Un grave error

19/2/2011 | Miguel Máiquez

Estados Unidos ha vetado este viernes la adopción en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución palestina que reafirmaba la ilegalidad de los asentamientos judíos en territorio ocupado y que contaba con un amplio respaldo internacional.

La delegación estadounidense –que tiene derecho de veto por ser un miembro permanente– ha sido la única de los 15 países del máximo órgano de seguridad internacional que ha votado en contra de la medida, auspiciada por más de 100 países.

En el siguiente comunicado, el veterano exdiplomático estadounidense Philip C. Wilcox, presidente de la Foundation for Middle East Peace (Fundación para la Paz en Oriente Medio), califica este veto de «grave error».

(Traducción del original en inglés)

El veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al borrador de resolución que exige que «Israel ponga fin a todas las actividades de asentamientos en el Territorio Palestino Ocupado, incluyendo Jerusalén Este», y que reafirma asimismo que los asentamientos son «ilegales», supone un obstáculo para los intereses estadounidenses en Oriente Medio y para las perspectivas de una paz basada en dos Estados.

Durante cerca de 18 meses, el Gobierno de Obama ha trabajado arduamente, pero sin éxito, para tratar de convencer a Israel de que congele unas construcciones que suele describir como «ilegí­timas». Israel, sin embargo ha acelerado los asentamientos, desafiando el deseo de EE UU.

Para justificar el veto a la resolución, el representante estadounidense explicó que sólo las negociaciones directas podrán traer la paz, y que la resolución implicaba el riesgo de que las actitudes se endurezcan, y de que se recurra más a la ONU. Esto no resulta convincente. El texto de la resolución pide a las partes que «continúen con […] sus negociaciones», es totalmente coherente con este objetivo y, además, refleja la polí­tica de EE UU.

En cualquier caso, las negociaciones llevadas a cabo durante los últimos 17 años han fracasado por completo en lo que respecta a romper el impasse existente sobre la ocupación israelí­ y la polí­tica de asentamientos, en parte, por la insistencia de Israel en extender unilateralmente estos asentamientos en el territorio que es, precisamente, el objeto de las negociaciones. La población de colonos ha aumentado de 281.000 en 1993 a 557.800 en 2010. Sólo en Cisjordania, y a pesar de la congelación, temporal y parcial, de los asentamientos, esta población se incrementó en 15.000 colonos en 2010. Es cierto que aprobar una resolución de condena a la polí­tica israelí­ podrí­a, a corto plazo, endurecer la posición de Israel sobre el cumplimiento del derecho internacional, pero, al mismo tiempo, serí­a también una señal de que Israel no puede continuar expandiendo los asentamientos con la impunidad de la que ha gozado en el pasado.

Otros funcionarios de EE UU han argumentado que la ONU debe permanecer al margen del proceso de paz israelo-palestino. Pero la ONU ha estado involucrada en este conflicto desde el principio. Reconoció a Israel en 1948 y ha aprobado otras resoluciones clave, como la 242. En 2003, Estados Unidos apoyó la aprobación, por parte del Consejo de Seguridad, de la hoja de ruta del Cuarteto, y en ella se exige la congelación de los asentamientos.

El temor a las crí­ticas dentro de EE UU parece ser la verdadera razón de este veto. Pero el liderazgo en polí­tica exterior requiere coraje y visión estratégica. Este veto acelerará, probablemente, el declive de la influencia estadounidense en Oriente Medio, minando la credibilidad de su propia polí­tica sobre los asentamientos, y erosionando su reputación de mediador imparcial. Todo ello hace más lejana, si cabe, la perspectiva de progresar hacia una paz basada en dos Estados.

En un momento en que los esfuerzos de Estados Unidos para lograr la paz entre Israel y Palestina están paralizados, Washington necesita una nueva polí­tica. Las crecientes protestas en Oriente Medio contra la opresión y la falta de libertad y de derechos humanos hace esta necesidad cada vez más urgente.

Comunicado original (en inglés): U.S. Veto of UN Security Council Resolution Condemning Israeli Settlements Undermines American Interests