Pese a lo que pueda parecer, este vídeo no ha sido grabado en una reunión de hooligans exaltados y borrachos tras la pérdida de su equipo. Tampoco es una asamblea del Ku Klux Klan ni la ceremonia de iniciación de una secta destructiva. Se trata del Parlamento iraní, los ‘representantes del pueblo’, un día después de la manifestación antigubernamental de ayer en Teherán que, según la Policía, dejó dos muertos y nueve agentes de seguridad heridos.
Los que gritan son los diputados de la mayoría conservadora, y lo que gritan, aparte de los clásicos «Muerte a Israel» y «Muerte a Estados Unidos», es «Musavi, Karubi … ¡Ejecutadlos!». Hosein Musavi es el ex primer ministro del país; Mehdi Karubi, el ex presidente del Parlamento. Son los líderes de la oposición y los convocantes de una protesta que, inspirada en el ejemplo de las revoluciones egipcia y tunecina, trataba de resucitar las revueltas desatadas tras las elecciones fraudulentas de 2009. La manifestación, como todas en Irán, estaba, por supuesto, prohibida por el Gobierno.
¿Para qué darle más vueltas? Una soga al cuello, y a otra cosa. Eso sí, con juicio previo. Según informa la agencia France Press, el fiscal general iraní, Gholamhosein Mohseni Ejeie, prometió, en respuesta a los diputados, que la justicia actuaría «rápida y firmemente en contra de los principales responsables y de aquellos que crearon disturbios». Para que no quedasen dudas, el portavoz de uno de los grupos parlamentarios conservadores, lo aclaró: «Algunos jefes de la sedición como Musavi y Karubi deben ser juzgados como corruptores y castigados con la pena de muerte».
En su informe sobre la aplicación de la pena de muerte en 2010 en Irán, la ONG Iran Human Rights (IHR) denuncia que la cifra de ejecutados del año pasado es «probablemente la más alta desde las ejecuciones en masa de prisioneros políticos en el verano de 1988». Sólo en el primer mes de 2011, según IHR, el número de ejecutados se situaba ya en 85 personas, de las cuales tres serían condenados que fueron detenidos por su papel en lasmanifestaciones de 2009.
Del total de 546 ejecutados en 2010, 312 casos han sido confirmados oficial y extraoficialmente por las autoridades iraníes. La ONG iraní no ha incluido otras 200 ejecuciones de las que ha sido informada por dificultades para conseguir detalles sobre las mismas.
Entre los ajusticiados el año pasado figuran al menos dos menores de edad y ocho mujeres. Además, sólo un 32% de los ejecutados han sido completamente identificados con nombres y apellidos. De las 546 ejecuciones, 19 se desarrollaron en público.
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