mujer

Obras del pintor egipcio Mahmoud Said (1897-1964).

Obras del pintor egipcio Mahmoud Said (1897-1964).

Imagen del documental ‘Girls FC’, de Al Jazeera

Klodi Salami: «Recuerdo que cuando empezamos fue duro. La gente se negaba a ir a ver chicas en pantalón corto practicando un deporte de hombres. Nos criticaban por llevar pantalones cortos. Y los chicos iban a los partidos solo para poder ver chicas jugando en pantalón corto. Pero ahora la gente lo acepta mejor, e incluso las chicas jóvenes se están empezando a interesar por el fútbol».

Marian Bandak: «Existe esa creencia de que el lugar de las mujeres palestinas, y de las mujeres árabes en general, está en la cocina, de que nuestro único papel es cocinar y cuidar de nuestros maridos. Nosotras nos enfrentamos a esto y logramos demostrar que también podemos jugar al fútbol. Es nuestra forma de desahogarnos».

Klodi y Marian juegan en la Liga Nacional de Fútbol de Palestina (seis equipos). El 10 de febrero de 2011, cerca de 8.000 espectadores acudieron al partido inaugural de esta competición, celebrado en el estadio Feisal al Husseini, en Cisjordania. Sus historias, y las de otras como ellas, las cuenta la cadena Al Jazeera en el recomendable documental Girls FC, centrado en un grupo de chicas palestinas, cristianas y musulmanas, que están decididas a vivir su pasión por el fútbol en un contexto predominantemente masculino, y también a conseguir su sueño de poder jugar algún día representando a su país.

Los desafíos no son pocos. Aparte del rechazo que el fútbol femenino genera en una sociedad tradicional como la palestina, a menudo las jugadoras no pueden acceder al terreno de juego debido a los controles israelíes. Y las chicas de Gaza no pueden entrenar junto a sus compañeras de Cisjordania.

Pero, como cuenta otra jugadora, Honey Thaljieh, su amor por este deporte supera a los prejuicios y a las dificultades: «Empecé jugando en mi barrio. Cogía la pelota y me iba a jugar con los chicos. El hecho de ser una chica no tenía ninguna importancia para mí. Era joven y quería jugar todo el tiempo».

Las chicas de la liga palestina de fútbol

Klodi Salami: «Recuerdo que cuando empezamos fue duro. La gente se negaba a ir a ver chicas en pantalón corto practicando un deporte de hombres. Nos criticaban por llevar pantalones cortos. Y los chicos iban a los partidos solo para… Leer

Shahram Entekhabi, de su serie Golden Edition (2003-2010). Acrílico y metal sobre fotografía. Fuente: entekhabi.org.

Shahram Entekhabi, de su serie Golden Edition (2003-2010). Acrílico y metal sobre fotografía.

Majida Khattari, de su serie Voilé-dévoilé.

Majida Khattari, de su serie Voilé-dévoilé.

Prueba 1: Encontrar en menos de diez segundos las diferencias entre estas dos imágenes.

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La respuesta, más información, y las «disculpas» de Ikea, aquí.

Agudeza visual

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Un extenso artículo de la conocida columnista egipcio-estadounidense Mona Eltahawy, publicado en el último número de la revista Foreign Policy, ha encendido el debate sobre la situación de la mujer en los países árabes y, más en concreto, sobre las causas de la discriminación que sufren muchas mujeres en Oriente Medio.

Portada del número de la revista ‘Foreign Policy’ en el que aparece publicado el artículo de Mona Eltahawy

En su artículo, titulado ¿Por qué nos odian?, Eltahawy sostiene vehementemente que la razón última de la subyugación de la mujer en el mundo árabe no es otra que el odio que sienten los hombres árabes hacia la parte femenina de la población, y enumera una larga y, ciertamente, incontestable, serie de ofensas y casos de violencia y opresión contra las mujeres (en Egipto, en Yemen, en Arabia Saudí, en Libia, en Túnez…), al tiempo que condena las justificaciones hechas en nombre del relativismo cultural.

Eltahawy escribe:

[…] No nos odian por las libertades que tenemos, como se empeñan en decir los tópicos estadounidenses post 11-S. No tenemos libertades porque nos odian. Sí. Nos odian. Hay que decirlo. […]

Es cierto que las mujeres tienen problemas en todo el mundo, es cierto que ninguna mujer ha sido elegida aún presidenta en Estados Unidos, y es cierto que las mujeres siguen siendo consideradas objetos en muchos países ‘occidentales’ […]. Ahí es donde acaba normalmente la conversación cuando intentas discutir sobre por qué las sociedades árabes odian a las mujeres.

