Estambul

Ekrem İmamoğlu
El alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, en junio de 2019. Foto: Mark Lowen / Wikimedia Commons

El alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, fue condenado el pasado 14 de diciembre por un tribunal turco a dos años y siete meses de prisión por insultar a funcionarios en unos comentarios realizados hace tres años. El impacto de esta sentencia se dejará sentir en un acontecimiento que tendrá lugar dentro de tan solo unos meses: las elecciones presidenciales turcas.

Si el tribunal de apelación confirma la condena ‒basada en un discurso de 2019 en que el İmamoğlu supuestamente llamó «tontos» a los miembros del consejo electoral supremo de Turquía‒, el alcalde no podrá seguir ocupando ningún cargo político. Con ello, el presidente, Recep Tayyip Erdoğan, gana por partida doble: además de retomar el control de Estambul, impediría potencialmente que su mayor contrincante se presentara a las elecciones de junio de 2023.

Sin embargo, obedezca o no a motivos políticos, la sentencia podría no tener el resultado que esperan los rivales de İmamoğlu, como debería saber bien el propio Erdoğan. El largo camino del presidente turco hacia el dominio político comenzó, precisamente, con su elección como alcalde de Estambul en 1994. La élite laicista, que en aquel momento dominaba la política turca y temía el auge del conservadurismo religioso de Erdoğan, le prohibió hacer política mediante una decisión judicial que le llevó a la cárcel durante cuatro meses por incitar al odio religioso en un discurso. Aquella sentencia, de hecho, no hizo sino reforzar el apoyo al actual presidente. Tal vez de forma similar, la condena a İmamoğlu fue seguida de la salida a la calle de miles de sus seguidores en señal de protesta.

La popularidad a la baja de Erdoğan

El veterano presidente es un político pragmático. Durante más de 25 años, Erdoğan ha seguido una doble estrategia para afianzar su control del poder: conseguir legitimidad ganando elecciones y, al mismo tiempo, consolidar el poder a través de una larga lista de métodos autoritarios, como encarcelar a periodistas y calificar de «terroristas» a figuras de la oposición.

Sin embargo, las elecciones de 2023 se van a celebrar en un momento en el que la posición de Erdoğan en Turquía parece más débil, ya que las encuestas sugieren que podría perder frente a alguno de los posibles aspirantes, a la espera de que la oposición anuncie quién concurrirá a los comicios.

Las elecciones municipales de Estambul de 2019 supusieron un punto de inflexión en la suerte política de Erdoğan. İmamoğlu, el candidato de su principal oposición, el Partido Republicano del Pueblo, ganó frente al candidato del Partido Justicia y Desarrollo de Erdoğan. El presidente no aceptó la derrota y apoyó la anulación de los comicios mediante una decisión del consejo electoral supremo, lo que motivó el comentario de «tontos» de İmamoğlu.

En la repetición de las elecciones, İmamoğlu volvió a ganar, con un margen aún mayor.

Desde 2019, la popularidad de Erdoğan ha disminuido aún más, según la mayoría de las encuestas publicadas. Actualmente es menos popular que İmamoğlu y que el alcalde de Ankara, Mansur Yavas, del mismo partido de la oposición.

Una de las principales razones del problema de popularidad de Erdoğan es la actual crisis económica. La tasa de inflación anual de Turquía se ha disparado por encima del 80%. En una encuesta nacional de febrero de 2021, el 50% afirmó que la pobreza les obligaba a saltarse comidas.

La crisis económica está directamente asociada al gobierno de Erdoğan, que ha provocado una fuga de cerebros y ha estado marcada por políticas financieras equivocadas, especialmente su insistencia en bajar los tipos de interés para reducir la inflación, algo que va en contra de lo que prescribirían la mayoría de los economistas.

Si la oposición sigue una estrategia razonable, y los comicios son justos y libres, Erdoğan se encamina hacia la derrota en las elecciones de junio de 2023.

No obstante, los observadores temen que intente jugar con el sistema o cambiar las reglas para ganar las elecciones y mantener sus poderes superpresidenciales durante cinco años más.

Erdoğan ya ha trabajado para establecer unos medios de comunicación obedientes, mediante la confiscación, el capitalismo de amiguetes y la represión, e incluyendo la detención y encarcelamiento de periodistas. En octubre, Erdoğan promulgó una nueva «ley de censura» para criminalizar aún más a los periodistas y controlar las redes sociales.

También ha estrechado lazos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y ha normalizado relaciones con los príncipes herederos de Arabia Saudí, y de Emiratos Árabes Unidos, Mohammed Bin Salman y Mohammed Bin Zayed, en un intento de fomentar su apoyo financiero de cara a las elecciones.

¿Se repetirá la historia?

Y luego está el ataque directo a las figuras de la oposición. Si İmamoğlu es encarcelado, no será el único político importante que languidece en las prisiones turcas.

