UNICEF

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Alepo, Siria, 7/3/2015: Dos niñas con mochilas escolares donadas por UNICEF caminan de vuelta a casa desde el colegio, junto a edificios destruidos por la guerra en Al Shaar, un barrio controlado aún por los rebeldes, en la parte norte de la ciudad. Foto: Zein Al-Rifai (AFP).

Embed from Getty ImagesAlepo, Siria, 7/3/2015: Dos niñas con mochilas escolares donadas por UNICEF caminan de vuelta a casa desde el colegio, junto a edificios destruidos por la guerra en Al Shaar, un barrio controlado aún por los rebeldes, en la parte norte de la ciudad.
Foto: Zein Al-Rifai (AFP).

Zoco de Alepo. Foto: Stanley Greene / Noor

La guerra en Siria, cada vez más relegada en los medios de comunicación, pero aún igual de salvaje y devastadora, acaba de cumplir su tercer año, estancada, y sin señal alguna de que pueda llegarse a un final del conflicto en un futuro cercano.

Un balance rápido deja bien clara la magnitud de la catástrofe: más de 100.000 muertos, nueve millones de desplazados (incluyendo a los más de 2,4 millones de refugiados en el extranjero); el 40% de la población, forzada a abandonar sus casas; cientos de miles de personas viviendo en barrios sitiados o en zonas de difícil acceso; cerca de 9,3 millones de sirios necesitados de ayuda humanitaria…

siria tres años grafico

Los datos más desgarradores, no obstante, son los que hacen referencia a los niños. Al menos 10.000 del total de víctimas mortales son menores, en un conflicto que afecta directamente a 5,5 millones de niños (1,2 millones han huido a países vecinos y 4,3 millones permanecen en Siria).

La semana pasada, UNICEF indicó que la cifra de menores afectados duplica ya la registrada hace un año, y afirmó que Siria es «uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser un niño». «Para los niños sirios, los últimos tres años han sido los más largos de sus vidas. ¿Han de soportar otro año más de sufrimiento?», se preguntó el director ejecutivo del organismo, Anthony Lake.

En su informe En estado de sitio: Tres años de conflictos devastadores para la infancia siria, UNICEF destaca que alrededor de un millón de los niños afectados se encuentran atrapados en zonas de difícil acceso a causa de la continua violencia, y que unos dos millones necesitan tratamiento psicológico.

Y, junto a la destrucción de vidas humanas, la destrucción, también, de su entorno, de los lugares donde la gente paseaba, trabajaba y hacía la compra, del paisaje familiar en el que habitaban, de la incalculable herencia cultural.

En este blog ya mostramos la irreparable destrucción del minarete de la Mezquita Omeya de Alepo, una joya arquitectónica construida entre los siglos VIII y XIII, y ahora perdida ya para siempre. Hace unos días, coincidiendo con el tercer aniversario de la guerra, el diario británico The Guardian publicó la siguiente serie de fotografías, un antes y después que no necesita mucho comentario. Las imágenes son la expresión de la desolación total.

El Zoco Viejo de Alepo, en 2007 y 2013
El hospital Al Kindi de Alepo, en 2012 y 2013
Una calle de Homs, en 2012 y 2014
La mezquita Omari de Deraa, en 2011 y 2013
El zoco Bab Antakya de Alepo, en 2009 y 2012
La mezquita Omeya de Alepo, en 2012 y 2013

El pasado día 13, representantes de la sociedad civil y activistas sirios se unieron a una coalición de 115 organizaciones humanitarias y grupos de defensa de los derechos humanos de 24 países (incluyendo Save the Children, Oxfam y Amnistía Internacional) para lanzar una campaña con el objetivo de que este aniversario sea el último. Juntos hicieron un llamamiento desesperado a los líderes del mundo: muevan ficha, hagan algo.

Más concretamente, la campaña exige acciones urgentes para asegurar que la población siria, y en especial quienes viven en zonas cercadas, pueda tener acceso a ayuda. Pide, asimismo, que se escuche la voz de las víctimas y de la gente corriente en futuras conversaciones de paz.

La campaña incluyó, bajo el eslogan común #WithSyria (con Siria), vigilias con velas que miles de personas celebraron en más de 40 países, y la aportación del célebre artista urbano Banksy, con una versión de su famosa imagen de la niña con un globo rojo.


Más información y fuentes:
» Syria’s heritage in ruins: before-and-after pictures (The Guardian)
» Global call to make 3rd anniversary of Syria crisis the last marked by bloodshed (Amnesty International)
» Siria, uno de los lugares más peligrosos para ser niño con 5,5 millones afectados por el conflicto (Europa Press)
» En estado de sitio: Tres años de conflictos devastadores para la infancia siria (UNICEF)

Leer también:
» La destrucción del minaret
e de Alepo

Siria, estancada y en ruinas tras tres años de guerra

La guerra en Siria, cada vez más relegada en los medios de comunicación, pero aún igual de salvaje y devastadora, acaba de cumplir su tercer año, estancada, y sin señal alguna de que pueda llegarse a un final del conflicto… Leer

Los líderes mundiales de las principales agencias de la ONU grabaron hace unos días este vídeo con un llamamiento desesperado a detener la guerra en Siria. Sus palabras están dirigidas tanto a las partes implicadas en el conflicto como a la comunidad internacional y, en concreto, a cualquier gobierno que pueda tener alguna influencia en la crisis. Es un mensaje firme, contundente y emotivo. Lo más probable es que sirva de poco, o de nada, pero es moralmente necesario.

