El Assad, por JustineRSF. Sin libertad de información no hay voz de la oposición (de la campaña Los depredadores, de Reporteros Sin Fronteras). BETC Paris.
El Assad, por JustineRSF. Sin libertad de información la oposición no tiene voz (de la campaña Los depredadores, de Reporteros Sin Fronteras). BETC Paris.
Al menos 16 periodistas han sido detenidos en Irán en los últimos días, acusados por el Ministerio de Información iraní de colaborar con medios de comunicación extranjeros en persa, a los que califica de «antirrevolucionarios». Varios más han recibido citaciones para comparecer próximamente ante los tribunales. Los arrestados trabajan para los diarios reformistas Arman, Bahar, Etemaad y Shargh, para el semanario Aseman, y para la agencia ILNA. Aunque no se puedan considerar disidentes, todos estos medios son críticos con el Gobierno e informan, entre otras cosas, de las dificultades de la economía bajo las sanciones que Occidente ha impuesto a Irán por su programa nuclear.
La oleada de detenciones ha despertado la indignación de la comunidad internacional y de organizaciones en defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras. «Irán es una de las mayores cárceles del mundo para periodistas», afirmó Reza Moini, responsable de RSF en el país.
El temor es que la censura y la represión vayan a más, ya que el próximo mes de junio se celebran elecciones presidenciales en la República Islámica. «Desde principios de año –informa Ángeles Espinosa en El País– agentes de los servicios secretos o miembros de la Guardia Revolucionaria han estado interrogando a periodistas sobre los próximos comicios, el candidato al que piensan respaldar, o su opinión sobre un reciente discurso en el que el líder supremo pidió que dejaran de pedir elecciones libres porque “desde el principio de la República Islámica, las elecciones siempre han sido libres”».
«Treinta y cuatro años después de que el fundador de la República Islámica, el ayatolá Jomeini, regresase de Francia, y en contra de sus propias promesas de respetar las libertades fundamentales, Irán es actualmente una de las mayores prisiones del mundo para periodistas, con un total de 62 informadores detenidos», indica el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire. «El sucesor de Jomeini como líder supremo, Ali Jamenei, ha llevado más allá la guerra contra los periodistas y la demonización de la prensa extranjera y de los medios de comunicación. Los periodistas e intelectuales iraníes llevan 34 años siendo acusados de ser espías a sueldo de los gobiernos occidentales, con cargos que nunca han sido probados en juicios justos. El sistema de justicia en Irán no es más que una herramienta al servicio del líder supremo, que es quien elige a su jefe, para machacar cualquier esperanza de una mayor libertad», añade.
Según han informado medios de comunicación iraníes, las fuerzas de seguridad irrumpieron el pasado fin de semana en las oficinas de varias publicaciones con sede en Teherán. El domingo, varios periodistas fueron detenidos en cinco redadas llevadas a cabo simultáneamente, mientras que otros dos fueron detenidos el sábado. Agentes de seguridad registraron y grabaron las instalaciones. También registraron los domicilios de algunos de los periodistas. A algunos les confiscaron los teléfonos y las acreditaciones de prensa. Amnistía Internacional informa de que los profesionales detenidos el domingo han sido trasladados a un lugar desconocido, mientras que los dos detenidos el sábado habrían sido llevados a la prisión de Evín.
Las últimas detenciones, añade AI, se producen tras el regreso a prisión de Mohammad Sadiq Kaboudvand, quien el viernes fue devuelto a la cárcel de Evín, después de que en diciembre de 2012 se le hubiese concedido un permiso de salida para recibir tratamiento médico. Kaboudvand, cuyo estado de salud es precario, cumple una pena de diez años y medio que se le impuso, según la ONG, por su labor periodística y en favor de los derechos humanos. Era la primera vez que se le concedía un permiso de salida desde su detención en 2007.
El miércoles, el Ministerio de Inteligencia de Irán vinculó a varios de los periodistas detenidos con la radiotelevisión británica BBC, y aseguró que había desmantelado la mayor red relacionada con medios extranjeros para bloquear la «infiltración enemiga». Según una nota difundida por la agencia oficial iraní, IRNA, y recogida por Efe, el Ministerio señaló que, en su «campaña contra la injerencia de los poderes amenazantes y perversos», había logrado «identificar y detener a periodistas que colaboraban con la máquina de propaganda de la BBC».
IRNA, que denomina al Gobierno británico «el viejo zorro», acusa a la BBC de haber difundido recientemente varios reportajes «controvertidos» con el fin de desprestigiar al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y al Banco Central Iraní.