Selahattin Demirtas, ex copresidente del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos, lleva más de seis años entre rejas. Demirtas apoyó a İmamoğlu durante las elecciones municipales de 2019 y ha criticado la nueva sentencia judicial contra el alcalde de Estambul.

Es una muestra de lo que convierte a İmamoğlu en una amenaza electoral potencialmente potente para Erdoğan: su capacidad para atraer a votantes de varios segmentos de la sociedad. Puede conseguir el minoritario pero crucial voto kurdo, y mantener a la vez sólidas relaciones con los políticos nacionalistas. Pertenece a un partido laico, pero es capaz de recitar el Corán en público para atraer a los votantes religiosos. Lo que Erdoğan teme es una figura de la oposición que pueda servir como candidato de «gran carpa».

Esto ayudó a İmamoğlu a derrotar al partido de Erdoğan en Estambul dos veces en 2019. En unos meses, veremos si puede conseguir el mismo logro en el escenario nacional, aunque eso solo puede suceder si İmamoğlu puede presentarse legalmente.

El peligro para Erdoğan es que la popularidad de İmamoğlu podría aumentar si la población turca considera que su encarcelamiento obedece a motivaciones políticas. De ser así, la historia podría repetirse en Turquía, solo que esta vez para desgracia de Erdoğan.


Ahmet T. Kuru es catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de San Diego (EE UU). Se doctoró en la Universidad de Washington y ocupó un puesto de posdoctorado en la Universidad de Columbia. Su libro Islam, Authoritarianism, and Underdevelopment: A Global and Historical Comparison (Cambridge University Press, 2019) recibió el Premio de la Sección de Historia y Política Internacional de la Asociación de Ciencias Políticas de EE UU. Kuru es también autor del premiado Secularism and State Policies toward Religion: The United States, France, and Turkey (Cambridge, 2009) y coeditor (con Alfred Stepan) de Democracy, Islam, and Secularism in Turkey (Columbia, 2012).


Publicado originalmente en The Conversation bajo licencia Creative Commons el 15/12/2022
Traducción del original en inglés: Why Istanbul’s mayor was sentenced to jail – and what it means for Turkey’s 2023 presidential race

Por qué ha sido condenado a prisión el alcalde de Estambul y cómo afecta la sentencia a las presidenciales de 2023

Ekrem İmamoğlu

El alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, fue condenado el pasado 14 de diciembre por un tribunal turco a dos años y siete meses de prisión por insultar a funcionarios en unos comentarios realizados hace tres años. El impacto de esta… Leer

Interior de Santa Sofía, en Estambul. Foto: Abdullah Öğük / Unsplash

En apenas un mes, dos antiguas iglesias bizantinas de Estambul utilizadas como museos durante décadas, la famosa Santa Sofía y la de San Salvador de Cora, han sido convertidas en mezquitas. La medida ha sido recibida con preocupación. Y la comunidad greco-ortodoxa de la ciudad siente que lo que está en juego va más allá de estos dos monumentos.

Los griegos ortodoxos de Estambul, los Rum Polites, constituyen la mayor parte de los feligreses del Patriarcado Ecuménico, el centro tradicional de la Iglesia Ortodoxa Oriental. Numerosos e influyentes durante las épocas bizantina y otomana, en la actualidad representan una pequeña minoría de apenas 2.000 personas. Las experiencias traumáticas que han sufrido a lo largo de la historia, incluyendo pogromos y expulsiones, han provocado que estén dispersos por todo el mundo. Pero los Rum Polites siguen manteniendo una fuerte conexión con Estambul y con su herencia bizantina, palpable en hitos arquitectónicos como Santa Sofía y Cora.

Tanto Santa Sofía como San Salvador de Cora eran iglesias reverenciadas en la Constantinopla bizantina. Santa Sofía, cuyo ingenio arquitectónico asombró al mundo, fue la iglesia imperial del Imperio Bizantino. Cora formaba parte de un complejo monástico rural y estaba ricamente adornada con impresionantes mosaicos y frescos.

Parte central del mosaico de la Dormición de la Virgen, en la naos de la iglesia bizantina de San Salvador de Cora, en Estambul. Foto: Dosseman / Wikimedia Commons

Los dos lugares fueron convertidos en mezquitas por los otomanos: Santa Sofía, inmediatamente después de la caída de Constantinopla en 1453, y Cora medio siglo después. Ya en las décadas de 1930 y 1940, durante la República de Turquía, Santa Sofía y Cora fueron transformadas en museos, en consonancia con el espíritu laico y la actitud orientada hacia Occidente del nuevo Estado. Las representaciones de figuras en los mosaicos y frescos, que habían sido cubiertas de yeso por los otomanos, fueron sacadas de nuevo a la luz durante este periodo, mediante extensos proyectos de restauración.

La solución republicana ha sido deshecha con los recientes decretos presidenciales de Recep Tayyip Erdoğan que han reconvertido oficialmente Santa Sofía y Cora en mezquitas.