Pero dejemos a un lado lo que Estados Unidos hace o deja de hacer a las mujeres. Nómbrenme cualquier país árabe y podré recitar toda una letanía de abusos impulsados por una tóxica mezcla de cultura y religión que pocos parecen dispuestos a, o son capaces de, desenredar, no sea que incurran en blasfemias u ofensas. Cuando a más del 90% de las mujeres casadas en Egipto -incluyendo a mi madre y a cinco de sus seis hermanas- les han cortado los genitales en nombre de la modestia, todos debemos blasfemar. Cuando se somete a mujeres egipcias a «pruebas de virginidad» por el simple hecho de expresar su opinión, no es tiempo de permanecer en silencio. Cuando un artículo en el código penal egipcio dice que si una mujer ha sido golpeada por su marido «con buenas intenciones» no habrá castigo, al infierno con la corrección política. […]. Lo que todo esto supone para el estatus de las mujeres en Oriente Medio es que no es mejor de lo que uno podría pensar. Es mucho, mucho peor. Incluso después de las recientes «revoluciones», todo parece estar bien mientras las mujeres vayan cubiertas, se queden ancladas en sus casas, se les niegue la movilidad de poder conducir sus propios coches, se les fuerce a pedir permiso a sus maridos para poder viajar, o no puedan casarse, ni divorciarse, sin obtener antes la bendición de un hombre. […]

El artículo ha recibido duras críticas, de hombres y de mujeres, árabes y no árabes, con numerosas respuestas en blogs y, sobre todo, en Twitter, donde la conversación, que incluye también muchas alabanzas y muestras de apoyo, puede seguirse, por ejemplo, en la etiqueta #MonaElTahawy.

La mayoría de las críticas no discuten la situación de discriminación de la mujer en los países árabes, sino la afirmación de que sea el odio la principal causa de esta realidad. Otros denuncian que el artículo peca de una excesiva generalización, tanto del mundo árabe, como de los hombres y las mujeres que lo habitan.

Estas son algunas de las respuestas más interesantes:

Tom Dale, Hatred and misogyny in the Middle East, a response to Mona el Tahawy.
Nesrine Malik, Do Arab men hate women? It’s not that simple.
Dima Khatib, Love, Not Hatred, Dear Mona!
Mona Kareem, ‘Why Do They Hate Us?’ A Blogger’s Response.
Roqayah Chamseddine, Us and Them: On Helpless Women and Orientalist Imagery.
Max Fisher, The Real Roots of Sexism in the Middle East.
Varios, Debating The War on Women (una selección de reacciones y comentarios en Foreign Policy).
Al Jazeera, Article on women in the Middle East triggers debate (una recopilación de comentarios en Twitter y blogs).

El siguiente gráfico sobre los mensajes en Twitter referentes al artículo refleja la polarización del debate. Creado por Marc Smith, de la Social Media Research Foundation, y publicado por Alex Hanna, de la Universidad de Wisconsin-Madison, el gráfico muestra las relaciones entre los seguidores (líneas verdes) y las respuestas o menciones de otros usuarios (líneas azules). El análisis de la red produjo 169 grupos, con la cuenta de Twitter de Eltahawy en el centro del Grupo 2 (las líneas rojas resaltan sus conexiones) y la cuenta de Foreign Policy en el centro del Grupo 5. La imagen no rastrea los sentimientos de los tuits, pero según Hanna, muestra grupos de lectores fuertemente polarizados, incluidos egipcios, periodistas estadounidenses, feministas y académicas.

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Actualización (3/5/2011):

Otra interesante reflexión: Íñigo Sáenz de Ugarte, en su blog, Guerra Eterna: Las mujeres árabes y la lucha por sus derechos.

Debate con Mona Eltahawy en el programa The Stream de Al Jazeera:

¿Odian los árabes a las mujeres?

Un extenso artículo de la conocida columnista egipcio-estadounidense Mona Eltahawy, publicado en el último número de la revista Foreign Policy, ha encendido el debate sobre la situación de la mujer en los países árabes y, más en concreto, sobre las… Leer

—Solo ha durado ocho minutos…
—Es que han cortado todas las escenas con mujeres conduciendo.

Viñeta de Steve Breen (Universal Press Syndicate).

—Solo ha durado ocho minutos…—Es que han cortado todas las escenas con mujeres conduciendo.Viñeta de Steve Breen (Universal Press Syndicate).

Mujeres de varias edades en la plaza Tahrir de El Cairo, durante las protestas contra Mubarak, el 1 de febrero de 2011. Foto: Kodak Agfa / Wikimedia Commons

Ana Carbajosa, en El País (6/3/2011):

Las revueltas populares en el mundo árabe han dado paso a una nueva era democratizadora en la región. No hay vuelta atrás, coinciden estos días la gran mayoría de los expertos. Lo que no está tan claro es si en el futuro traslado de poder de dictadores eternos al pueblo, participarán también las mujeres, comienzan a preguntarse algunas feministas árabes. Otras confían, sin embargo, en que el impulso revolucionario propiciará cambios culturales capaces de poner fin al cuasi monopolio masculino del poder en muchos países árabes.

«Nos dicen que no es momento de hablar de los derechos de la mujer, pero es precisamente ahora cuando tenemos que trabajar más que nunca. Hombres y mujeres hemos luchado codo con codo para acabar con el régimen de Mubarak, pero ya hemos empezado a ver que cuando llega el momento de la toma de decisiones políticas son ellos los que deciden por nosotras», sostiene Nihad Abul Qomsan, abogada y presidenta del Centro Egipcio para los Derechos de la Mujer. […]

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Revolucionarias sin poder

Ana Carbajosa, en El País

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