado y que contaba con un amplio respaldo internacional. La… Leer
El asentamiento israelí de Elon Moreh, en Cisjordania, en una imagen de 2006. Foto: Shuki / Wikimedia Commons
Estados Unidos vetó hoy la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución palestina que reafirma la ilegalidad de los asentamientos judíos en territorio ocupado y que contaba con amplio respaldo internacional. La delegación estadounidense, que tiene derecho de veto por ser un miembro permanente, fue la única de los 15 países del máximo órgano de seguridad internacional en votar en contra de la medida auspiciada por más de 100 países.
«Pese a que coincidimos con los otros miembros, y de hecho con el mundo en general, sobre la insensatez y la ilegitimidad de continuar las actividades en los asentamientos israelíes, no nos parece sensato que el Consejo trate de resolver los asuntos cruciales que dividen a israelíes y palestinos», explicó tras la votación la embajadora de EE UU ante la ONU, Susan Rice (informa Efe).
La representante estadounidense advirtió de que su oposición a la resolución palestina no se puede interpretar como un respaldo a los asentamientos que Israel ha construido en los territorios ocupados tras la guerra de 1967.
«Al contrario, rechazamos firmemente la legitimidad de las actividades en los asentamientos israelíes, que durante cuatro décadas han socavado la seguridad de Israel y corroído la esperanza de la paz y la estabilidad en la región», apuntó.
Rice recordó que «ningún otro país» ha invertido más capital político en la búsqueda de una paz duradera en Oriente Medio que Estados Unidos, por lo que defendió su decisión de evitar que la resolución pudiera dificultar el proceso.
En su opinión, la adopción de la resolución promovida por los países árabes abriría la puerta a que cualquiera de las partes acudiera a la ONU cuando las negociaciones directas entre las partes afrontaran dificultades.
Por su parte, el resto de delegaciones señalaron que su voto a favor de la medida obedece a la necesidad de salvaguardar el derecho internacional y constatar que las colonias suponen un impedimento para lograr la paz entre las partes.
«Son ilegales bajo el derecho internacional, son un obstáculo para la paz y una amenaza para la solución de los dos estados», afirmó el embajador británico, Mark Lyall Grant, que intervino en nombre de su país, Francia y Alemania.
El proyecto de resolución derrotado reafirmaba que «los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados en 1967, incluido Jerusalén este, son ilegales y constituyen una gran obstáculo para alcanzar una paz justa, duradera e integral».
Además, instaba al Gobierno israelí, como potencia ocupadora, que «cese inmediatamente todas las actividades en los asentamientos» y cumpla todas sus obligaciones internacionales al respecto.
Estados Unidos vetó hoy la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución palestina que reafirma la ilegalidad de los asentamientos judíos en territorio ocupado y que contaba con amplio respaldo internacional. La delegación estadounidense, que… Leer
Soldados y colonos israelíes frente a una manifestación en el pueblo de Iraq Burin, en Nablus (Cisjordania), en 2009. Foto: ISM Palestine / Wikimedia Commons