Al igual que muchos otros habitantes de Estambul, los Rum Polites temen que la transformación de iglesias históricas bizantinas en mezquitas suponga la decadencia de la identidad cosmopolita de la ciudad y de su historia de múltiples capas. «No debería existir una competición entre civilizaciones, especialmente en una ciudad tan culturalmente rica como Estambul, capital de un imperio durante más de 1.500 años», señaló Laki Vingas, presidente de la Asociación de Fundaciones Rum, tras la conversión de Cora.

Como museos, Santa Sofía y Cora personificaron el pasado bizantino y otomano, y fueron símbolos de la coexistencia entre múltiples religiones. Su conversión implica una jerarquía que da prioridad a su pasado islámico sobre todas las demás capas.

Retórica de conquista

La decisión de Erdoğan es el reflejo de una retórica de conquista que intensifica la alienación del pasado cristiano de Estambul.

En el discurso del pasado 10 de julio en el que anunció la decisión de abrir Santa Sofía, el presidente turco destacó que la conversión de la antigua basílica satisfaría «el espíritu de conquista» de Mehmet II. El 24 de julio, Ali Erbas, jefe de la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía, pronunció el primer sermón del viernes en Santa Sofía con una espada en la mano, simbolizando asimismo una tradición de conquista. Podría decirse que semejante discurso marca a los no musulmanes de Turquía como sujetos reconquistados y ciudadanos de segunda clase.

Santa Sofía, en Estambul. Foto: Arild Vågen / Wikimedia Commons

El arzobispo Elpidoforos, de la Archidiócesis Ortodoxa Griega de América, y natural de Estambul, dijo a la BBC que Santa Sofía evoca «sentimientos especiales por cualquier cristiano, especialmente por los ortodoxos, que están más directamente relacionados con este monumento». Y añadió: «Soy un ciudadano turco, y no quiero que el estado tenga mentalidad de conquistador, porque no me considero parte de una minoría conquistada. Quiero sentirme en mi propio país como un ciudadano más».

En otra declaración igualmente personal y emotiva, el arzobispo de Constantinopla – Nueva Roma y Patriarca Ecuménico, Bartolomé I, dijo sentirse triste y «herido» por la conversión.

¿Qué está en juego?

Las reconversiones de Santa Sofía y Cora en mezquitas pueden deberse a los muchos desafíos a los que se enfrenta Erdoğan, incluyendo sus maniobras para ganar poder geopolítico, su batalla contra el legado laicista del fundador de la Turquía moderna, Kemal Ataturk, su llamada al nacionalismo religioso para revivir su popularidad electoral, o sus tácticas para desviar la atención de la caída en picado de la economía turca. Sin embargo, como advierte el historiador rum Foti Benlisoy, sería un error pensar que se trata únicamente de conseguir pequeñas victorias en la política interna.

Según sostiene Benlisoy, estos actos de reislamización o desoccidentalización probablemente reflejan una orientación «neo-otomana» hacia la construcción de una «identidad nacional alternativa» basada en la polarización. Esta guerra cultural conduce a un clima hostil que, especialmente para las comunidades vulnerables como los Rum Polites, pone en peligro aún más su supervivencia en la ciudad.

Parte trasera de la iglesia de San Salvador de Cora, en Estambul. Foto: G Da / Wikimedia Commons

La comunidad de los Rum Polites es una parte tan valiosa del patrimonio cosmopolita de la ciudad como lo son Santa Sofía y Cora. Las urbes metropolitanas como Estambul deben abrazar su legado multicultural en su totalidad, tanto en el tejido urbano como en la diversidad cultural, y crear un lugar seguro para la convivencia. De lo contrario, la identidad de la propia ciudad puede verse en peligro.

Algunos monumentos son tan grandiosos que su impacto va más allá de los habitantes de la ciudad en que se encuentran, o incluso de los visitantes; pertenecen a la humanidad. Sin embargo, siguen siendo la principal referencia para algunos lugareños, o para sus compañeros de la diáspora, cuya identificación con la ciudad se materializa a través de esos monumentos. Es el caso de Santa Sofía y Cora para la comunidad ortodoxa griega de los Rum Polites, en Estambul y más allá.


Ilay Romain Ors es investigadora del Centro de Migración, Políticas y Sociedad (COMPAS) de la Universidad de Oxford. Actualmente vive en Grecia y trabaja en un proyecto de investigación sobre las migraciones en el Mar Egeo, financiado por la Independent Scholar Research Foundation.

Tuğba Tanyeri-Erdemir es investigadora en el Departamento de Antropología de la Universidad de Pittsburgh. Su trabajo se centra en la vertiente etnográfica de los edificios religiosos históricos reconvertidos, la gestión del patrimonio cultural de sitios sagrados y la reutilización y museificación del patrimonio religioso.


