Primer número de la revista iraquí Layla, publicado el 15 de octubre de 1923. World Digital Library:
Primer número de la revista iraquí Layla, publicado el 15 de octubre de 1923. Fuente: wdl.org.
(más…)El Assad, por JustineRSF. Sin libertad de información la oposición no tiene voz (de la campaña Los depredadores, de Reporteros Sin Fronteras). BETC Paris.
Muchos medios estadounidenses, en televisión y en Internet, comenzaron el jueves sus informaciones sobre la crisis de Gaza con los tres muertos israelíes. Después, y no siempre, los muertos palestinos, que en ese momento sumaban ya más de una decena.
Lo mismo ocurrió en los resúmenes de algunas agencias. Este breve boletín de la estadounidense Associated Press con las noticias más importantes del día arranca con Obama y el huracán Sandy, y luego pasa a la crisis de Gaza. Se informa de la muerte de los israelíes y de que Israel continúa lanzando ataques contra la Franja «en represalia» por los cohetes de Hamás, pero no se mencionan los palestinos fallecidos:
Según fue avanzando el día, las informaciones fueron siendo más equitativas, al menos en los titulares de las ediciones digitales.
Si esencialmente entendemos la noticia como hecho novedoso, la muerte de ciudadanos israelíes por cohetes de milicianos palestinos es, en efecto, más novedoso. A pesar de los continuos lanzamientos de cohetes sobre territorio israelí, rara vez se producen víctimas, y menos aún víctimas mortales. El hecho de que algunos cohetes hayan llegado hasta Tel Aviv también es nuevo, es noticia. Y, obviamente, cada muerto, sea de donde sea, es una tragedia.
Pero si, además, entendemos la información como un intento de reflejar lo que pasa del modo más ecuánime posible, entonces es necesario reflejar que se trata de un enfrentamiento desigual, es necesario contar cómo sufren unos y otros, cómo responden unos y otros. Solo este jueves murieron más palestinos que israelíes han muerto en los últimos tres años.
El International Herald Tribune (edición global de The New York Times) optaba este viernes en sus primeras ediciones impresas por dar una foto de cada parte en la primera página. En el texto, sin embargo, mantiene el criterio de los israelíes primero:
En Los Angeles Times (primera página), el orden es el mismo:
Y también en el británico The Times (a la derecha), que además ocupa la práctica totalidad de la columna dedicada a la noticia con información sobre los cohetes de Hamás y la situación en Tel Aviv y otras ciuades israelíes. Las víctimas palestinas reciben, exactamente, cinco líneas, en el quinto párrafo.
Volviendo a EE UU, el titular y el subtítulo de The Philadelphia Inquirer son exclusivamente para Tel Aviv y las víctimas israelíes. En el texto, los muertos palestinos aparecen cuatro párrafos más abajo de los israelíes:
The Miami Herald informa de las víctimas en los pies de foto. La imagen principal es para los israelíes, la secundaria, para los palestinos:
Uno de los casos más llamativos es el del canadiense The Globe and Mail, uno de los grandes diarios de referencia del país. El periódico, generalmente equilibrado, bien informado, y poco sospechoso de partidismo, no hace sin embargo ni una sola mención en toda su información de primera página a los muertos palestinos. Ni en el titular, ni en el texto, ni en los sumarios. Toda la pieza está dedicada a la crisis desde el punto de vista israelí:
Entre los diarios estadounidenses que sí colocan en primer lugar al mayor número de muertos palestinos se encuentran la edición principal de The New York Times (al final de la columna de primera página; los israelíes, ya en páginas interiores), The Wall Street Journal y The Washington Post (siguiente imagen):
El San Francisco Chronicle y el Chicago Tribune apenas dedican al tema unas pocas líneas en sus primeras páginas, y The Boston Globe y USA Today optan por grandes fotografías, sin mencionar número de víctimas en portada.
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El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) presentó este martes en El Cairo su informe anual sobre los ataques a la profesión en todo el planeta. Al margen de la trágica cifra de informadores muertos en el ejercicio de su profesión (46 en 2011), el informe destaca dos cosas: un aumento general de la censura gubernamental y un incremento de las amenazas a los periodistas mediante el uso de las nuevas tecnologías.
El peor país para ejercer el oficio sigue siendo Pakistán (por segundo año consecutivo), con siete asesinatos en total, pero la situación ha empeorado especialmente en Oriente Medio, donde al menos 19 periodistas murieron el año pasado desempeñando su labor, frente a los seis fallecidos en 2010. Es decir, trece más.
El Comité denuncia que las autoridades han ejercido, o han tratado de ejercer, un control de la información en las revueltas populares de los países árabes, tanto sobre los medios de comunicación tradicionales como sobre los surgidos a partir de las nuevas tecnologías (redes sociales y móviles, principalmente). Un ejemplo, los cortes de Internet y de telefonía móvil durante la revolución egipcia que obligó finalmente a renunciar al presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Irán ostenta el récord de detenciones, con 42 periodistas presos, debido, según señala el CPJ, a la campaña de intimidación contra la prensa que comenzó hace más de dos años tras las elecciones presidenciales.
En Siria, donde, en un clima ya de práctica guerra civil, continúa la represión del régimen de Bashar Al Asad contra la rebelión, al menos cuatro periodistas han perdido la vida desde comienzos de 2012.
Según indica el informe del CPJ, las autoridades sirias han reclutado técnicos informáticos para espiar los correos electrónicos de los informadores de la oposición, atacar páginas web y «controlar la difusión de todo tipo de datos». Además, un grupo de ‘expertos’, conocido como el Ejército Electrónico Sirio, «tortura a los periodistas para obtener las contraseñas de sus cuentas en redes sociales como Facebook, y acceder así a su información personal y a la de otros contactos», según indicó el subdirector del CPJ, Robert Mahoney, a la agencia Efe.
