Cabeza con gorro de tipo asirio en piedra caliza, 600-500 A.C. (cultura greco-chipriota), templo de Golgoi. Fuente: Metropolitan Museum.
Cabeza con gorro de tipo asirio en piedra caliza, 600-500 A.C. (cultura greco-chipriota), templo de Golgoi. Fuente: Metropolitan Museum.
La isla de Chipre, en un mapa de Abraham Ortelius (editor) y Ioannes Deutecum (grabador), publicado en Amberes, en 1600. Título original: Cypri Insulae Nova Descript, 1573. Del libro Theatrum Orbis Terrarum.
Después de nueve días de duras negociaciones, Chipre llegó finalmente este lunes a un acuerdo con sus socios de la eurozona para conseguir un rescate de 10.000 millones de euros, con el objetivo de evitar la bancarrota y mantenerse en el euro. Será un rescate diferente a los realizados hasta ahora, ya que esta vez no se van a recapitalizar los bancos. Al contrario: el Banco de Chipre, la principal entidad de la isla, se salvará, pero deberá someterse una profunda reestructuración. Y la segunda entidad financiera del país, Laiki, será liquidada inmediatamente, con la plena contribución de accionistas, bonistas y depositantes no asegurados.
De momento no se tocarán los depósitos inferiores a 100.000 euros (un respiro para los pequeños ahorradores), que quedan sujetos a la garantía estatal. Sí se verán afectados, en cambio, los superiores a esa cantidad, cuyos titulares no asegurados, incluidos muchos oligarcas rusos, deberán asumir fuertes pérdidas (aún no se sabe cuánto). Se trata, en cualquier caso, de un rescate muy duro. El primer tramo del dinero llegará a la isla en el mes de mayo.
Este nuevo acuerdo ha sido necesario después de que un primer pacto alcanzado el pasado viernes entre el Gobierno chipriota y la UE fuera rechazado frontalmente por el Parlamento de la isla e hiciera saltar las alarmas en media Europa, al tasar también, en una medida sin precedentes, a los pequeños ahorradores, e imponer el primer ‘corralito’ en la historia de la eurozona.
En principio, el acuerdo adoptado este lunes no requiere un nuevo visto bueno del Parlamento de Chipre, ya que los diputados ya votaron a favor de una ley que permite reestructurar el sistema financiero en las condiciones que fija el acuerdo con la troika. Tras la reestructuración bancaria, el Gobierno chipriota espera poder aportar 4.200 millones de euros, del total de 5.800 millones que se ha comprometido a reunir procedente del sector financiero, y a cambio del rescate de 10.000 millones.
El Banco Central de Chipre ha anunciado que los bancos de la isla, cerrados desde hace más de una semana, no abrirán de nuevo sus puertas este martes, como estaba previsto, sino el jueves, y que, cuando abran, lo harán con «restricciones temporales» al movimiento de capitales.
A falta de ver cómo se materializa realmente, el acuerdo es mejor para los pequeños ahorradores, que no perderán (directamente) dinero, y peor para los ahorradores medios y grandes. También es peor, obviamente, para los miles de trabajadores del banco Laiki que se quedarán en la calle.
La mutilación y reconversión del sistema financiero chipriota es la principal condición del rescate, pero no la única. La troika controlará, mediante una auditoría independiente, la aplicación de nuevos mecanismos contra el blanqueo de capitales. También exige subidas de los impuestos sobre la renta y de sociedades, este último, del 10% actual a un 12,5%.
Todo esto supone, en la práctica, que Chipre deberá cambiar su ‘modelo de negocio’, basado hasta ahora, en buena parte, en ser un destino más que apetecible («paraíso fiscal», según los líderes del núcleo duro europeo) para los depositantes de grandes fortunas, con los millonarios rusos a la cabeza. La quita impuesta a los grandes depósitos, los mayores impuestos, la obligación de reducir el tamaño del sector financiero (actualmente, cinco veces mayor que la economía del país) y la auditoría contra el lavado de dinero van en esa dirección.
