Persia

El mausoleo de Ciro, en el valle de Pasargada (Irán), en un cianotipo de un negativo de placa de vidrio, de los documentos de Ernst Herzfeld. (1879-1948). Fuente: Sackler Gallery of Art / Smithsonian.

El mausoleo de Ciro, en el valle de Pasargada (Irán), en un cianotipo de un negativo de placa de vidrio, de los documentos de Ernst Herzfeld. (1879-1948). Fuente: Sackler Gallery of Art / Smithsonian.

Ilustración de Narayan (c. 1580-85) para el «Darabnamah» (detalle)

Entre los años 1410 y 1411, el sultán Jalal al-Din Iskandar, gobernador de la provincia persa de Fars y nieto del gran conquistador turco-mongol Tamerlán, escribió (o editó) una fantástica enciclopedia de bolsillo. La obra, decorada e ilustrada con exquisitas miniaturas, incluye textos religiosos, relatos y leyendas, cientos de poemas, tratados de astronomía y astrología, manuales de geometría, aritmética e incluso alquimia, compendios legales… Y es uno de los tesoros que, tras un trabajo de digitalización y catalogación de más de dos años, ha puesto recientemente online (con acceso gratuito y para el dominio público) el Departamento de Estudios Asiáticos y Africanos de la Biblioteca Británica.

Cubiertas de la enciclopedia del sultán Jalal al-Din Iskandar (1410-1411). (British Library)

El impresionante catálogo digital consta de más de 15.000 imágenes de manuscritos y miniaturas, obtenidas de medio centenar de volúmenes pertenecientes a la colección de Manuscritos Persas de la Biblioteca Británica, una de las más importantes del mundo, tanto por el número de obras (alrededor de 11.000) como por la importancia histórica de las mismas. La colección combina los volúmenes del Museo Británico con los de la Biblioteca de la Oficina de la India, y está formada por obras procedentes de todo el ámbito cultural persa, especialmente de Irán, Asia Central y la India, desde el siglo XII hasta nuestros días.

Los manuscritos que se están digitalizando (el proyecto  seguirá en marcha durante al menos otro año) han sido seleccionados por su importancia histórica, literaria y artística, y el trabajo incluye asimismo el registro de muchas obras que estaban sin catalogar.

Entre los patrocinadores del proyecto se encuentran la fundación Iran Heritage, la fundación Bahari, el Barakat Trust, la asociación Friends of the British Library, la fundación Soudavar Memorial y el Roshan Cultural Heritage Institute.

El chacal Dimnah engaña al buey Shanzabah, haciéndole creer que su antiguo amigo el león se ha vuelto contra él y quiere comérselo. Husayn Va’iz Kashifi, «Anvar-i Suhayli». Mughal, 1610-11. (British Library)
La fábula de la liebre que logra ahogar a un león haciéndole atacar su reflejo en el agua de un pozo. Naṣr Allāh Munshī, «Kalīlah va Dimnah», 707 – 1307-8. (British Library)
El martirio de Siyavush. Firdawsi, «Shahnamah». Siglo XVI. (British Library)
Ilustración de «Manṭiq al-ṭayr» («El discurso de los pájaros», c. 1230), de Farīd al-Dīn ‘Aṭṭār, una alegoría sufí sobre la búsqueda de Dios que está entre las obras más famosas de la literatura clásica persa. (British Library)
El dragón, en su cueva de la montaña, explica a Darab que ha sido enviado por Dios a la Tierra. Ilustración de Narayan (c. 1580-85) para el «Darabnamah», un romance en prosa escrito originalmente en el siglo XII por Abu Tahir Tarsusi. (British Library)

Más información y fuentes:
» 15,000 images of Persian manuscripts online (Asian and African studies blog, British Library)
» Digital Access to Persian Manuscripts (Asian and African studies blog, British Library)
» More Newly Available Online Resources (Michael Collins Dunn, MEI Editor’s Blog)

Más de 15.000 imágenes de manuscritos y miniaturas persas, accesibles ‘online’

