Catar

Nombre completo: Estado de Catar (دولة قطر).

Independencia: 1971 (del Reino Unido).

Población: 2,9 millones (Banco Mundial, 2021).

Capital: Doha.

Superficie: 11.437 Km².

Idioma principal: Árabe.

Religión mayoritaria: Islam (suní­es, y, gran parte de ellos, wahabí­es).

Esperanza de vida: 79 años (Banco Mundial, 2020).

Moneda: Rial qatarí­.

Economí­a: El ingreso nacional de Catar deriva principalmente de las grandes exportaciones de petróleo y gas natural (el resto tiene que importarlo, pero no hay deuda). La riqueza y el nivel de vida de los catarí­es son comparables a las de naciones de Europa Occidental. Catar tiene uno de los PIB per cápita más altos del mundo. Cerca de la mitad de la población son trabajadores extranjeros.

PNB per cápita: 66.838 dólares EE UU (Banco Mundial, 2021).

Desempleo: 0,3% (Banco Mundial, 2021).

Forma de gobierno: Monarquí­a hereditaria (emirato). El poder ejecutivo reside en el Consejo de Ministros. Progresivamente aperturista.

Lí­der (2022): Jeque Tamim bin Hamad Al Thani (emir), desde 2013, cuando abdicó en él su padre, Hamad bin Jalifa Al Thani.

Libertades y derechos humanos: La Constitución no prevé la creación de partidos polí­ticos, pero sí­ reconoce el derecho a la libertad de expresión y asociación, el derecho a un juicio justo y la libertad de culto. La cobertura mediática internacional de las duras condiciones de trabajo en la construcción, especialmente en los estadios levantados para el Mundial de Fútbol de 2022 —una investigación realizada en febrero de 2021 por The Guardian calculó alrededor de 6.500 muertes en el lugar de trabajo durante la década que siguió a la concesión de la Copa del Mundo a Catar—, llevó al emirato a emprender algunas reformas. La Kafala —sujeción laboral en la que el empleado inmigrante extranjero no tiene derechos reconocidos y esrtá bajo la supervisión de un «padrino», generalmente su empleador— está oficialmente abolida desde 2016. Sin embargo, los sindicatos siguen estando prohibidos, el gobierno tiene pocos inspectores para hacer cumplir la ley y las sanciones son muy bajas.

El informe de 2021 de Amnistía Internacional sobre Catar señala: «Pese a las reformas gubernamentales, la población trabajadora migrante continuó sufriendo abusos laborales y teniendo dificultades para cambiar de empleo libremente. Las restricciones a la libertad de expresión aumentaron en el periodo previo a la Copa Mundial de la FIFA de 2022. Las mujeres y las personas LGBTI continuaron sufriendo discriminación en la ley y en la práctica».

Pena de muerte: Sí­. Contemplada para casos de espionaje y amenaza a la seguridad nacional. Aunque la apostasí­a es un crimen capital, no ha habido ejecuciones por ello en el paí­s. En 2021 no se tuvo noticia de ninguan ejecución.

En contexto: Catar, antaño uno de los Estados más pobres del Golfo, es actualmente uno de los países más ricos de la región. Utiliza los ingresos y la influencia económica procedente de sus grandes reservas de gas para financiar sus ambiciones regionales y mundiales, incluida la polémica celebración del Mundial de Fútbol de 2022. No todas sus intervenciones regionales son populares entre otros líderes árabes, como su apoyo a la facción palestina Hamás en Gaza o a grupos islamistas en Egipto y Siria. En 2017, Arabia Saudí lideró los esfuerzos para obligarle a abandonar su supuesto apoyo a grupos radicales e islamistas, una crisis diplomática con motivaciones asimismo geoestratétigas, en el contexto de la rivalidad entre Riad y Teherán, que enfrentó a Catar no solo con Arabia Saudí, sino también con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, y que se dio por finalizada en enero de 2021. En el ámbito doméstico, el dinero del petróleo financia un Estado del bienestar omnímodo, con muchos servicios gratuitos o fuertemente subvencionados, pero el trato a los trabajadores migrantes es criticado con frecuencia por grupos de defensa de sus derechos. En Catar está ubicada la estación de televisión por satélite Al Jazeera.

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