Daesh

—Conviértete al islam o muere.
—Tú primero.

Viñeta de Chip Bok.

«–Conviértete al islam o muere.
–Tú primero».
Viñeta de Chip Bok.

Steven Sotloff (casco oscuro), en el frente de Al Dafniya, Libia, en 2011

El periodista estadounidense Steven Sotloff ha sido asesinado por los fanáticos del grupo Estado Islámico que le secuestraron hace un año en Siria. Como ocurrió hace apenas dos semanas tras la decapitación de su compatriota y colega James Foley, también esta vez hemos conocido la noticia por un vídeo colgado en Internet. Las imágenes son similares, el ‘mensaje’ apenas cambia, el verdugo parece ser el mismo. El siguiente en la macabra lista de amenazados es el reportero británico David Cawthorne, también secuestrado.

Tras conocerse el asesinato de Sotloff, Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), ha emitido un comunicado en el que señala que «los periodistas saben que cubrir guerras es peligroso, y que pueden morir  durante un tiroteo. Pero ser masacrado delante de una cámara por el simple hecho de ser periodista es pura barbarie. Condenamos en los términos más duros posibles el asesinato del periodista ‎Steven Sotloff‬. Tanto él como James Foley fueron a Siria para contar una historia. Eran civiles, no representaban a ningún gobierno. Estos asesinatos son crímenes de guerra‬, y quienes los han perpetrado deben ser llevados ante la justicia».

La peor manera de rendir homenaje a un periodista es dar a sus asesinos una publicidad que no aporta nada. La mejor, recordar su trabajo. Sotloff, un periodista freelance de 31 años de edad, publicaba en varios medios, entre ellos, TimeThe Christian Science Monitor, World Affairs Journal y Foreign Policy. En la web del National Journal han hecho una pequeña selección de sus artículos. El siguiente extracto pertenece a uno titulado Las quejas legítimas de los Hermanos Musulmanes. Fue publicado en World Affairs Journal durante las protestas que siguieron al golpe de Estado en Egipto.

Cuando le dije a mi amigo egipcio Ahmad Kamal que quería ir al campamento de protesta de los Hermanos Musulmanes en Ciudad Nasser se puso completamente pálido. «¡No vayas!», me suplicó. «Son fanáticos que odian a los extranjeros. Los americanos como tú corren peligro allí». Después de una hora de conversación infructuosa e interminables vasos de té azucarado, me levanté, le di la mano a Ahmad y me dirigí directamente a la guarida donde, según él, iba a ser devorado.

Pero cuando llegué a Ciudad Nasser, el cuadro que me había pintado Ahmad de extremistas barbudos armados con garrotes y empeñados en dar palizas a los egipcios laicos resultó ser tan falso como tantas otras cosas en este dividido país. Golpes de estado que se presentan como revoluciones, manifestantes pacíficos descritos como fanáticos y ciudadanos descontentos aclamados como revolucionarios han transformado Egipto en una circo donde la atracción principal es la incertidumbre de caminar hacia lo desconocido.

Pura barbarie

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El periodista y realizador de Vice News Medyan Dairieh pasó tres semanas grabando a los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad siria de Raqqa. Allí, y según explica Vice News, «pudo dar cuenta, en primera persona, de cómo los yihadistas europeos juraban lealtad, del adoctrinamiento al que someten a los niños, del surgimiento de la nueva policía de la sharia, y de la instauración de tribunales y prisiones». El resultado es este documental, publicado el pasado 13 de agosto (se pueden activar subtítulos en castellano).

Estado Islámico, desde dentro

El periodista y realizador de Vice News Medyan Dairieh pasó tres semanas grabando a los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico en la ciudad siria de Raqqa. Allí, y según explica Vice News, «pudo dar cuenta, en primera persona, de cómo… Leer

James Foley, en Siria. Foto: freejamesfoley.org

El periodista estadounidense James Foley, que permanecía secuestrado en Siria desde noviembre de 2012, ha sido asesinado (decapitado) por terroristas del grupo fanático yihadista Estado Islámico. Los asesinos colgaron en Internet un espantoso vídeo mostrando la decapitación.

Durante unas horas existió la esperanza de que el vídeo fuese falso, pero un conmovedor comunicado hecho público por la madre del periodista, Diane Foley, confirmó, finalmente, la noticia:

Nos sentimos más orgullosos que nunca de nuestro hijo Jim. Ha dado su vida intentando exponer ante el mundo el sufrimiento del pueblo sirio.

Imploramos a los secuestradores que dejen con vida a los demás rehenes. Son, igual que Jim, inocentes. No tienen ningún control sobre la política estadounidense en Irak, en Siria, o en cualquier otra parte del mundo.

Agredecemos a Jim todas las alegrías que nos ha dado. Era un extraordinario hijo, hermano, periodista y ser humano. Por favor, respeten nuestra privacidad durante estos días, mientras lloramos y celebramos a Jim.