En el vídeo, Anthony Lake (UNICEF –infancia–), António Guterres (ACNUR –refugiados–), Valerie Amos (OCHA –asuntos humanitarios–), Ertharin Cousin (PMA –alimentos–) y Margaret Chan (OMS –salud–) hablan alto, claro y con una sola voz: «Basta, ya basta», repiten. Y una advertencia: si el número de niños y familias que necesitan ayuda humanitaria sigue creciendo cada semana al vertiginoso ritmo actual, las agencias de la ONU no podrán seguir garantizando el mantenimiento de sus operaciones con los fondos de que disponen.

Por primera vez, Naciones Unidas tendrá que plantearse el cierre de programas dentro de Siria, en áreas tan esenciales como la salud, la protección de la infancia o la educación. Y si eso ocurre, la situación, que ya es dramática, puede volverse un auténtico infierno. La interrupción de estos programas afectaría a decenas de miles de refugiados en Jordania, Irak, Líbano y Turquía, y también a programas de vacunación, al funcionamiento de centros de salud, a la escolarización… Según UNICEF, solo un 6% de los niños de Alepo están escolarizados ahora. Hace dos años eran el 85%.

La novedad del llamamiento es que no se centra en una petición de fondos a gran escala, por más que estos sea necesarios. Esta vez, los líderes de la ONU van directos a las causas de la tragedia, y no solo a sus consecuencias. Los fondos para hacer frente a los efectos del conflicto son importantes, pero lo esencial es parar la guerra, y hacerlo cuanto antes:

Tras más de dos años de conflicto y más de 70.000 muertes, incluidas las de miles de niños; a pesar de que más de 5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, incluidos más de un millón de refugiados que viven en los países vecinos, sometidos a una intensa presión; a pesar de que tantas familias han sido separadas, y tantas comunidades, destruidas; a pesar de que escuelas y hospitales han sido destrozados, y los sistemas de agua desmantelados; a pesar de todo eso, parece que todavía no existe un sentimiento de urgencia lo bastante grande entre los gobiernos y las partes que podrían poner fin a la crueldad y a la carnicería en Siria.

Llamamiento desesperado de la ONU sobre Siria

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Cientos de menores palestinos detenidos por el Ejército israelí son sometidos de forma sistemática y generalizada a malos tratos que violan el derecho internacional, según denuncia en un informe el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). De acuerdo con los cálculos de la agencia, unos 700 palestinos de entre 12 y 17 años de edad son detenidos, interrogados y arrestados por efectivos de las fuerzas de seguridad israelíes cada año en Cisjordania. UNICEF afirma haber identificado «ejemplos de prácticas que equivalen a tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes de acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño y la Convención contra la Tortura».

Unicef: Children in Israeli military detention
Portada del informe de Unicef

El informe detalla que el maltrato suele empezar en el momento mismo del arresto, que a menudo es llevado a cabo por soldados fuertemente armados, en medio de la noche, y continúa después durante el proceso judicial y la condena. «El patrón de maltrato incluye las prácticas de vendar los ojos a los menores y atar sus manos con bridas de plástico, abusos físicos y verbales durante el traslado al lugar de interrogatorio, y el uso de limitaciones dolorosas», indica UNICEF. Según la agencia, la mayoría de los detenidos por lanzar piedras sufren violencia física y amenazas durante su interrogatorio, son obligados a confesar y no tienen acceso inmediato a un abogado o a su familia durante el interrogatorio.

«El trato contradictorio con los derechos de los menores sigue durante las comparecencias ante el tribunal, incluido el encadenamiento, la negación de fianza, la imposición de penas de custodia y el traslado fuera de los territorios palestinos ocupados para cumplir sus penas dentro de Israel», una práctica que, de acuerdo con el informe, «parece ser extendida, sistemática e institucionalizada».

El estudio está basado en datos de más de 400 casos documentados desde el año 2009, así como el documentos legales, informes de grupos gubernamentales y no gubernamentales y entrevistas a menores palestinos y a responsables y abogados palestinos e israelíes.