Mohammad Hosseini, ministro iraní de Cultura y Orientación Islámica, afirmó por su parte que las últimas detenciones de periodistas «no tienen nada que ver con su trabajo». Sin embargo, la semana pasada el fiscal general, Gholamhossein Mohseni Ejei, pareció advertir de las redadas al afirmar que «mañana, si cualquiera de estas personas es detenida por cometer un acto delictivo, chillaréis y gritaréis, sin tener ni idea de que esa persona era el portavoz del enemigo».
Más información y fuentes:
» Informe de Reporteros Sin Fronteras (incluye la lista completa de los periodistas detenidos y los medios para los que trabajan)
» Informe de Amnistía Internacional
» Entrevista a Reza Moini, responsable en Irán de Reporteros Sin Fronteras (Euronews)
» Irán reprime a los periodistas (Ángeles Espinosa, en El País)
Al menos 16 periodistas han sido detenidos en Irán en los últimos días, acusados por el Ministerio de Información iraní de colaborar con medios de comunicación extranjeros en persa, a los que califica de «antirrevolucionarios». Varios más han recibido citaciones… Leer
Por primera vez, Israel no encabeza la clasificación de la libertad de prensa en Oriente Medio, al haber sido superado en la región por Kuwait y Líbano en el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) correspondiente a 2009. La organización señala que «aunque los medios de comunicación israelíes sean conocidos por su gran libertad de tono y sus minuciosas investigaciones en temas sensibles, la censura militar sigue en vigor».
Según explica RSF, los arrestos de periodistas (incluso israelíes), su condena e incluso su deportación, justifican la caída de Israel en la clasificación.
Fuera de su territorio, el país también cae, a causa de la operación Plomo Fundido, durante la que el ejército israelí bombardeó edificios en Gaza donde se encontraban medios de comunicación palestinos. Durante toda la ofensiva, además, recuerda RSF, se prohibió el acceso de los medios a la Franja.
En cuanto a Irán, RSF indica que el país se ha situado «en el umbral del ‘trío infernal’» de los países más represivos en lo que respecta a la libertad de prensa (Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistán).
En 2009, explica la organización, la situación se deterioró considerablemente con la muerte del bloguero Omidreza Mirsayafi en la prisión de Evin, con el arresto de la periodista irano-estadounidense Roxana Saberi, y, después, con la represión del movimiento de protesta que siguió a la reelección de Mahmud Ahmadineyad, el 12 junio, a la presidencia de la República islámica.
Muchos periodistas fueron arrestados. «Un auténtico juicio estalinista se puso en marcha en Teherán, durante el que los derechos elementales de los acusados fueron pisoteados, y lo siguen estando», indica RSF.
Yemen, por suparte, prosigue, según RSF, «su descenso en las profundidades de la clasificación (167º)». «Los periodistas pagan las consecuencias de la política de tierra quemada llevada a cabo por las autoridades contra cualquier forma de separatismo, en el norte contra la rebelión zaidita, pero también en el sur del país. Desde el mes de mayo, el gobierno de Saleh ha conseguido reducir cada vez más la libertad de expresión, imponiendo el silencio en lo que atañe a las operaciones militares», denuncia.
La misma tendencia a la baja se da en Siria (165º), donde la situación de la libertad de prensa es «muy preocupante», aunque ha disminuido el recurso a la violencia física. «El cerco de la represión se estrecha cada vez más, recortando los débiles espacios de libertad que les quedaban a los medios de comunicación independientes o de la oposición», advierte RSF.
La situación de los periodistas en Irak (145º), mientras, ha evolucionado, dado que el peligro ya no es el mismo. «Se podría decir que las amenazas determinadas de milicias u organizaciones terroristas han desaparecido. Los periodistas iraquíes se enfrentan, sobre todo, a la hostilidad de las autoridades o de políticos que prohíben a los medios de comunicación el acceso a algunas zonas», señala RSF.
Según RSF, los abusos en procedimientos o las diligencias por «difamación» contra periódicos que denunciaron casos de corrupción han llegado a ser moneda corriente en Irak, y tampoco se salvan los medios de comunicación conocidos como progubernamentales. […]
Por último, RSF constata «poca evolución en los países del Golfo», donde «continúa el monopolio de las familias reinantes en la televisión, la radio, la impresión y la distribución de los periódicos, y una autocensura sistemática». «El Estado acapara el terreno mediático, con la ausencia casi total de prensa independiente», indica la organización.
» Clasificación de mundial de la libertad de prensa 2009 (informe de Reporteros Sin Fronteras)
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