En el vídeo publicado por los terroristas, Foley, que tenía 40 años de edad, se despide de su familia y recita un mensaje en el que acusa al Gobierno de Estados Unidos de ser «el culpable» de su ejecución por su reciente intervención en Irak, antes de ser degollado ante la cámara por un encapuchado que habla en inglés con acento británico.

La grabación comienza con el discurso de Barack Obama del pasado 7 de agosto, en el que el presidente de EE UU anunció el comienzo de los bombardeos contra el grupo Estado Islámico en el norte de Irak, para frenar el avance de los yihadistas hacia el Kurdistán y permitir la asistencia humanitaria a miles de desplazados.

Posteriormente aparece Foley pidiendo a su familia y amigos que «se levanten» contra las autoridades estadounidenses: «Desearía tener más tiempo, desearía ver a mi familia de nuevo, pero ese barco ya ha zarpado. A fin de cuentas, supongo que desearía no ser estadounidense», dice Foley, sereno, y vestido con un mono naranja en una localización desértica no especificada.

Tras la decapitación, el vídeo termina con el encapuchado amenazando de muerte a otro periodista estadounidense secuestrado, Steven Joel Sotloff, cuya vida «depende de la próxima decisión de Obama».

Los familiares de Foley aseguraron en un comunicado en enero de 2013 que un grupo desconocido de hombres armados lo había secuestrado en una zona del noroeste de Siria, el pasado 22 de noviembre. Foley, quien en ese momento trabajaba para la web estadounidense GlobalPost y para la agencia France Press, había sido retenido anteriormente por el Ejército de Libia en 2011, mientras cubría el conflicto en el país tras la caída del régimen de Muamar al Gadafi.

Foley reported from Salahedine, Aleppo which meant facing fighter jets and snipers. Those in Syria know how hard that assignment was.
— Michael Weiss (@michaeldweiss) August 20, 2014

Sandra Mims Rowe, directora del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), ha hecho pública una nota en la que afirma que «el bárbaro asesinato del periodista James Foley, secuestrado en Siria durante cerca de dos años, enferma a cualquier persona decente. Foley fue hasta Siria para mostrar la difícil situación del pueblo sirio, para ser testigo de su lucha y, al hacerlo, para luchar también por la libertad de prensa. Nuestro corazón está ahora con su familia, que ha hecho todo lo posible por encontrar y liberar a Jim».

Siria lleva ya dos años siendo el lugar más peligroso del mundo para los periodistas. Según datos del propio CPJ, al menos 69 profesionales de la información han muerto allí ejerciendo su trabajo, incluyendo a los que perdieron la vida en las zonas fronterizas con Líbano y Turquía. Más de 80 periodistas han sido secuestrados en este país, aunque es difícil conocer el número exacto, ya que en muchos casos no se da publicidad a los secuestros.

El CPJ calcula que alrededor de 20 periodistas, tanto sirios como extranjeros, permanecen desaparecidos actualmente en Siria. Muchos de ellos están en manos del grupo Estado Islámico.

En ocasiones se ha criticado la importancia que dan los medios de comunicación a las muertes de periodistas, en contraste con las de otras personas (voluntarios de organizaciones humanitarias, médicos y personal sanitario, profesionales de todo tipo, simples civiles) que son también víctimas de las guerras o del terrorismo fundamentalista, y cuya identidad queda, al final, diluida en frías cifras.

Todas las muertes causadas por la violencia son igual de horribles. Pero, al margen de que es humano sentir especialmente la pérdida de un compañero, el asesinato de un periodista significa algo más que el final de una vida; significa, como dice Paul Conroy en el tuit que encabeza esta entrada, que el mundo es un poco más oscuro.


Más información y fuentes:
» On James Foley (Max Fisher, en Vox)
» EE UU investiga la posible muerte de un reportero a manos del Estado Islámico (El País)
» Los terroristas del IS decapitan a James Foley, periodista de EE UU secuestrado en Siria en 2012 (Agencias, 20minutos.es)
» Militant Group Says It Killed American Journalist in Syria (The New York Times)
» Mother mourns U.S. journalist purportedly beheaded by Sunni militants (Reuters)
» CPJ condemns killing of American journalist James Foley (CPJ)
» Foley video, photos being scrubbed from Twitter (The Washington Post)

Otro periodista asesinado, y el mundo, un poco más oscuro

El periodista estadounidense James Foley, que permanecía secuestrado en Siria desde noviembre de 2012, ha sido asesinado (decapitado) por terroristas del grupo fanático yihadista Estado Islámico. Los asesinos colgaron en Internet un espantoso vídeo mostrando la decapitación. Durante unas horas… Leer

Cerca de 1,2 millones de personas han abandonado sus hogares en Irak este año, según cálculos de la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR). Desde principios de agosto, unas 200.000 de ellas, la mayoría pertenecientes a la minoría yazidí, se han establecido en la región del Kurdistán iraquí, después de que la ciudad de Sinjar y las áreas vecinas fueran tomadas por el grupo yihadista Estado Islámico. Al menos 11.000 yazidíes se han refugiado en la vecina Siria, y unos 300 cruzan cada día la frontera en la localidad de Peshkabour.