«Israel es el único lugar del mundo en el que un niño detenido es llevado por sistema ante un tribunal militar. Esto solo se da en otros países a título excepcional», explica Jean-Nicolas Beuze, consejero regional de UNICEF, en declaraciones que recoge la agencia AFP. La representante de la agencia de la ONU en los Territorios Palestinos, Jean Gough, precisa, por su parte, que a finales de enero «31 niños de menos de 16 años y 233 niños en total» se encontraban en esa situación. Gough aclara que estos datos solo incluyen la Cisjordania ocupada, bajo administración militar israelí. «Los niños no deberían estar en la cárcel», añade: «Si un niño debe, por cualquier razón, ser puesto en detención, debería hacerse en conformidad con las normas internacionales y la Convención de Derechos del Niño».

Pese a todo, UNICEF indica que Israel ha realizado algunos «cambios positivos» en los últimos años, en lo que respecta a su trato a los menores palestinos, incluyendo nuevos procedimientos para atar las manos con el fin de evitar daños y heridas. La agencia reconoce asimismo una mejora en la orden militar emitida en 2010 que exige a la Policía israelí que notifique a los padres el arresto de sus hijos e informar a los menores de que tienen derecho a consultar a un abogado.

Reuters informa de que el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Yigal Palmor, ha señalado que responsables de este departamento y del Ejército israelí han cooperado con UNICEF en la elaboración del informe, con el objetivo de mejorar el trato de los menores palestinos bajo custodia. «Israel estudiará las conclusiones y trabajará para aplicarlas mediante la cooperación ya existente con UNICEF, cuyo trabajo valoramos y respetamos», añadió el portavoz.


Más información y fuentes:
» Informe completo (PDF): Children in Israeli military detention: observations and recommendations
» Israel mistreats Palestinian children in custody: UNICEF (Reuters)
» UNICEF denuncia «maltrato sistemático» de niños palestinos detenidos en Israel

Maltrato sistemático de los menores palestinos detenidos

Unicef: Children in Israeli military detention

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Niños sirios en el campo de refugiados de Al Zaatri, Jordania, en agosto de 2013. Foto: Foreign and Commonwealth Office / Flickr 1

«A lo largo de la última semana han empezado a llegar cada vez más niños solos. Nos cuentan que sus padres han muerto, o que se han quedado en Siria para cuidar de familiares, o que están trabajando en otros países. Algunos niños que no tenían pasaportes dicen que les han enviado por delante, y que sus padres llegarán más tarde».

Es parte de un comunicado hecho público este martes por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) sobre el dramático aumento del número de refugiados sirios que, huyendo de la guerra, están llegando a los campamentos de Jordania, un número que se ha multiplicado por dos en la última semana. Según los datos proporcionados por la agencia de la ONU, entre el 21 y el 27 de agosto cruzaron la frontera sirio-jordana unas 10.200 personas, mientras que la semana anterior el número había sido de 4.500. Solo en la jornada de este lunes, más de 2.500 refugiados sirios abandonaron su país y entraron en Jordania. «Los refugiados afirman que miles más están esperando para cruzar la frontera, y aseguran que habían sido bombardeados por aviones», señaló la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming.

Las cifras están aumentando de forma especial no solo en Jordania, sino también en Turquía, donde la agencia prevé la presencia de hasta 200.000 sirios si continúa el ritmo actual. El número de refugiados sirios registrados en los cuatro países vecinos de Siria -Turquía, Irak, Jordania y Líbano- ha aumentado a 214.120, muy por encima de las previsiones.

Con respecto a los niños, ACNUR no pudo concretar el número exacto de menores que llegan solos, pero, según Unicef, la cifra se situaría «en torno a unos cuantos cientos, sin llegar a miles». No obstante, ambas agencias aseguran que esperan un aumento considerable en el número de estos menores. De momento, Unicef ha establecido espacios especiales para niños en los campos de refugiados, en los que se les proporciona asistencia psicológica y actividades lúdicas. También trabaja para establecer un programa regular de vacunación.

En el campo jordano de Al Zaatri, por ejemplo, la mitad de los refugiados acogidos son niños.

Unicef ha lanzado un llamamiento para captar 54 millones de dólares con el objetivo de cubrir las necesidades de emergencia de los refugiados en Al Zaatri (transcrito también como Zaatari) y las comunidades aledañas. Las condiciones en el campo de Al Zaatri, situado en una zona desértica, son muy duras, debido a las altas temperaturas y las frecuentes tormentas de arena.

Gráfico: The Strategic Research and Communication Centre. Ampliar

La responsable de Unicef en Jordania, Dominique Hyde, insiste en que es urgente recibir ayuda, porque en Al Zaatri los espacios habilitados para niños tienen capacidad para unos 2.500 y en solo unos meses se espera que alrededor de 35.000 niños estén en el campo.

Desplazados y refugiados por la guerra en Siria, en junio de 2012. Mapa: US Department of State / Wikimedia Commons. Ampliar

(1) Imagen añadida posteriormente a la publicación original de la entrada.

Los niños del éxodo sirio

«A lo largo de la última semana han empezado a llegar cada vez más niños solos. Nos cuentan que sus padres han muerto, o que se han quedado en Siria para cuidar de familiares, o que están trabajando en otros… Leer