Publicado originalmente en The Conversation bajo licencia Creative Commons el 15/9/2020
Traducción del original en inglés
: Former Byzantine churches are being converted to mosques – this threatens Istanbul’s cosmopolitan identity

Un golpe a la identidad cosmopolita de Estambul

En apenas un mes, dos antiguas iglesias bizantinas de Estambul utilizadas como museos durante décadas, la famosa Santa Sofía y la de San Salvador de Cora, han sido convertidas en mezquitas. La medida ha sido recibida con preocupación. Y la… Leer

Hamit Görele (1903–1980)

En una Turquía que, a juzgar por los últimos resultados electorales, presenta una cara cada vez más conservadora, el cuerpo humano al desnudo ha encontrado un hueco de excepción en el Museo Pera de Estambul, que acoge desde el pasado 25 de noviembre la exposición Bare, Naked, Nude: A Story of Modernization in Turkish Painting (Desnudo −en las tres palabras que en inglés aluden al término−: una historia de la modernización en la pintura turca).

La muestra reúne unos 150 trabajos −numerosos bocetos, dibujos y estudios académicos entre ellos− de medio centenar de artistas turcos de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, y su objetivo es, en palabras de los organizadores, «revelar la transformación del Imperio Otomano en la República, y cómo estas obras, creadas en secreto a principios del siglo pasado, crearon una nueva perspectiva para la época».

Nuri İyem (1915-2015)

La exposición se centra en presentar el esfuerzo de los artistas por superar la fuerte resistencia cultural existente, tanto entonces como ahora, hacia las representaciones pictóricas de desnudos, no solo por creencias religiosas asociadas al islam, y en un entorno que estaba dominado aún por bodegones, naturalezas muertas y paisajes.

Así, y según explican los organizadores, la muestra refleja también la evolución de los propios creadores, que van pasando de ser «sujetos» del sultán, a «individuos», así como «el dolor que supone la transición hacia una nueva mentalidad», y la lucha interna entre la identidad del artista como tal y su propia identidad turco-musulmana.

Otro aspecto importante es el modo en que estos desnudos contribuyen a establecer una nueva percepción del cuerpo femenino (hasta entonces relacionado casi exclusivamente con la privacidad y el aislamiento) más allá de la sexualidad, otorgando a la forma desnuda un sentido artístico más moderno y humanizado. En el contexto de la evolución del arte turco, recogiendo influencias estéticas de Occidente, y desafiando el conservadurismo imperante en la cultura islámica, el cuerpo humano ya no es solo un objeto representable, sino una forma artística en sí.

Cemal Tollu (1899-1968)

En una reseña sobre la exposición, el diario Hürriyet destaca, en su edición en inglés, cómo, poco a poco, el desnudo se va «normalizando» en el ambiente artístico de Estambul, a pesar de un contexto en el que el mero uso de personas como modelos (desnudas o vestidas, hombres o mujeres) fue objeto de una gran polémica cuando se inauguró la primera academina de bellas artes de la ciudad.

A principios del siglo XX los artistas turcos comenzaron a tener la oportunidad de trabajar con modelos masculinos en la Academia de Bellas Artes, y, más tarde, también con modelos femeninos. Algunos de ellos pudieron asimismo ir a estudiar a Europa… El cuerpo humano se fue transformando, a través de un repertorio infinito de poses, en un género pictórico más, como el paisaje, el bodegón o el autorretrato.

Al mismo tiempo, y debido a que se trata de un género que aún era asociado principalmente a la representación del cuerpo femenino, el desnudo asumió un significado simbólico no solo en términos de conservadurismo cultural frente a modernidad, sino también como evidencia del sesgo de género existente en los planteamientos artísticos. La idea, legitimada en Occidente, de que el desnudo evoca tan solo el cuerpo femenino, encontró también su reflejo en la pintura turca.

El Museo Pera, situado en el distrito homónimo de Estambul (Beyoğlu, en su denominación turca actual), y especializado en arte orientalista del siglo XIX, celebra este año el décimo aniversario de su inauguración. La exposición Bare, Naked, Nude: A Story of Modernization in Turkish Painting (Üryan, Çıplak, Nü; Türk Resminde Bir Modernleşme Öyküsü), comisariada por Ahu Antmen, permanecerá abierta al público hasta el próximo 7 de febrero.

Neset Günal (1923–2002), ‘Cuatro bellezas’

Más información y fuentes:
» Bare, Naked, Nude: A Story of Modernization in Turkish Painting (Pera Museum)
» The story of modernization in Turkish painting (Hürriyet)
» Nude painting in Turkish art scrutinized at exhibition (Daily Sabah)

El arte turco rescata sus desnudos

En una Turquía que, a juzgar por los últimos resultados electorales, presenta una cara cada vez más conservadora, el cuerpo humano al desnudo ha encontrado un hueco de excepción en el Museo Pera de Estambul, que acoge desde el pasado… Leer

Ilhan Berk

Soy una torre en Estambul. Prendí fuego a Estambul una mañana. Primero quemé la calle donde vivía ella. Aún se hallan entre mis recuerdos un niño, una mujer medio desnuda, un atardecer, aún se rezagan en mi memoria. Quemé los pájaros y los árboles. Sabemos que los pájaros y los árboles son incombustibles, ¿verdad? Pues los quemé. Vi su boca que no se podría cambiar por todo el oro del mundo. Su boca me recordaba sin cesar ríos, tiendas, soles, trenes, caminos, bazares. Sus brazos prendieron fuego a los ardientes ríos toda la noche, toda la noche como si no estuviéramos en el mundo.