El siguiente mapa, elaborado por la agencia Reuters con información de Naciones Unidas, refleja la distribución de los desplazados internos en Irak por gobernaciones (provincias). Un tercio del total proceden de la región de Anbar. El mapa recoge asimismo, a fecha del 15 de agosto, las ciudades controladas por Estado Islámico, las que permanecen en disputa y aquellas en las que ha habido combates recientes. También muestra los lugares donde están llegando los yazidíes a Siria y los campos de refugiados establecidos en el Kurdistán iraquí.

ACNUR, en colaboración con la Unión Europea, lanzó este miércoles una operación especial de ayuda para entregar suministros a más de medio millón de personas desplazadas por los combates en el norte de Irak.

La operación se inició con entregas aéreas de tiendas de campaña y otros bienes en Arbil, y continuará con un convoy terrestre desde Turquía y Jordania. Habrá también envíos marítimos desde Dubai a través de Irán durante los próximos diez días.

Este envío inicial de ayuda, al que contribuyen también, entre otros donantes, Estados Unidos y Arabia Saudí, incluye 3.300 tiendas de campaña y 20.000 sábanas de plástico, así como 18.500 sets de cocina y 16.500 garrafas.


Más información y fuentes:
» Mapping Iraq’s displaced (Reuters)
» U.N. sends aid to half a million fleeing violence in Iraq (Reuters)
» La ONU declara por primera vez en su historia el máximo nivel de emergencia humanitaria en cuatro países (Europa Press)
» Los yazidíes huidos en Irak: «Vi a familias dejar en el camino a sus hijos muertos» (Laura J. Varo, en El Confidencial)

Leer también:
» Yazidíes, del terror a la desesperación

Más de un millón de iraquíes han tenido que dejar atrás sus casas en lo que va de año

Desplazados internos en Irak, 2014

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Refugiados yazidíes de Irak reciben ayuda de la Cruz Roja al llegar al campo de Newroz, en el noreste de Siria, tras huir de Estado Islámico. Foto: Rachel Unkovic / UK Department for International Development

Unos 20.000 civiles pertenecientes a la minoría kurdo iraquí de los yazidíes han logrado escapar del cerco de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en torno al monte Sinyar, en el norte de Irak, donde estaban en situación desesperada por falta de agua y comida. La toma de Sinyar, su principal ciudad, por parte de EI, obligó a huir a decenas de miles de civiles, y muchos de ellos quedaron aislados en las montañas cercanas. En esta impresionante imagen, y esta otra, del fotógrafo Rodi Said para Reuters puede verse a cientos de yazidíes que lograron huir caminando hacia la frontera con Siria.

Una fuente del Gobierno municipal de Sinyar explicó el pasado viernes que muchos de estos yazidíes consiguieron llegar a zonas del Kurdistán iraquí y de la cercana Siria, gracias a la ayuda militar de las fuerzas kurdas (peshmergas). La misma fuente aseguró que combatientes de EI han ejecutado en los últimos días a cientos de yazidíes, entre ellos, muchos niños, por negarse a convertirse al islam, si bien no pudo precisar el número exacto.

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Yazidíes que lograron huir de Estado Islámico en las montañas de Sinyar son rescatados por fuerzas kurdas cerca de Mosul, en Irak. Foto: Emrah Yorulmaz / Anadolu Agency

Alrededor de 300 familias yazidíes que habitan en las aldeas de Jansur, Koya y Hetin fueron amenazadas de muerte por EI si no abrazaban la fe musulmana en un plazo que expiraba este viernes por la tarde. Según informa la agencia Efe, el redactor jefe del diario local Mahdar, Luqman Kuli al Jansuri, precisó que el ultimátum de los yihadistas afecta en total a más de 500 familias. Por su parte, el responsable municipal, quien pidió el anonimato, exhortó al Gobierno autónomo kurdo iraquí y a la comunidad internacional a ayudar a los amenazados y salvarlos de la muerte.

Se calcula que todavía hay más de 130.000 miembros de la comunidad yazidí desplazados en esa zona, a la espera de recibir la ayuda humanitaria que EE UU y el Reino Unido están ofreciendo desde el aire, una ayuda que en muchos casos se echa a perder cuando impacta contra el suelo, ya que los paquetes son lanzados desde aviones a gran altura.

Periodistas de algunas televisiones británicas han estado presentes en estos repartos de comida. Las imágenes son tremendas:

Los yazidíes pertenecen a una minoría preislámica cuyas raíces se remontan, según algunos expertos, a 2.000 años antes de Cristo. Hablan un dialecto derivado del kurdo y su religión, heredera del zoroastrismo persa, concilia distintas doctrinas.