Entre los años 1410 y 1411, el sultán Jalal al-Din Iskandar, gobernador de la provincia persa de Fars y nieto del gran conquistador turco-mongol Tamerlán, escribió (o editó) una fantástica enciclopedia de bolsillo. La obra, decorada e ilustrada con exquisitas… Leer

La artista iraní Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery

«Mi intención no es trasladar mi inspiración religiosa al espectador. Mis sentimientos religiosos revelan, en mi trabajo, mis sentimientos más profundos, pero se trata de algo muy personal. Me encanta que los espectadores admiren mi obra, y espero que la vean como un ejemplo de arte contemporáneo. Lo que intento mostrar es que mi inspiración artística es parte de la rica herencia del dorado tesoro cultural de Oriente Medio».

La cita es de Azra Aghighi Bakhshayeshi, una artista iraní (Qom, 1968) que, según explica ella misma en la página web de la galería Kashya Hilderbrand, donde puede verse una muestra de su trabajo, es actualmente la única mujer dedicada profesionalmente al arte de la caligrafía en su país: «Existen más de 1.500 mujeres caligrafistas en Irán, pero, por desgracia, soy la única que se dedica profesionalmente a este arte. No digo que mi trabajo sea único, pero sí puedo decir que soy la primera mujer en mi país que utiliza la caligrafía conceptual como una forma de arte».

Su obra tiene más que ver con sentir que con comprender: «Lo que pretendo es que los espectadores vean, no que lean las letras. Esta escritura es como un susurro en mi mente, sin mucho significado, como una meditación. A veces pueden ser poesías, otras veces oraciones o una simple conversación. No pretendo transmitir espiritualidad. Hablar solo un idioma crea una barrera con el espectador que no habla ese idioma. Yo espero llegar a un público más amplio, y que mi arte pueda ser un mensaje universal».

Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
La artista iraní Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
La artista iraní Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
Obra de Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery
La artista iraní Azra Aghighi Bakhshayeshi. Foto: Kashya Hildebrand Gallery

Aghighi Bakhshayeshi y el arte de las palabras

«Mi intención no es trasladar mi inspiración religiosa al espectador. Mis sentimientos religiosos revelan, en mi trabajo, mis sentimientos más profundos, pero se trata de algo muy personal. Me encanta que los espectadores admiren mi obra, y espero que la… Leer

Reza Abbasi, Reclining Woman (1595).

Reza Abbasi, Reclining Woman (1595)

Tablilla descubierta en Persépolis. Foto: Oriental Institute of Chicago

A principios de los años treinta, durante unas excavaciones en la antigua ciudad de Persépolis, el arqueólogo Ernst Herzfeld, un erudito alemán que trabajaba para el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, descubrió y desenterró decenas de miles de fragmentos de tablillas de arcilla de los tiempos del rey Darío el Grande (unos 500 años antes de Cristo).

Las tablillas, grabadas en lenguaje cuneiforme y escritas en idioma elamita, fueron empaquetadas en más de 2.000 cajas y enviadas por barco a Estados Unidos, con el permiso del entonces gobierno iraní, que confiaba en recuperarlas una vez fuesen estudiadas y traducidas. La tarea, sin embargo, es ingente, y los expertos llevan más de siete décadas encajando piezas y desentrañando textos. Tampoco había prisa…

Hasta ahora: Los investigadores han tenido que empezar a fotografiar y digitalizar todo el material en una carrera contra reloj, ante el temor de que acabe siendo subastado al mejor postor y termine en manos de coleccionistas privados, tras una demanda judicial en la que las víctimas de un atentado terrorista pidieron las tablillas como indemnización.

La batalla legal, en la que, además de la Universidad de Chicago, están involucrados el Museo de Bellas Artes (MFA) de Boston y la Universidad de Harvard, comenzó en 2004, cuando el director del Instituto Oriental, Gil Stein, devolvió a Teherán 300 tablillas ya traducidas, en un gesto de buena voluntad para estrechar lazos con los museos y académicos iraníes.