Las amenazas a los periodistas, añade Mahoney, también pueden llegar «a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos o, de forma más gráfica, introduciendo una bala en un sobre».
La buena noticia, al menos, es que, según el CPJ, Irak lidera la lista de los países que menos combaten a los periodistas.
» Información detallada y actualizada de la situación de los periodistas en Oriente Medio, país por país
» Fotos sobre la libertad de prensa en el mundo en 2011
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) presentó este martes en El Cairo su informe anual sobre los ataques a la profesión en todo el planeta. Al margen de la trágica cifra de… Leer
Los ataques a la libertad de expresión, la censura y el acoso a la prensa, comunes en el régimen de Bashar al Asad, han cobrado especial fuerza desde el inicio de las revueltas democráticas en Siria. Los periodistas tienen prohibido entrar a la ciudad sureña de Daraa, el escenario de los disturbios políticos, y el 25 de marzo fueron obligados a volver a Damasco, la capital, en caravanas escoltadas por la policía, por «su propia seguridad». Desde entonces necesitan obtener un permiso del Ministerio de Información para poder hacer su trabajo.
Además, las autoridades sirias han revocado las credenciales de prensa del corresponsal de Reuters Khaled Oweis por «cobertura falsa» y le han ordenado salir del país, según informó Reporteros Sin Fronteras. También han sido expulsados el productor de Reuters Ayat Basma y el camarógrafo Ezzat Baltaji, ambos ciudadanos libaneses, después de haber sido detenidos durante dos días.
Por otra parte, la cadena Al-Arabiya anunció el pasado día 7 el arresto de uno de sus corresponsales en Siria, el periodista noruego de origen kurdo-sirio Mohamed Zaid Mistou. El periodista estaba cubriendo el movimiento de protesta y había publicado numerosos artículos en la web de Al-Arabiya.
Según medios de comunicación jordanos, el 24 de marzo pasado las autoridades sirias habrían arrestado también a dos periodistas que trabajan para Arab Broadcasting Services, Akram Abu Safi y Sobhie Naeem Al-Assal.
Los ataques a la libertad de expresión, la censura y el acoso a la prensa, comunes en el régimen de Bashar al Asad, han cobrado especial fuerza desde el inicio de las revueltas democráticas en Siria. Los periodistas tienen prohibido… Leer
[…] Aunque la libertad de prensa está garantizada hasta cierto punto en la Constitución de Catar, en junio el Consejo de Asesores recomendó duras sanciones para periodistas radicados en Catar que escriban en contra del emir, la seguridad nacional, la religión y la Constitución.
La semana pasada el Gabinete de Estado hizo un llamamiento para aprobar una nueva ley de prensa y publicaciones, con el fin de «estar al ritmo de las exigencias de los tiempos cambiantes», destacando la importancia de abrir la comunicación entre periodistas y funcionarios del Gobierno.
Sin embargo, por ahora, la libertad de prensa en Catar –a pesar de Al Jazeera– sigue siendo un objetivo por el que hay que esforzarse.
En Qatar Living, Xena, que trabaja en prensa escrita, dice:
Llegué aquí en los inicios del periódico, todo el mundo era optimista acerca de estar en un país nuevo con posibilidades nuevas. La atmósfera era eléctrica. Pero pronto llegan los problemas. No puedes imprimir nada vagamente opuesto a las posturas del gobierno, solamente puedes imprimir comunicados de prensa, y no se te permite cambiarlos, mal escritos o no. Tratar de conseguir entrevistas con la gente es como tratar de llegar al presidente de EE UU –imposible–. Llamada tras llamada, listas de preguntas, aprobación de preguntas, esperar a ver la historia antes de que vaya a imprenta y después cambiar o retractarse de las declaraciones….
En Here, There and Everywhere ‘Truthful Stranger’ escribe el siguiente comentario sobre la fórmula típica de un periódico en Catar:
Siempre tienes la presencia de la maldad (siempre hay una pandilla de asiáticos a la que deportar por hacer algo atroz como robar o vender licor) en la página 1, parte inferior, que cubre la Maldad En Nuestro Medio. Después, el adulador artículo sobre HH que acaba de pronunciarse concisamente sobre La Necesidad de Entendimento Mutuo y Educación En Todo el Mundo (página 2); algunas cifras falsas acerca de cómo ha aumentado la propiedad Pearl y otras inversiones (páginas 3 a 5); tonterías de cómo el país es seguro para las inversiones (página 6); el efusivo editoral acerca de cómo las mejores sociedades en el mundo son grandiosas porque están respetando los valores islámicos (páginas 6 a 8); Qatar Airways gana un premio por las mejores toallas calientes para vuelos (página 9), y una nueva orden para 500 aviones Airbus (¡gracias a la rentabilidad estratégica de la aerolínea!). Y, no olvidemos: El Golfo Escapa de Bajón Económico por cuarta semana seguida (página 10 al infinito).
Shabina S. Khatri es una periodista ‘freelance’ estadounidense en Doha, Catar.
Publicado originalmente en Global Voices bajo licencia Creative Commons el 13/11/2009
Traducción del original en inglés: Qatar: No one is above the law – really?
Traducido por Gabriela García Calderón Orbe
Por Shabina Khatir.- Aunque la libertad de prensa está garantizada hasta cierto punto en la Constitución de Catar, en junio el Consejo de Asesores recomendó duras sanciones para periodistas radicados en Catar que escriban en contra del emir, la seguridad nacional, la religión y la Constitución. La semana pasada el Gabinete de Estado hizo un llamamiento para aprobar una nueva ley de prensa y publicaciones […]