Mapa: The Guardian

Entre las principales causas de la persecución a la que han sido sometidos históricamente se encuentra el hecho de que sus creencias incluyen la adoración al ángel caído, Melek Taus, al que los yazidíes representan con un pavo real, y que es uno de los siete ángeles que conforman el tronco doctrinal de su credo. Se trata de una figura que las principales religiones monoteístas, entre ellas el islam, vinculan con el diablo, lo que les ha valido a los yazidíes el inmerecido sobrenombre de «adoradores del demonio».

En los siglos XVIII y XIX, bajo el Imperio Otomano, los yazidíes sufrieron al menos 70 masacres. Recientemente, el mayor ataque perpetrado contra esta comunidad fue llevado a cabo por Al Qaeda en agosto de 2007, con cuatro atentados suicidas cerca de la ciudad de Mosul. Según datos de la Cruz Roja, murieron al menos 250 yazidíes.

Aunque no existe un censo oficial, se calcula que profesan esta confesión entre 500.000 y 800.000 personas, algunas de las cuales se han refugiado en Europa, sobre todo en Alemania. La mayoría, no obstante, se encuentran en el noroeste de Irak (principalmente en la región de Nínive), en el noroeste de Siria y también en Turquía. Los yazidíes consideran el Monte Sinyar como su tierra.

El pasado jueves, el presidente de EE UU, Barack Obama, anunció que había autorizado ataques aéreos contra Estado Islámico para, según explicó, proteger a los refugiados de la minoría yazidí y defender a ciudadanos estadounidenses en Erbil, hacia donde avanzaban los yihadistas.

El día anterior, la diputada yazidí Vian Dakhil se había convertido en el rostro de esta comunida tras lanzar un llamamiento desesperado durante una sesión del Parlamento en Bagdad: «Hermanos, olvidemos las disputas políticas», dijo sollozando. «Salvadnos, salvadnos, estamos siendo exterminados y borrados de la faz de la tierra».


Más información y fuentes:
» Unos 20.000 yazidíes consiguen huir del cerco yihadista al monte Sinyar en Irak (Efe)
» Iraq’s Yazidis who escaped Mount Sinjar haunted by horrors (Isabel Coles, Reuters)
» Iraqi Relief Flights Rescue Dozens, but Leave Thousands Behind (The New York Times)
» Irak denuncia que el Estado Islámico ha matado al menos a 500 familias yazidíes (Efe, 20minutos.es)
» EE UU ataca a los yihadistas en Irak (El País)
» Así huyen las minorías religiosas de los yihadistas en Irak (BBC)
» La persecución de los yazidis (Tomás Alcoverro, en Diario de Beirut)
» Who are the Yazidis and why is Isis hunting them? (The Guardian)
» Yezidíes (M’Sur)

Yazidíes, del terror a la desesperación

Unos 20.000 civiles pertenecientes a la minoría kurdo iraquí de los yazidíes han logrado escapar del cerco de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en torno al monte Sinyar, en el norte de Irak, donde estaban en situación desesperada por falta… Leer

Militantes extremistas islámicos hicieron saltar por los aires este jueves en Mosul, Irak, un reverenciado santuario musulmán en el que la tradición sitúa el sepulcro del profeta Jonás. La mezquita estaba situada en un sitio arqueológico que data del siglo VIII A.C. El vídeo de la voladura ha sido difundido hoy en las redes sociales:

Según relataron varios testigos, los milicianos del grupo denominado ahora Estado Islámico ordenaron la completa evacuación de la mezquita del Profesta Younis (Yunus, Jonás), y después la volaron. Varias casas cercanas resultaron dañadas por la explosión. El mismo día, un grupo de yihadistas voló también otra mezquita milenaria cercana, la del Imán Aoun bin al-Hassan.

Estado Islámico, antes llamado Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL, ISIS en inglés), se apoderó de Mosul el pasado mes de junio. Desde entonces impone en la ciudad, convertida en la capital de su autoconstituido «califato», su interpetración extremista del derecho islámico.

Los extremistas vuelan la ‘tumba de Jonás’

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Miembros de tribus locales juran lealtad al grupo extremista Estado Islámico en Mosul. Foto: Niqash

Cuando el pasado 4 de julio el autoproclamado «califa del Estado Islámico», Abu Bakr al Bagdadi, realizó su primera aparición pública en la Gran Mezquita de Mosul, muchos de los extremistas que le siguen asumieron que la ciudad iraquí sería la capital del nuevo «califato», al menos, de momento.

Mosul, la tercera ciudad más grande del país, situada a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad y donde viven cerca de 2 millones de personas, cayó en manos de los yihadistas suníes del entonces llamado Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL, ISIS en inglés) hace ya más de un mes. Desde entonces, la vida de sus habitantes ha cambiado radicalmente: coches de la «Policía Islámica» patrullan las calles, los detenidos son procesados en «cortes islámicas», en la frontera del área controlada por los insurgentes se cobran tasas de aduana, y guardianes de la moral religiosa vigilan los mercados locales para asegurarse de que las mujeres van vestidas «correctamente».