Quizá estábamos en esas mañanas no tocadas aún por la mano de Ivi.
Eso era lo que decía yo.

Plantemos las flores, dije.
¡Basta ya! Que no siga doblado el mar.

Desdoblé el mar.

Ilhan Berk (Manisa, Turquía, 1918 – Bodrum, Turquía, 2008), en Mar de Galilea (1958)


Publicado en castellano en Mar de Galilea (Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, 2005). Traducción de Clara Janés y Çagla Soykan. Fuente: Clara Janés: La poesía turca contemporánea (Alétheia-MuiP).

Ilhan Berk, ‘Mar de Galilea’

Soy una torre en Estambul. Prendí fuego a Estambul una mañana. Primero quemé la calle donde vivía ella. Aún se hallan entre mis recuerdos un niño, una mujer medio desnuda, un atardecer, aún se rezagan en mi memoria. Quemé los pájaros y los árboles. Sabemos que los pájaros y los árboles son incombustibles, ¿verdad? Pues los quemé. Vi su boca que no se podría cambiar por todo el oro del mundo. Su boca me recordaba […]

Los tejados del Gran Bazar de Estambul, en una vista aérea. Foto: M. Erem Çalıkoğlu / SALT Research / Flickr

Las fuertes lluvias que cayeron la semana pasada sobre Estambul parecen haber dañado gravemente los históricos tejados que cubren el Gran Bazar, construidos hace más de 500 años, y que se encontraban ya en un estado preocupante de conservación, segun informa este jueves el diario turco Hurriyet.

Fotografías aéreas muestran que algunas de las grietas que aparecieron hace dos años en los tejados se han agrandado como consecuencia de la gran cantidad de agua caída recientemente. De hecho, varios arcos han tenido que ser reforzados con soportes de acero ante el aparente riesgo de derrumbe.

El diario añade que los daños existentes en el tejado del Gran Bazar se ven agravados por la existencia de una gran cantidad de depósitos de agua, aparatos de aire acondicionado y antenas de televisión por satélite, así como por las personas que suben para reparar o instalar estos objetos.

La preocupación por los tejados del Gran Bazar de Estambul se incrementó notablemente en el año 2012, cuando se rodó en ellos la escena de la persecución con motocicletas de la película Skyfall, de la serie de James Bond. Durante la filmación resultó dañada una columna de madera de 400 años de antigüedad.

Las autoridades municipales del distrito de Fatih, en el centro de Estambul, donde se encuentra el Gran Bazar, anunciaron a finales del pasado mes de febrero que está previsto llevar a cabo una restauración integral de todo el complejo histórico, para lo que se ha destinado un presupuesto inicial de 200 milllones de liras turcas (unos 95,6 millones de dólares).

El Gran Bazar de Estambul es uno de los mercados cubiertos más grandes del mundo, con un total de 22 puertas de acceso, 64 calles y más de 3.600 comercios. Entre 300.000 y 400.000 turistas lo visitan cada día.

A lo largo de su historia, el complejo ha sufrido más de 20 desastres, debidos, principalmente, a incendios y terremotos. Los dos incendios más graves ocurrieron el 20 de noviembre de 1651 y el 26 de noviembre de 1954. Tras el terremoto de 1894 se realizaron varias actuaciones de mejora que acabaron dándole su forma actual.

Primero James Bond y ahora la lluvia: el Gran Bazar de Estambul, de nuevo en peligro

Las fuertes lluvias que cayeron la semana pasada sobre Estambul parecen haber dañado gravemente los históricos tejados que cubren el Gran Bazar, construidos hace más de 500 años, y que se encontraban ya en un estado preocupante de conservación, segun… Leer

Una selección de fotografías tomadas en Oriente Medio esta semana. Pincha en los enlaces de las localizaciones para ver las imágenes.


Bam, Irán, 19/12/2013: Una jugadora de baloncesto entrena en un pabellón deportivo de Bam, la localidad iraní que hace ahora diez años, el 26 de diciembre de 2003, quedó arrasada por un terrible seísmo de 6,6 grados en la escala de Richter. Entre 35.000 y 46.000 personas (alrededor del 40% de la población total de la ciudad) murieron a causa del terremoto; 50.000 resultaron heridas y 80.000 perdieron su hogar. El 70% de las casas, la mayoría de ellas de construcción precaria, quedaron destruidas. Foto: Atta Kenare / AFP


Belén, Cisjordania (Palestina), 25/12/2013: Una niña enciende una vela en el interior de la Basílica de la Natividad, el lugar donde la tradición señala el nacimiento de Jesús, y al que cada año por estas fechas acuden miles de peregrinos cristianos de todo el mundo. Foto: Oren Ziv


