Irán

Nombre completo: República Islámica de Irán (جمهوری اسلامی ایران).

Independencia: 625 a. C. aprox. (unificación de Persia por los medos), 1925 (establecimiento del Estado moderno), 1979 (actual República Islámica).

Población: 85 millones (Banco Mundial, 2021).

Capital: Teherán.

Superficie: 1,65 millones de Km².

Idioma principal: Persa.

Religión mayoritaria: Islam (98%): chií­es el 89%; suní­es, el 9%. Entre las minorí­as (2%), zoroastrianos, judí­os, cristianos y baha’is.

Esperanza de vida: 76,8 años (Banco Mundial, 2020).

Moneda: Rial iraní­.

Economí­a: Petróleo (10% de las reservas mundiales, noveno productor mundial en 2020), gas (15% de las reservas mundiales), productos agrí­colas, alfombras. La mayor parte de la población vive de un sector primario autosuficiente. La economía de Irán es una economía mixta en transición que conserva un voluminoso sector público, reducido en los últimos años de un 80% a menos del 50%. Aunque la economía iraní está dominada por la producción de hidrocarburos, en la Bolsa de Teherán operan más de 40 empresas industriales. La deuda pública de Irán en 2018 fue de 121,491 millones de dólares (32,18% del PIB).

PNB per cápita: 2.756 dólares EE UU (Banco Mundial, 2020).

Desempleo: 11,5% (Banco Mundial, 2021), según el Gobierno. El paro es creciente, sobre todo entre la juventud.

Forma de gobierno: República islámica. El presidente es el Jefe de Gobierno y la mayor autoridad, después del Lí­der Supremo, que es el Jefe de Estado. Constitución basada en el islam.

Lí­deres (2022): Ayatollah Ali Jamenei (lí­der supremo), Ebrahim Raisi (presidente).

Libertades y derechos humanos: El informe de 2021 de Amnistía Internacional sobre Irán señala: «Miles de personas fueron interrogadas, enjuiciadas injustamente o sometidas a detención arbitraria solo por ejercer pacíficamente los derechos humanos, y cientos continuaron en prisión injustamente. Las fuerzas de seguridad hicieron uso ilegítimo de medios letales y de perdigones para sofocar protestas. Las mujeres, las personas LGBTI y las minorías étnicas y religiosas sufrían violencia y discriminación arraigada. Hubo novedades legislativas que menoscabaron aún más los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a la libertad de religión o de creencias y el acceso a Internet. Siguieron perpetrándose tortura y otros malos tratos de forma generalizada y sistemática, incluida la negación de atención médica adecuada a personas bajo custodia […]. Se impusieron castigos judiciales como flagelación, amputación y ceguera». Desde septiembre de 2022 las autoridades reprimieron con fuerza las protestas en todo el país contra la República Islámica iniciadas tras la muerte bajo custodia policial de la joven kurda Mahsa Amini, que había sido detenida por llevar mal puesto el velo.

Pena de muerte: Sí­. Contemplada para casos de sodomí­a, adulterio (incluyendo lapidación), robo armado, terrorismo, tráfico de drogas, secuestro y violación, asesinato, apostasí­a… Según Amnistía Internacional, en 2021 se impusieron condenas a muerte en juicios injustos por delitos que no cumplían el criterio de «los más graves», como el tráfico de drogas y la corrupción económica, y por actos que no constituían crímenes reconocidos internacionalmente. La pena de muerte se usó como arma de represión contra manifestantes, disidentes y miembros de minorías étnicas. Fueron ejecutadas al menos dos personas que habían sido detenidas cuando eran menores de edad y había más de 80 en espera de ejecución por delitos cometidos asimismo cuando eran menores. En diciembre de 2022 las autoridades ejecutaron al primer detenido por participar en las protestas desatadas tras la muerte de Mahsa Amini.

En contexto: En 2015, Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, firmaron un acuerdo por el que Teherán aceptó restricciones a su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones impuestas por Naciones Unidas. Sin embargo, bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos reimpuso sanciones en 2018 asestando un duro golpe al legado del presidente Hasan Rohaní y a la economía iraní. La persistencia de las sanciones de Washington, la COVID-19 y la corrupción agravaron la crisis económica iraní, que sufría ya una alta tasa de inflación, pérdida de empleos y bajos salarios. Las negociaciones para restablecer el acuerdo nuclear comenzaron en 2021. Las elecciones de febrero de 2020 (Asamblea Islámica) y junio de 2021 (presidencia) dieron como resultado un monopolio conservador y de línea dura en todas las instituciones electas y no electas del régimen.


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Actualizado: diciembre 2022
Foto: Interior de la cúpula de la mezquita del jeque Lotf Allah, en Isfahán, Irán. (Phillip Maiwald -Nikopol-, cc)

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