Este viernes, los militantes islamistas dieron un ultimátum a los cada vez menos cristianos que quedan en la ciudad: en un comunicado que fue leído en las mezquitas, el grupo Estado Islámico les dio de plazo hasta el próximo sábado para que acepten la llamada dhimma, un contrato usado antiguamente que ofrece protección a los no musulmanes que viven en sociedades islámicas a cambio de que se conviertan al islam o de que paguen un impuesto especial. Según el texto, los cristianos que no acepten ninguna de estas dos opciones, «morirán». Tras conocerse el ultimátum, miles de cristianos empezaron a huir hacia la vecina región del Kurdistán iraquí.

La siguiente crónica, escrita por Khales Joumah y publicada originalmente en Niqash, da una idea de cómo están las cosas ahora en Mosul.


Por Khales Joumah
Publicado en Niqash el 17/07/2014
Traducción del original en inglés

Hace tan solo dos días, Abu Zahra y su amigo, Abed Hamdoun, ambos de Mosul, podrían haberse visto obligados a matarse el uno al otro si se hubieran encontrado en la calle. Hoy, sin embargo, en la ciudad del norte de Irak tomada recientemente por los musulmanes suníes extremistas, ambos pueden estrecharse la mano. Zahra estaba tan feliz que se le saltaban las lágrimas.

Zahra es un miembro destacado del grupo extremista conocido ahora como Estado Islámico (EI), mientras que Hamdoun pertenece a un grupo extremista distinto, Ansar al-Islam. Los dos grupos habían estado luchando hasta ahora debido a políticas internas relacionadas con la organización matriz a la que cada uno decía pertenecer.

La nueva alianza entre estos dos extremistas se debe a que que Ansar al-Islam juró lealtad al EI un día después del sermón realizado por el líder de este grupo en Mosul. Y Hamdoun estaba al frente de un grupo de combatientes que entró en la ciudad para jurar lealtad públicamente al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi.

A finales de junio, el EI anunció la creación de un «califato islámico» en las zonas de Irak y Siria que están bajo su control. A pesar de que han recibido ayuda de varios grupos para conseguir este objetivo, el EI asegura que está al mando del territorio y que los demás grupos deben jurar lealtad a su líder, Al Bagdadi. Ansar al-Islam, el segundo grupo de militantes más grande de Mosul, se oponía al EI, pero ahora ha decidido unirse y acatar sus órdenes.

No son los únicos que han jurado lealtad a Al Bagdadi. También lo han hecho un número indeterminado de otros grupos que operan en la ciudad, así como varios grupos tribales. Estos últimos han sido vistos desfilando hacia los cuarteles del EI (situados en los edificios de las autoridades locales) enarbolando pancartas, cantando eslóganes y prometiendo fidelidad al Estado Islámico.

El EI también ha sido capaz de movilizar a gente más joven. Muchos habitantes de la ciudad de entre 15 y 30 años de edad se unieron al juramento de lealtad. Un joven local, Ahmed Habib, relataba a Niqash que cuando preguntó qué implicaba apuntarse como voluntario en el EI, le respondieron que, si realizaba el juramento, debería obedecer a Al Bagdadi hasta la muerte, y que si en un futuro cambiaba de opinión y renunciaba al voto, sería considerado un apóstata. Los extremistas castigan la apostasía con la muerte.

El líder del EI, Al Bagdadi, fue filmado recientemente por el equipo de propaganda del grupo dirigiendo la oración en la emblemática Gran Mezquita de Al Nouri, en Mosul. Cuando acabó, se le acercaron varios grupos de hombres y un vecino preguntó qué estaba pasando. Le dijeron que los hombres estaban jurando lealtad. «De momento parece que el juramento es voluntario», indica este vecino, quien prefiere no dar su nombre por razones de seguridad. «La pelota sigue en el tejado de la gente local, pero eso no va a durar siempre», añade: «Pronto, todo aquel que no jure lealtad va a ser considerado enemigo».

La aparición pública de Al Bagdadi llenó de orgullo a muchos miembros del EI, quienes empezaron a decir abiertamente a los vecinos que la ciudad sería la capital del nuevo estado islámico, y que las «nuevas conquistas» se lanzarían desde Mosul.

En cualquier caso, el EI está actuando, ciertamente, como si Mosul fuese su capital, especialmente ahora que el «califa» se ha hecho presente en la ciudad, y que la gente le está jurando lealtad.

Como explica un analista en Long War Journal, una publicación que informa sobre las actividades de los extremistas y sobre las operaciones de seguridad que se llevan a cabo contra ellos, «la proclamación del califato causó polémica en los círculos yihadistas. Una crítica común era que los seguidores no pueden, ni deben, jurar lealtad a un líder a quien no han visto. En una época en la que es tan fácil difundir fotos y vídeos, esta crítica cobró mucho peso. Al líder del EI apenas se le había escuchado y eran pocos los que le habían visto. Antes de este nuevo vídeo tan solo existían unas pocas fotos confirmadas de Al Bagdadi. Pero Al Bagdadi y el EI respondieron produciendo un vídeo en el que el líder aparece dando un sermón de un modo relativamente calmado y confiado».