Belén, Cisjordania (Palestina), 24/12/2013: Niños palestinos vestidos de Papá Noel, en las afueras de la Basílica de la Natividad. Foto: Majdi Mohammed / AP


Ammán, Jordania, 25/12/2013: Un refugiado iraquí, cristiano ortodoxo, asiste a la misa del día de Navidad en una iglesia de la capital jordana a la que acudieron familias iraquíes y sirias para rezar por sus respectivos países. Foto: Mohammad Hannon / AP


Mansura, Egipto, 24/12/2013: Un hombre trata de pasar entre los restos dejados por la explosión en un cuartel de la policía que mató a al menos una docena de personas, y dejó heridas a más de un centenar, el pasado martes. El Gobierno egipcio instaurado por los militares culpó del atentado a los Hermanos Musulmanes y al día siguiente declaró al grupo «organización terrorista». La Hermandad, sin embargo, condenó la acción y negó toda responsabilidad en el ataque. Foto: Ahmed Ashraf / AP


El Cairo, Egipto, 27/12/2013: Un manifestante se pone a cubierto durante los enfrentamientos de este viernres entre manifestantes en apoyo de los Hermanos Musulmanes y la policía, tras declarar el Gobierno provisional «organización terrorista» al grupo islamista. Una persona murió y cerca de 150 fueron detenidas durante los disturbios. Foto: Khaled Elfiqi / EPA


Beirut, Líbano, 27/12/2013: Un hombre lleva en brazos a una mujer herida tras el atentado con coche bomba que sacudió la capital libanesa a primeras horas de la mañana de este viernes. En la acción terrorista perdieron la vida un total de ocho personas, incluyendo al exministro de Finanzas Mohamed Chatah, economista, diplomático, antiguo consejero de los exjefes de gobierno Fuad Siniora y Saad Hariri, y probable objetivo del atentado. Foto: Bilal Hussein / AP


Beirut, Líbano, 29/12/2013: Familiares y amigos del exministro de Finanzas libanés Mohamed Chatah, asesinado el viernes en un atentado con coche bomba, durante el funeral. Foto: Bilal Hussein / AP


Rahat, Israel, 25/12/2013: Un grupo de beduinos se reúne en torno a la tumba de Salah Abu Latif, un beduino funcionario israelí de 22 años que fue asesinado, según el Gobierno israelí, por un francotirador palestino, cuando trabajaba en la valla de separación entre Israel y Gaza. Tras la muerte de Latif, el ejército israelí lanzó el martes una serie de ataques aéreos contra la Franja de Gaza, en los que, según fuentes palestinas, murió una niña de tres años de edad. Foto: Oded Balilty / AP


Bilin, Cisjordania (Palestina), 27/12/2013: Un joven palestino lanza piedras contra soldados israelíes durante un acto en contra de los asentamientos judíos en territorio ocupado por Israel, cerca de Ramala. Al fondo, el muro de separación israelí. Foto: Mohamad Torokman / Reuters


Estambul, Turquía, 27/12/2013: Manifestantes contra el Gobierno se enfrentan a la policía durante una protesta por el escándalo de corrupción que ha causado en apenas una semana la dimisión de tres ministros, el relevo de otros diez y la renuncia a sus escaños de tres parlamentarios del AKP, el partido islamista gobernante en Turquía. El escándalo ha destapado las luchas internas en el seno del islamismo turco y ha puesto contra las cuerdas al primer ministro, Racip Tayip Erdoğan. Las claves, aquí. Foto: Tolga Bozoglu / EPA


Homs, Siria, 25/12/2013: Un gorro de Papá Noel, entre las ruinas de un edificio destruido por las bombas. El papa Francisco dedicó a Siria una mención especial en su primer discurso de Navidad: «Demasiadas vidas ha destruido en los últimos tiempos el conflicto de Siria. Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo sirio se vea librado de sufrimientos, y las partes en conflicto permitan el paso de la ayuda humanitaria», dijo. Foto: Yazan Homsy / Reuters


Alepo, Siria, 29/12/2013: Varios niños cruzan con sacos llenos de pertenencias la zona de Karaj al Hajez, un pasaje en Alepo que separa el barrio de Bustan al Qasr, controlado por los rebeldes, del de Al Masharqa, bajo el control del régimen. Foto: Ammar Abdullah / Reuters


Alepo, Siria, 28/12/2013: Una niña es rescatada de entre las ruinas de un edificio que se vino abajo tras dos ataques aéreos de fuerzas del régimen, en el barrio de Maysar, según informaron activistas de la oposición siria. Foto: Jalal Alhalabi / Reuters

Esmirna, Turquía, 22/12/2013: Al menos 10 personas murieron y 17 resultaron heridas al naufragar un remolcador en un astillero militar cercano a la ciudad turca de Izmir (Esmirna), en el mar Egeo, por causas que aún se desconocen, y que están siendo investigadas, según informaron fuentes militares. Foto: Emin Menguarslan / Anadolu