El Gobierno chipriota ha intentado defender las bases de su sistema económico y ha peleado para que los grandes ahorradores se librasen de grandes quitas (en esa línea iban los términos del primer rescate). Y los partidos políticos de la isla (tanto de derechas como de izquierdas) denuncian que existe un agravio comparativo: Si Chipre es un «paraíso fiscal», argumentan, también lo son Luxemburgo, Irlanda y algunos territorios británicos. Al final, sin embargo, Nicosia ha tenido que rendirse. Le queda el salvavidas de 2.500 millones en forma de préstamo que está negociando con Moscú, y la esperanza de que las potenciales reservas de gas existentes al sur de la isla caigan como un maná capaz de obrar el milagro de la recuperación.
Lo peor es que, pese a todos los sacrificios impuestos por el rescate, el futuro de Chipre sigue sin estar nada claro. Las pérdidas de los ahorradores, la gran deuda adquirida por el país, una posible fuga de capitales en las próximas semanas y el previsible aumento de la tasa de paro tras el cierre del Laiki (Chipre tiene solo 1,1 millones de habitantes) no pintan un panorama muy alentador.
Aunque luego han intentado recular desde Bruselas, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha dicho que la vía chipriota podría extenderse a otras entidades de la eurozona en problemas, lo que ha provocado el lógico pánico en las bolsas y los mercados. Y es que la nueva modalidad de rescate acordada con Chipre (dejar caer a los bancos y aplicar más quitas a los grandes depositantes e inversores) supone un precedente importante, ya que contradice la tesis de que no se puede dejar quebrar a entidades financieras porque son demasiado grandes, es decir, la excusa con la que las autoridades europeas han venido justificando hasta ahora las multimillonarias ayudas públicas a la banca. De aplicarse este modelo, no serán los contribuyentes quienes paguen las reestructuraciones de las entidades financieras. Si un banco tiene que ser rescatado, los accionistas, bonistas o aquellos que tengan más de 100.000 euros en la cuenta serán quienes sufran las mayores pérdidas.
El problema, sin embargo, es que puede abrirse asimismo la veda para que en un futuro se decida meter mano también a esos primeros 100.000 euros, si se considera que la situación es suficientemente grave, o en función de decisiones e intereses políticos.
Más información y fuentes:
» Chipre acuerda un durísimo rescate que evita el colapso financiero (Efe)
» El rescate de Chipre (recopilación de artículos en Eurasian Hub)
» Diez claves para entender el rescate de Chipre (Expansión)
» Las claves del rescate de Chipre (Cinco Días)
» Claves de la ‘fumata blanca’ para salvar Chipre (El Mundo)
» Preguntas y respuestas del rescate chipriota (El País)
» Cronología del rescate europeo de Chipre (RTVE)
» El líder del Eurogrupo propone usar la vía chipriota en otros países (El País)
» Por qué era tan difícil salvar a los ahorradores chipriotas (Café Steiner)
» Putin ordena al Gobierno ruso reestructurar préstamos a Chipre (Reuters)
» After Cyprus, eurozone faces tough bank regime – Eurogroup head (Reuters)
» The Dijsselbloem Principle (Felix Salmon)
» Chipre y el fantasma islandés (José Carlos Díez)
» Chipre frente a un futuro incierto (BBC)
» Guía para sobrevivir sin bancos (El País)
» ¿Por qué se habla de quita al mencionar el impuesto a los depósitos en Chipre? (20minutos)
Después de nueve días de duras negociaciones, Chipre llegó finalmente este lunes a un acuerdo con sus socios de la eurozona para conseguir un rescate de 10.000 millones de euros, con el objetivo de evitar la bancarrota y mantenerse en… Leer
Por primera vez desde que, en 1974, comenzó la ocupación turca del tercio norte de la isla, el apasionado debate sobre la reunificación no ha sido el asunto central ante unas elecciones en Chipre. La campaña para los comicios presidenciales de este domingo ha tenido un nuevo e incómodo protagonista: las negociaciones para el rescate solicitado a la Unión Europea como consecuencia de la grave crisis financiera que sufre el país. Estas son las claves de los comicios:
Pequeño, pero matón. Están convocados a las urnas un total de 545.180 votantes, que tendrán que elegir entre 11 aspirantes a la presidencia. La República de Chipre (el Estado que constituye la parte greco parlante de la isla, única reconocida internacionalmente) tiene solo 1,1 millones de habitantes y su PIB representa el 0,14% de toda la Unión Europea, pero su rescate ha vuelto a abrir la caja de los truenos financiera en el Eurogrupo.