Las pruebas de que el EI ha empezado a fundar su estado son bastante obvias en Mosul: coches con el logo «Policía Islámica» empezaron a circular por toda la ciudad poco después de que el grupo estableciese varias cortes islámicas de justicia.

Uno de los primeros vecinos de Mosul llevado ante un juzgado islámico fue Yunis Hamid, el propietario de un generador que había estado vendiendo electricidad a viviendas situadas junto a la suya, y que fue denunciado ante la Policía Islámica. Cinco horas después de su «arresto», Hamis fue puesto en libertad y pudo volver a su casa. La familia lo celebró con una fiesta, y su madre insistió en que se abriese la camisa para comprobar que no tenía signos de tortura. Según rumores que circulan por Mosul, combatientes del EI han torturado a personas consideradas culpables. Los rumores no han podido ser confirmados, pero muchos lugareños creen que pronto empezarán a ver flagelaciones públicas en las calles.

Además de montar su propia administración, el EI está intentando también gestionar la economía. Mosul ha sido siempre un importante centro para sus asuntos financieros, y una significativa fuente de recursos para la financiación del grupo. Ahora, los combatientes del EI han intensificado su control en las entradas y salidas de la ciudad y recaudan tasas a los conductores de camiones que cruzan las «fronteras» con bienes o combustible. Un comerciante, Ali al Hamadani, aseguraba que uno de sus camiones, que transportaba tomates, solo fue autorizado a pasar la frontera después de que el conductor pagase 200 dólares.

Según cuenta Al Hamadi a Niqash, la «aduana islámica» se aplica a todos los bienes que se importan o exportan, incluyendo bombonas de gas: «Hemos tenido que duplicar el precio, y ahora cobramos hasta 10 dólares por bombona», indica. También se ha confirmado que comerciantes que trabajan para el EI están importando combustible de Irán y de Turquía, y vendiéndolo en el mercado negro a 1,50 dólares por litro, tres veces su precio original.

Asimismo, combatientes del EI han estado cogiendo dinero de bancos de Mosul, concretamente de los bancos Mesopotamia y Hadba, en el centro de la ciudad. Según relataron testigos, conductores enmascarados transportaban billetes de estos dos bancos entre grandes medidas de seguridad. Muy probablemente, este dinero se usa para pagar los sueldos de los combatientes del EI. Cada uno recibe un salario de 65 dólares al mes, y los casados tienen un extra de 25 dólares mensuales por cada hijo a su cargo.

Por otra parte, lo que puede describirse como la patrulla Hisbah del EI ha empezado a operar recientemente en la ciudad. Hisbah significa hacer todo de acuerdo a los mandamientos de Dios; hacer lo que se considera que está bien, y prohibir lo que se considera que está mal, según la doctrina religiosa. Miembros de esta patrulla han entrado en cafés locales y les han dicho a los propietarios que fumar no va a estar permitido. De momento ya han quemado montones de tabaco. También han hecho acto de presencia en tiendas de ropa y han comunicado a los dueños que no van a poder seguir vendiendo prendas ajustadas, ni para mujeres ni para hombres. La venta pública de lencería femenina ya ha sido prohibida.

Los integrantes de esta patrulla recorren los mercados observando a todo el mundo. Hace dos días, uno de ellos detuvo a dos jóvenes recién casados en el conocido mercado de Saryajana y, en voz baja, le dijo al marido que le dijera a su esposa que vistiese «decentemente». La mujer, según aseguró el miembro de la patrulla, llevaba mucho maquillaje y un vestido demasiado estrecho. El joven se ruborizó y, avergonzado, cogió a su esposa de la mano y ambos salieron del mercado. «Nos iremos de Mosul y no volveremos mientras esta gente siga aquí», le escucharon decirle a su mujer.


Artículo original (en inglés): All islamic, all the time – Mosul set to become caliphate’s capital

La nueva vida en Mosul, ‘capital’ del ‘califato’

Cuando el pasado 4 de julio el autoproclamado «califa del Estado Islámico», Abu Bakr al Bagdadi, realizó su primera aparición pública en la Gran Mezquita de Mosul, muchos de los extremistas que le siguen asumieron que la ciudad iraquí sería la capital del nuevo… Leer

Mezquita destruida en Irak por milicianos de Estado Islámico

Autoconstituidos ya oficialmente en «califato» (con pasaporte incluido), los milicianos del ahora llamado Estado Islámico (antes, EIIL –Estado Islámico de Irak y el Levante–) han comenzado su anunciada destrucción de mezquitas sufíes y chiíes en Mosul, la ciudad iraquí que controlan desde que se inició su espectacular ofensiva a mediados de junio. Según informan fuentes del aparato de seguridad iraquí, los fanáticos, extremistas de la rama suní del islam, también habrían sustituido las cruces de decenas de iglesias cristianas por la bandera negra yihadista.

