En Egipto trabajan alrededor de 1,6 millones de menores de edad, es decir, casi el 10% de la población menor de 17 años, y normalmente lo hacen en condiciones duras. Esos son los datos oficiales que ofrece el gobierno del país, pero expertos y organizaciones no gubernamentales consideran que ese número debería multiplicarse por dos, dado que el trabajo infantil se desarrolla, normalmente, en áreas de economía sumergida muy difíciles de controlar. La ONG Tierra de Hombres, por ejemplo, calcula en 7 millones el número de niños que trabajan en Egipto. De ellos, el 83% lo hace en las regiones rurales, principalmente en las provincias de Assiout, Sohag y Beni Suef.
El principal problema, como en tantas otras partes del mundo, es que son muchas las familias que no podrían subsistir sin los ingresos que aportan sus hijos. En algunos hogares, de hecho, el niño es la única fuente de ingresos; en otros, los hijos se ven obligados a reemplazar a sus padres enfermos, en condiciones que a menudo son peligrosas para su salud. Por otra parte, para algunos empresarios el niño representa mano de obra barata, más obediente y maleable que los empleados adultos.
Un informe publicado en 2011 por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos reconoce que Egipto ha hecho esfuerzos importantes por eliminar las peores formas de trabajo infantil, pero destaca asimismo que aún quedan grandes lagunas legales cuando se trata de proteger a la infancia en este aspecto.
La reciente promulgación de una nueva ley de educación, cuyo objetivo es ir retirando a los niños de los campos para integrarlos en el sistema escolar, no ha tenido demasiado éxito en las regiones más pobres. La mayoría de las familias no tienen medios para pagar los gastos de la escolarización, y otras no están de acuerdo con lo que se enseña en las escuelas, ya que se trata de una enseñanza que no tiene como objetivo principal ganar dinero.
En 2011, Tierra de Hombres realizó una investigación en la provincia de Assiout, una de las más desfavorecidas de Egipto, donde más de la mitad de la población es pobre y donde el 20% de los niños trabajan en el sector agrícola. La investigación confirmó, en palabras de la ONG, que «los derechos de los niños que trabajan en la agricultura son ridiculizados. Los niños sufren de una ausencia de protección y están expuestos a graves riesgos sobre su salud, sobre todo a causa de permanecer bajo el sol durante toda la jornada, o a la ingestión de pesticidas. Algunos trabajan hasta diez horas diarias. Muchos sufren accidentes en el camino a su lugar de trabajo o son maltratados por su empleador».
Mientras, activistas contra el trabajo infantil han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que la protección a la infancia quede mermada en la nueva Constitución egipcia, que se está debatiendo ahora. A principios de octubre, la Coalición Egipcia para los Derechos de los Niños denunció que en los primeros borradores constitucionales no se prohibía el trabajo infantil de un modo tan severo como en la legislación anterior.
Los siguientes enlaces corresponden a las fotografías de un reportaje sobre el trabajo infantil en Egipto, escrito e ilustrado por Khalil Hamra para la agencia AP, y publicado esta misma semana:
- Ezzat, un niño egipcio, trabaja decorando cerámica frente a su casa, en la parte vieja de El Cairo
- Un niño, en el taller de reparaciones donde trabaja, en El Cairo
- Un niño acarrea varios ladrillos de cemento en una fábrica de las afueras de Qalyobiya, 45 kilómetros al norte de El Cairo
- Un niño trabaja vendiendo flores en una calle de El Cairo
- Un niño, durante su trabajo en un taller mecánico de El Cairo
- Un niño carga con una teja en un taller de cerámica y construcción de la ciudad vieja de El Cairo
- Un niño trabaja como limpia parabrisas en una calle del centro de El Cairo
- Un niño carga bloques de cemento en una fábrica de las afueras de Qalyobiya
- Un niño trabaja vendiendo banderas en la plaza Tahrir de El Cairo
- Un niño bebe un te durante una pausa en su trabajo en un taller mecánico de El Cairo
- Un niño ayuda a su padre en una granja de las afueras de Qalyobiya, al norte de El Cairo
- Una niña llena cubos de agua en una fábrica de cerámica, en la parte vieja de El Cairo
- Un niño acarrea varias tejas en una fábrica de cerámica para construcción, en El Cairo
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