Tel Aviv, Israel, 26/12/2013: Manifestación cerca de la sede del Ministerio de Defensa israelí, en contra de la liberación de prisioneros palestinos que llevará a cabo el Gobierno a partir de esta semana, como parte del acuerdo patrocinado por Estados Unidos en julio, dentro de los esfuerzos por reanudar las conversaciones de paz. Foto: Ammar Awad / Reuters


Beersheva, Israel, 26/12/2013: Pilotos de la Fuerza Aérea israelí lanzan sus gorras al aire celebrando su graduación, en la base aérea de Hatzerim, en el desierto del Neguev. Foto: Jack Guezjack / AFP


Estambul, Turquía, 27/12/2013: Dos niños, junto a una de las obras del escultor indio Anish Kapoor que se exhiben hasta el próximo mes de febrero en el museo Sakip Sabanci. Foto: Murad Sezer / Reuters


El Cairo, Egipto, 24/12/2013: Cuatro artistas egipcios, Hany Rashed, Ganzeer, Ahmed Hefnawy y Ammar Abu Bakr, han montado estos días en un hotel del centro de la capital del país la exposición Libertad, en lo que han denominado «Museo de la Revolución». La muestra incluye graffitis, pinturas, esculturas y hasta simulaciones de granadas de gas. Foto: Rowan El Shimi / Al Ahram. Más fotos, aquí.


Bursa, Turquía, 26/12/2013: El Ayuntamiento de la ciudad turca de Bursa, en el noroeste del país, ha decidido iluminar con tecnología LED los edificios históricos más emblemáticos de la localidad. Foto: Anadolu Agency. Más fotos, aquí.


Ciudad de Gaza, Gaza (Palestina), 29/12/2013: Un hombre cabalga por una playa a orillas del Mediterráneo. Foto: Hatem Moussa / AP

Las fotos de la semana

Una selección de fotografías tomadas en Oriente Medio esta semana. Pincha en los enlaces de las localizaciones para ver las imágenes.

Beyoğlu, Estambul, 1961. Foto: Maryam Şahinyan (Tayfun Serttas & Yetvart Tomasyan), Galatasaray – Maryam Şahinyan’s Photo Studio. Fuente: 20minutos.

Beyoğlu, Estambul, 1961. Fotografía de Maryam Şahinyan (Tayfun Serttas & Yetvart Tomasyan). Foto Galatasaray – Maryam Şahinyan’s Photo Studio.

Adén, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)

Si el clérigo aleman Georg Braun hubiese nacido cuatro siglos después, o si alguien le hubiera proporcionado una máquina del tiempo, es muy probable que nada de nuestra época le hubiese fascinado tanto como Internet. Las infinitas posibilidades que ofrece la Red a quienes quieran asomarse al mundo sin salir de casa le habrían dejado con la boca abierta. Toda la Tierra a un simple clic. O, como él mismo intentó crear hace 450 años, el planeta en un gran libro, un atlas-ventana no solo de mapas, sino también de imágenes, que ocupó buena parte de la vida de este canónigo de la catedral de Colonia, en una era extasiada por los descubrimientos, pero sin fotografías con las que alimentar la imaginación.

El Civitates Orbis Terrarum fue, como explica Wikipedia (ese otro gran atlas del conocimiento humano), un proyecto concebido como un complemento al atlas del mundo Theatrum Orbis Terrarum, elaborado por el geógrafo y cartógrafo flamenco Abraham Ortelius en el año 1570. A lo largo de sus sucesivas ediciones, el Civitates llegó a convertirse en la más completa colección de vistas panorámicas, planos y comentarios textuales de ciudades (543 ilustraciones en total) publicada en la Edad Moderna.

Braun fue el principal impulsor y el coordinador general de la obra, en cuya elaboración participó un amplísimo equipo formado por dibujantes, informantes y colaboradores de todo tipo. Los dibujos originales fueron realizados por varios autores, entre los que destaca Joris Hoefnagel (conocido también como Georg Hoefnagel o Hufnagel), artista flamenco que recorrió numerosos países para componer sus vistas. El grabador Franz Hogenberg fue el encargado de realizar la mayor parte de las planchas para la estampación.

Los textos en latín que acompañan a las imágenes, la mayoría redactados por el propio Braun, son de carácter descriptivo y aluden a la historia, la geografía y los aspectos sociales y económicos de cada ciudad. Braun se encargó también de adquirir los mapas que servirían de fuente a los grabados y de contratar a los artistas.