Al igual que han ido haciendo hasta ahora con otras fotos propagandísticas, como las de las terribles ejecuciones sumarias de grupos de soldados iraquíes, las imágenes de las demoliciones (entre ellas, las que acompañan esta entrada) han sido publicadas esta semana por los propios yihadistas a través de las redes sociales en Internet. Bajo el epígrafe «Demolición de santuarios e ídolos en el wali [provincia] de Nínive», las fotos muestran que las destrucciones se llevan a cabo con grandes cantidades de explosivos e incluso a golpes de excavadora.

Poco después de entrar en Mosul, los milicianos del entonces EIIL ya recordaron que su postura sobre los santuarios, tumbas y sitios de culto en general «es conocida», es decir, que serían destruidos. En su interpretación radical del islam, los salafistas presentes en las filas de este grupo llevan a rajatabla el precepto religioso que considera la veneración de este tipo de lugares como idolatría, y no dudan en acabar con ellos, como han hecho ya en varias zonas de Siria.

El califa

Y, mientras, el autoproclamado «califa del Estado Islámico», Abu Bakr al Bagdadi, realizó esta semana su primera aparición pública (solo se conocían un par de fotografías suyas, una de ellas difundida hace algún tiempo por el Gobieno iraquí), y lo hizo durante la oración del viernes, el día sagrado musulmán, en la Gran Mezquita de Mosul.

El hasta ahora esquivo e ‘invisible’ jefe yihadista, rebautizado como Califa Ibrahim, aparece en un vídeo, cuya autenticidad no ha sido contrastada por fuentes independientes, subido a un púlpito y dirigiendo la oración. En su sermón, el líder del Estado Islámico insta a todos los musulmanes a sumarse al califato para «colmar sus aspiraciones de dignidad, poder, derechos y liderazgo». «Aunque no soy el mejor de entre vosotros, yo soy el wali (líder) que os preside, así que si tengo razón, ayudadme. Si veis que estoy equivocado, aconsejadme y devolvedme al camino correcto. Y obedecedme mientras yo obedezca a Dios», dice.

El vídeo con el discurso completo de Al Bagdadi, transcrito y traducido al inglés, puede verse aquí.

Para el periodista Jordi Pérez Colomé, el califato, proclamado por los yihadistas el pasado domingo, es «la mayor novedad yihadista desde el 11-S»:

El nuevo califato es importante por tres motivos: uno, es un polo de atracción para yihadistas de todo el mundo. Si alguien quiere unirse a la guerra santa, solo debe llegar a la frontera turca con Siria. Allí empezará su vida de hombre nuevo. Dos, controlar territorio es un modo de asegurarse ingresos gracias a impuestos y venta de recursos. Tres, es un santuario seguro para preparar ataques.

[…] Estado Islámico fue hace unos años Al Qaeda en Irak, pero desde febrero se desvinculó del grupo que dirigía Osama bin Laden. La competencia por ser el primer grupo yihadista es importante para conseguir más reclutas y recursos: unos intentan atacar el gran poder americano; otros quieren un riguroso Estado islámico.

El califato es «el mayor desarrollo en el yihadismo internacional desde el 11-S», dice Charles Lister, de la [Institución] Brookings Institution. Marca una nueva época: ni en Yemen, ni en Somalia ni en Mali se unieron todas estas carracterísticas. Falta ahora por ver su capacidad de éxito.

Sobre el terreno, el principal escenario de los combates entre los yihadistas y las fuerzas gubernamentales iraquíes es ahora la ciudad de Tikrit, prácticamente abandonada ya por la población, de mayoría suní.

La web del New York Times incluye un espectacular mapa interactivo en el que puede seguirse la evolución del conflicto. El siguiente mapa, del mismo diario, recoge las ciudades controladas por el Estado Islámico y las que continúan en disputa. Está actualizado al 1 de julio.


Más información y fuentes:
» Los yihadistas destruyen mezquitas sufíes y chiíes y asaltan iglesias de Mosul (Europa Press)
»Abu Bakr al-Baghdadi, the jihadist ‘caliph’ (AFP)
» El vídeo del nuevo «califa» de Irak, un signo del poder creciente del Estado Islámico (AFP)
» Abu Bakr al-Baghdadi emerges from shadows to rally Islamist followers (Martin Chulov, en The Guardian)
» Por qué el califato es la mayor novedad yihadista desde el 11-S (Jordi Pérez Colomé, en World Wide Blog)
» The Islamic State Restores the Caliphate (pietervanostaeyen)
» The caliphate illusion: «Restoring» what never was (Khaled Diab, en The Chronikler)
» Jihadist thinker says Islamic caliphate will cause Islamist infighting (Reuters)
» Muslim leaders reject Baghdadi’s caliphate (Al Jazeera)
» El Estado Islámico emite un pasaporte oficial del Califato (Europa Press)
» A Rogue State Along Two Rivers (The New York Times)

El ‘califato’ se presenta en sociedad

Autoconstituidos ya oficialmente en «califato» (con pasaporte incluido), los milicianos del ahora llamado Estado Islámico (antes, EIIL –Estado Islámico de Irak y el Levante–) han comenzado su anunciada destrucción de mezquitas sufíes y chiíes en Mosul, la ciudad iraquí que controlan desde que se… Leer