Adiós al único comunista. El presidente que salga de las urnas sustituirá a Demetris Christofias, quien fue elegido en 2008. Christofias, único mandatario comunista en la Unión Europea, decidió no volver a presentarse.
Los favoritos. Las encuestas dan como favorito al candidato conservador Nicos Anastasiades (66 años), líder del partido Disy, el principal grupo de la oposición. Según las últimos sondeos, Anastasiades obtendría un 15% de ventaja sobre el independiente Stavros Malas (45 años), a quien apoya el partido comunista Akel (actualmente en el Gobierno). El tercero en las encuestas es el socialdemócrata respaldado por el partido Edek Yorgos Lilikas (52 años), único de los tres principales candidatos que se opone al plan de rescate. Si el candidato ganador no alcanza más del 50% de los votos en la primera vuelta, habrá una segunda el 24 de febrero.
El candidato del Eurogrupo. Anastasiades, que cuenta con el apoyo de la mayoría de los líderes europeos y, en especial, de la canciller alemana, Angela Merkel, asegura estar dispuesto a impulsar importantes reformas para relanzar la economía y es favorable a implantar un plan de austeridad a cambio del plan de rescate internacional. No obstante, en una reciente entrevista con la agencia Efe, el líder conservador indicó que antes de asegurar el rescate de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), uno de sus primeros pasos sería asegurar otro préstamo para hacer frente a las necesidades inmediatas del país.
Negociación estancada. Chipre y la troika llevan desde el pasado mes de junio discutiendo las condiciones de un plan de rescate que ha sido fijado en unos 17.000 millones de euros, incluyendo 10.000 para rescatar a sus bancos, víctimas de la deuda griega. Las negociaciones estaban estancadas y finalmente se aplazaron hasta que se celebren las elecciones. Sería el cuarto rescate global de la Eurozona. Las autoridades chipriotas han adoptado estos últimos meses algunas medidas de austeridad (subir el IVA, por ejemplo), pero se niegan a realizar las privatizaciones que reclaman los socios de la UE.
La pesada losa de Grecia. El presidente saliente, Demetris Christofias, dijo hace unos días que Chipre «podría haber evitado la situación en la que se encuentra hoy» si no fuera por las necesidades de recapitalización de su banca. Christofias recordó que la quita de deuda llevada a cabo el pasado año en Grecia fue uno de los factores que provocó que los bancos chipriotas tuvieran que solicitar apoyo estatal, lo que a su vez hizo que el Estado tuviese que pedir ayuda internacional. Dicha quita ha costado a Chipre, muy expuesto a la deuda helena, unos 4.500 millones de euros (la cuarta parte de su producto interior bruto). El nuevo presidente tendrá que enfrentarse a un difícil problema: evitar que la ayuda europea de 17.000 millones de euros tenga el efecto de disparar la deuda pública hasta hacerla, como en Grecia, insostenible.
Los depósitos bancarios, en el aire. Uno de los temas más polémicos de la campaña electoral ha sido la posibilidad de que el Eurogrupo acabe aprobando una quita de los depósitos en los bancos de Chipre. Ello supondría imponer pérdidas sobre los titulares de depósitos no garantizados en los bancos del país. Según informó Efe, a pesar de que tanto el Gobierno de Chipre como la Comisión Europea han excluido esta posibilidad, y de que la agencia de calificación Moody’s ha advertido sobre los riesgos que podría conllevar para los demás depósitos europeos, los chipriotas siguen en la incertidumbre.
Lavado de dinero. Otro de los asuntos controvertidos en estos últimos meses han sido las actividades relacionadas con lavado de dinero que destapó un informe de los servicios alemanes de inteligencia filtrado por la revista Der Spiegel. Según estas informaciones, la isla ha sido escenario de numerosas operaciones ilegales con dinero procedente de Rusia. El Eurogrupo, al que Chipre se incorporó en 2008, ha exigido una auditoría independiente para esclarecer estas acusaciones, como una de las condiciones para el rescate pedido por Nicosia. Pero el Gobierno de Chipre se ha negado tajantemente, ha calificado de «chantaje» la exigencia y mantiene que el país ya ha pasado con éxito varias inspecciones por parte de organismos internacionales. Los dirigentes del norte de Europa no quieren que con el dinero de sus contribuyentes se garanticen los grandes depósitos de los millonarios rusos, que aprovechan las ventajas financieras de la isla.