La obra se publicó en seis volúmenes, que aparecieron en los años 1572, 1575, 1581, 1588, 1598 y 1617. Braun, que murió octogenario en 1622, fue el único miembro del equipo original que llegó a ver publicado el sexto y último tomo. Después, el Civitates sería reimpreso y reeditado en numerosas ocasiones en varios países, y actualmente, como en ese viaje en el tiempo que no pudo hacer el canónigo alemán, pero a la inversa, podemos encontrar la mayor parte en Internet. La Universidad de Sevilla, por ejemplo, tiene digitalizados en alta resolución los libros primero, cuarto y quinto. Y en la web Historic Cities, un proyecto de la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Biblioteca Nacional y Universitaria Judía, podemos ver hasta 330 ilustraciones de ciudades incluidas en los seis tomos. Algunas imágenes ya han sido añadidas incluso a Google Earth.

Los siguientes extractos pertenecen a un interesante artículo sobre el Civitates Orbis Terrarum publicado en la revista digital Pax Celtíbera:

Por primera vez, esa especie de reciente aparición, el lector, se encontraba frente a un intento de presentarle de manera sistemática la mayor parte de las ciudades del mundo conocido por los europeos. Estas aparecían tratadas de manera realista, fiel, y no de modo fantasioso o imaginario, y para ello se recurría a un moderno estilo pictórico que hacía uso de las reglas de la perspectiva, recurriendo a una combinación de planos en dos dimensiones, de representaciones tridimensionales y de perspectivas a vista de pájaro. […]

[…] Los dos atlas, tanto el de Ortelius como el de Braun & Hogenberg, respondían a un creciente interés de los europeos por la naturaleza del mundo, si bien el Civitates sería diseñado bajo premisas mucho más populares que el Theatrum, a causa sin duda de la novedad y riesgo editorial que representaba una colección de vistas de ciudades frente al concepto ya establecido, y del que ya existían precedentes famosos, de un atlas del mundo. Este interés por tal tipo de obras puede explicarse tanto por la presencia de una ascendente clase media de cada vez mayor poder adquisitivo como por la creciente asequibilidad de los libros impresos.

Por otra parte, a finales del siglo XVI comenzaba a surgir, o tal vez mejor dicho, a resurgir, un género literario, el de la ‘literatura de viajes’, de enorme atractivo para un público que, alentado por descubrimientos y exploraciones, deseaba ‘viajar’ sin abandonar la comodidad de su hogar. […] Como escribiría Braun en su prefacio al libro tercero: «Qué podría ser más agradable que la lectura de estos libros y la observación de la forma de la Tierra desde la comodidad del propio hogar, ajeno a todo peligro… adornados con el esplendor de ciudades y fortalezas y, mediante la contemplación de estas figuras y la lectura de los textos que las acompañan, adquirir conocimientos que sólo podrían conseguirse, de manera parcial, con el sufrimiento de largas y penosas travesías».

La gran mayoría de las ciudades que conforman el Civitates son, obviamente, europeas (entre ellas, muchas españolas, grandes y pequeñas), pero los autores hicieron un gran esfuerzo por que la obra, teniendo en cuenta las limitaciones de la época, fuera lo más universal posible. Así, y según van avanzando las sucesivas ediciones, vamos viendo también reflejadas las principales urbes de Asia, África y América.

Entre las ciudades de Oriente Medio incluidas se encuentran Adén, Alejandría, Damasco, El Cairo, Estambul, Gallípoli y Ormuz. En el año en que se publicó el primer volumen (1572), todas ellas estaban sometidas al dominio del Imperio Otomano, recién expandido por Solimán el Magnífico.

La lámina correspondiente a Adén (en el encabezamiento de esta entrada), por ejemplo, viene acompañada del siguiente texto:

Adén, famoso centro de comercio en la Arabia Feliz [Península Arábiga], donde se juntan comerciantes de la India, Etiopía y Persia. Adén es una ciudad magnífica, bien fortificada gracias a su localización y su construcción, protegida por murallas y altas montañas, en cuyas cumbres flamean antorchas que muestran a los marinos el puerto. Antiguamente fue una península, pero debido a la actividad humana, ahora está completamente rodeada de agua.

Y en su comentario sobre la ciudad, situada en el actual Yemen, Braun añade:

Todos los que viajan a La Meca vienen aquí, y tan pronto como un barco entra en el puerto, llegan los soldados del sultán y les interrogan para saber de dónde han venido, qué bienes llevan consigo y cuánto tiempo han estado navegando, y luego les confiscan el mástil, las velas y similares. Esto lo hacen para que los barcos no puedan partir sin pagar el peaje.

Alejandría, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
El Cairo, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
Damasco, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
Estambul, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
Gallípoli, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
Ormuz, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)
Adén, en el ‘Civitates orbis terrarum’, vol. I (1572)

Imágenes: The Hebrew University of Jerusalen & The Jewish National & University Library

Más información y fuentes:
» Civitates orbis terrarum (Wikipedia)
» Georg Braun (Wikipedia)
» Civitates orbis terrarum (Historic Cities)
» Historia de la cartografía. Civitates Orbis Terrarum (Pax celtíbera)
» City atlas by Braun and Hogenberg (Sanderus Antiquariaat)
» Antique map of Aden (Sanderus Antiquariaat)

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