Ciudadela de Erbil, en Irak. Foto: Jan Kurdistani / Wikimedia Commons

Podría haber sido una gran noticia para Irak, pero, desgraciadamente, el país no está para celebraciones. La Unesco anunció este sábado la incorporación de la Ciudadela de Erbil, en la capital del Kurdistán iraquí, a su lista de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Es el cuarto lugar de Irak que logra ingresar en ese selecto club, al que pertenecen ya Hatra, al suroeste de Mosul, y Ashur y Samarra, en la provincia de Saladino. Es, también, el único de los cuatro que no se encuentra actualmente en una zona controlada por los insurgentes yihadistas del EIIL (Estado Islámico de Irak y el Levante, o ISIS, por sus siglas en inglés), quienes han destruido ya parte del legado cultural de Mosul, en un área donde están, entre otras joyas históricas, las ruinas de Nínive, la capital de la antigua Asiria.

La decisión de la Unesco de otorgar una especial protección a la Ciudadela de Erbil parece reflejar la gran preocupación existente en este organismo de la ONU por el futuro de los monumentos iraquíes. No es una preocupación infundada. En su interpretación extrema del islam suní, los salafistas presentes en las filas del EIIL y de otros grupos semejantes consideran la veneración de estatuas y tumbas como idolatría, y no dudan en destruirlas, como han hecho ya en varios lugares de Siria.

Testimonios recogidos hace unos días por la agencia Reuters señalaban que, tras la toma de Mosul por parte del EIIL, sus milicianos destruyeron estatuas de poetas y parte del santuario del historiador y filósofo del s. XII Ibn Tahir. En un llamamiento realizado poco después de la entrada de los yihadistas en la ciudad, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, pidió «a todos los iraquíes» que «se muestren unidos en la protección del patrimonio cultural del país», ya que «representa un testimonio único de humanidad, de los orígenes de nuestra civilización y de la coexistencia interétnica e interreligiosa».

Erbil, sede del gobierno regional kurdo y la tercera ciudad más grande de Irak, después de Bagdad y de la propia Mosul, está, de momento, fuera del alcance del EIIL, pero la distancia que la separa de esta última es de tan solo 80 kilómetros.

Por ahora, la capital kurdo-iraquí sigue siendo considerada un lugar seguro y, de hecho, se ha convertido en uno de los principales destinos de los refugiados que huyen del avance de los yihadistas. La población, sin embargo, es consciente del peligro, algo que se ha reflejado estos días en las largas colas que se formaban en las gasolineras mientras el ejército iraquí combatía a los rebeldes en la estratégica refinería de Baiji, cuyo control retomaron finalmente las fuerzas gubernamentales.

La Ciudadela de Erbil es un asentamiento fortificado construido en la cima de un imponente tell (un montículo creado por las distintas generaciones que lo fueron reconstruyendo en el mismo lugar). En su descripción del sitio, la Unesco señala que los muros ininterrumpidos de fachadas y viviendas del siglo XIX «continúan dando la impresión visual de una fortaleza inexpugnable que domina la ciudad». El peculiar trazado de sus calles, en forma de abanico, data de la fase otomana tardía de Erbil, emplazamiento que tiene su origen en la antigua Arbela, un importante centro político y religioso asirio. Los descubrimientos y las excavaciones arqueológicas realizadas sugieren que la colina oculta estratos y vestigios todavía más antiguos.

(Junto con la Ciudadela de Erbil, la Unesco ha declarado también Patrimonio de la Humanidad otros seis lugares: la Puerta de La Meca, en el centro histórico de Yeda (Arabia Saudí); la antigua fábrica manufacturera de Tomioka, en Japón; la factoría Van Nelle, en Holanda; el sistema vial andino conocido como Camino del Inca, o Qhapac Ñan (en Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador); la antigua ciudad maya y los bosques tropicales protegidos de Calakmul, en Campeche (México), y la parte carolingia de la abadía de Corvey, en Alemania.)


Más información y fuentes:
» Sites in Iraq, Japan, the Netherlands and Saudi Arabia inscribed on World Heritage List (Unesco)
» Militants destroy philosopher’s tomb, poets’ statues in Iraq (Reuters)
» The Director-General of UNESCO Irina Bokova calls on Iraqis to stand united around their cultural heritage (Unesco)
» Los extremistas destruyen el legado cultural de Mosul (El País)
» If Erbil’s so safe, why is everyone at the gas station? (Global Post)

Leer también:
» La explosión yihadista dinamita Irak y emborrona aún más el frágil mapa de Oriente Medio

Erbil, un nuevo Patrimonio de la Humanidad para un Irak que se hace trizas

Podría haber sido una gran noticia para Irak, pero, desgraciadamente, el país no está para celebraciones. La Unesco anunció este sábado la incorporación de la Ciudadela de Erbil, en la capital del Kurdistán iraquí, a su lista de lugares declarados… Leer

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