Mirando a Moscú. Chipre ya aceptó un préstamo ruso de 5.000 millones de euros el año pasado, y la posibilidad de volver sus ojos definitivamente hacia el dinero de Rusia, en vez de hacia el capital europeo, ha sido hasta ahora una de sus cartas bajo la manga en las negociaciones con el Eurogrupo. Los líderes de la Eurozona confían en que un candidato como Anastasiades disipe esta amenaza.
El gas salvador. Más allá del rescate, Chipre tiene puestas sus esperanzas para salir de la crisis (la peor de su historia) en otro factor: sus reservas marinas de gas. Según aseguró el presidente de la compañía nacional de hidrocarburos, en 2019 el país estará en condiciones de cubrir el 10% de las necesidades energéticas europeas. Las prospecciones realizadas hasta ahora son, efectivamente, prometedoras, hasta el punto de haberse convertido en la principal alternativa de los candidatos que, como Yorgos Lilikas, rechazan el rescate europeo. Pero todavía quedan muchos obstáculos por salvar, tanto a nivel tecnológico como geopolítico, ya que persisten las disputas territoriales de las aguas del Mediterráneo, sobre todo con Turquía.
Turquía y el paro. Los otros dos grandes desafíos del nuevo gobierno serán tratar de resucitar las negociaciones con Turquía y encarar el problema del paro. Con respecto a Turquía, algunos analistas consideran que una victoria de Anastasiadis podría traducirse en un mayor apoyo de Grecia a la reanudación de las negociaciones entre Nicosia y Estambul, ya que el candidato conservador chipriota procede de la misma familia política que el primer ministro griego, Antonis Samaras. En cuanto al paro, el reto será hacer compatible la austeridad que imponga Bruselas con políticas capaces de generar puestos de trabajo, algo esencial en un país cuya tasa de desempleo se ha disparado en los últimos años, pasando de un 6,50% en 2010 a un 9,50% en 2011 y un 14,70% en 2012.
Más información y fuentes:
» Chipre cierra su campaña presidencial con la atención puesta en la economía (Efe)
» Elecciones en Chipre: crisis económica se impone a los antagonismos políticos (AFP)
» Chipre elige un nuevo presidente en plena polémica por el rescate europeo (El País)
» Cyprus prepares for presidential elections as bailout threat looms (The Guardian)
» El efecto dominó que llevó a la crisis financiera de Chipre (Andrés Mourenza, Efe)
» Chipre apuesta por sus reservas de gas para superar la crisis (Efe)
» German Intelligence Report: Aid to Cyprus Could Benefit Russian Oligarchs (Der Spiegel)
Por primera vez desde que, en 1974, comenzó la ocupación turca del tercio norte de la isla, el apasionado debate sobre la reunificación no ha sido el asunto central ante unas elecciones en Chipre. La campaña para los comicios presidenciales… Leer
Estatuilla de un hombre sentado, realizada en terracota. Cultura Chipriota (periodo arcáico, 600-480 A.C.). Fuente: Metropolitan Museum of Art.
Un combatiente turco-chipriota sale corriendo de la puerta de un cine entre disparos. Limassol, Chipre, 1964.
Foto: Don McCullin.
Fuente: christies.com.
Un combatiente turco-chipriota sale corriendo de la puerta de un cine entre disparos. Limassol, Chipre, 1964. Foto: Don McCullin.
Andrés Mourenza, en La brújula (El Periódico), 10/1/2011:
Atila fue el rey de los hunos, un pueblo de origen turco-mongol que forjó un vasto imperio desde las estepas rusas hasta Europa Central en torno al siglo V. En la cultura popular se le recuerda como un fiero señor de la guerra y de él se decía que «bajo los cascos de su caballo jamás volvía a crecer la hierba». No es un detalle baladí, por tanto, que los militares turcos bautizasen con el nombre del caudillo huno la operación mediante la cual invadieron Chipre en 1974. Bajo las orugas de sus tanques no ha vuelto a crecer la hierba.
Pero la culpa no se le puede achacar únicamente a los turcos. Hace 50 años, cuando los británicos finalmente concedieron la independencia a la isla mediterránea, Londres, Ankara y Atenas acordaron para Chipre una constitución que de independiente tenía poco. […]