De 2006 a 2008, el fotógrafo Peter van Agtmael cubrió como infiltrado los conflictos en Irak y Afganistán, captando con su cámara la experiencia de los soldados estadounidenses, desde caóticas incursiones nocturnas en ciudades iraquíes hasta largas patrullas por valles aislados en las montañas de Afganistán. Sus imágenes son descarnadas pero llenas de matices, revelando tensas evacuaciones médicas y víctimas de atentados suicidas, así como conmovedores retratos de jóvenes soldados y sus familias.
Una de sus fotos más famosas la tomó en Mosul, Irak, en 2006. En la imagen aparece un niño mantenido aparte durante una redada, mientras los soldados interrogan a su padre en otra habitación de la casa.
La foto puede verse aquí.
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