La visita de Stein a Irán tuvo, sin embargo, más publicidad de la esperada, hasta el punto de atraer la atención de un abogado, David Strachman, que representaba a un grupo de estadounidenses en una demanda contra el Gobierno iraní. Los demandantes reclamaban a Teherán una compensación económica por los daños sufridos en el atentado suicida perpetrado en la calle comercial Ben Yehuda de Jerusalén en 1997, en el que murieron cinco turistas de Estados Unidos y decenas más resultaron heridos. El atentado fue reivindicado por la organización palestina Hamas, cuyos lazos con Irán llevaron a Strachman a demandar a la República Islámica, como ha hecho en otras ocasiones de forma similar en acciones judiciales contra la Autoridad Nacional Palestina o la propia Hamas.

Un juzgado estadounidense de primera instancia dio la razón a Strachman y estableció la indemnización en 300 millones de dólares. Irán ignoró la sentencia y el abogado apuntó entonces a los bienes iraníes existentes en suelo estadounidense y, en concreto, a las tablillas del Instituto Oriental y a otros objetos arqueológicos iraníes guardados en Harvard y en el MFA. El valor de todo este material en el mercado de antigüedades podría alcanzar una enorme cantidad de millones de dólares.

El arqueólogo alemán Ernst Herzfeld (1879-1948), en Persépolis, Irán. Foto: James Henry Breasted Jr. / Wikimedia Commons. Ampliar

Tras un largo, complicado y costoso proceso legal, una corte de apelaciones de Chicago rechazó finalmente en 2011 la petición de los demandantes, señalando que la Ley de Inmunidad de Soberanía Extranjera (la misma que ha invocado España para recuperar el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, encontrado por la empresa Odyssey) protege los bienes de otros países en Estados Unidos, excepto si son usados con fines comerciales. El proceso obligó a los gobiernos de EE UU e Irán a involucrarse y, por una vez, estuvieron del mismo lado, a favor de mantener las tablillas fuera del mercado privado. «Estas tablillas no pertenecen a ningún gobierno, sino a la nación de Irán y al mundo», dijo el entonces presidente iraní, Mohamed Jatamí, cuando se entrevistó en 2006 con el director del Instituto Oriental.

La decisión de la corte de apelaciones supuso un alivio para los investigadores, pero, al margen de que los demandantes hayan dicho o no su última palabra, el escenario ha cambiado radicalmente: Irán no quiere arriesgarse a que sus bienes puedan verse amenazados de nuevo, y probablemente incrementará la presión para que le sean devueltas las tablillas lo antes posible. Y las cada vez más tensas relaciones entre Washington y Teherán, por otra parte, no auguran precisamente un buen clima de diálogo, ni en esta ni en ninguna otra cuestión. Así que los investigadores, por si acaso, han empezado a digitalizar a marchas forzadas.

El reto, según informó la revista Archaeology, es concluir todo el arduo proceso de digitalización antes de dos años. No será fácil. Para ello, el Instituto Oriental ha contratado lo que Stein llamó el ‘dream team’ de la preservación de documentos, un equipo formado por académicos expertos en textos antiguos, arqueólogos y técnicos especializados en catalogar, fotografiar y digitalizar. El objetivo final es exponer al público los resultados y hacerlos accesibles a estudiosos de todo el mundo.

La digitalización de las tablillas de Darío, una fuente de incalculable valor para conocer la vida diaria en el antiguo Imperio Persa, desde los reyes y sacerdotes a los campesinos y comerciantes, asegurará, en cualquier caso, que semejante tesoro quede a salvo, acabe donde acabe.


Más información:
» University of Chicago Persian antiquities crisis (Wikipedia)
» The Truth Behind the Tablets (Archaeology Magazine, enero 2012)

Las tablillas de Darío, una historia de arqueólogos, terroristas, abogados y alianzas impensables

A principios de los años treinta, durante unas excavaciones en la antigua ciudad de Persépolis, el arqueólogo Ernst Herzfeld, un erudito alemán que trabajaba para el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, descubrió y desenterró decenas de miles de… Leer