Obama cree que necesito un psicólogo

Estuve muy nervioso durante todo el proceso, pero lo único que no me hizo perder el sueño fue la posibilidad de tener que eliminar a Bin Laden. Se ha hecho justicia. Y creo que cualquiera que ponga en duda que el autor de un asesinato de masas en suelo estadounidense no merecía acabar como acabó necesita que le examinen la cabeza.

Barack Obama, presidente de EE UU, en una entrevista concedida al programa 60 Minutes, de la CBS

4 comentarios en «Obama cree que necesito un psicólogo»

  1. Yo no soy experto en política internacional, pero el sentido común me dice que la muerte del payo éste no va a ser la última. De hecho, temiendo estoy que se reorganicen, porque la van a liar parda. En cambio, si lo hubiesen capturado vivo, aparte de demostrar que eran mejores que él, los americanos hubiesen tenido en su poder una herramienta básica en la lucha contra el terrorismo islámico. Veremos si el desastre de Japón no se queda en una nadería comparado con las represalias de Al-Qaeda.

    • No se pueden descartar represalias, claro que no. De hecho, ya ha habido atentados en Irak y en Yemen. ¿En Occidente? Tal vez, pero lo cierto es que no ha habido ningún atentado gordo desde Londres, hace ya casi seis años, y no creo que sea por no haberlo intentado. El terrorismo es terrorismo, entre otras cosas, porque es imprevisible e indiscriminado. Puedes acabar con ETA, o con el IRA, o con el líder de Al Qaeda, pero siempre habrá alguien que pueda conseguir explosivos y causar un montón de muertos. La cosa está en hacer irrelevante la base, la cobertura ideológica, la organización… Pero quién sabe.

      Lo que me preocupa, con respecto a lo de Obama, es esa casi unanimidad ciega e infantil que parece haberse apoderado de EE UU (y de los líderes internacionales, también Zapatero). No se libran ni siquiera algunos medios, como el New York Times, de los que podrías esperar un análisis por lo menos un poquito más crítico (el editorial del NYT sobre la muerte de Bin Laden, muy bueno, por orta parte, desgranaba todo lo desgranable, pero ni una palabra sobre la legalidad de la operación en sí, la ejecución sin juicio…). Tienes que buscar entre las voces más radicales (minoritarias), o entre las abiertamente anti sistema, para encontrar algo. Y, a menudo, la excesiva vehemencia conspiranóica de sus argumentos les acaba desacreditando. Y siempre con esa absurda necesidad de tener que explicarcarse y justificarse (“Y no es que me guste Bin Laden”, “Y no es que me olvide de las víctimas”…). En fin.

  2. Eso mismo llevo creyéndolo yo hace muchas años. No, en serio. No veo que ésta haya sido una operación oculta de crimen de Estado, utilizando métodos terroristas, al estilo del Gal. Aquí hay una guerra declarada, con la peculiaridad de que el enemigo no es un Estado sino un grupo terrorista internacional, pero con una implantación evidente en determinados países que lo amparan. Y además hay una orden legal de captura respaldada por el Congreso y por la población de forma casi unánime. El Ejército lucha todavía en Irak y en Afganistán. ¿Qué diferencia hay entre esta operación y cualquier combate que entablan los soldados americanos en Afganistán? Las guerras están llenas de ejecuciones sin juicio, quizá sea esa una buena definición de guerra: una sucesión de ejecuciones sin juicio. Mueren muchas personas y muchas de ellas son civiles. Cada guerra es una catástrofe y un fracaso de la humanidad. Pero ésta guerra contra Al Qaeda es justa. Probablemente la invasión de Irak fuera una equivocación fatal, porque ha causado más sufrimiento y muerte que otra cosa; pero esta operación contra Bin Laden ¿a quién ha hecho daño? Tú te empeñas en ver a la democracia y otros derechos humanos como víctimas de esta operación. Cuando difícilmente veremos otra operación más democracia que ésta, por los motivos que he expuesto antes, a los que se puede añadir el escrutinio público al que se la somete.

    • Llegados a este punto, lo que nos hace falta es un par de tazas de café (o algo más fuerte, mejor) por medio…

      A ver, si algo NO es precisamente esta “guerra” es “declarada”. EE UU no ha declarado la guerra oficialmente a Al Qaeda (ni a Al Qaeda ni a nadie desde 1942, en realidad. Washington sólo ha declarado oficialmente la guerra en cinco ocasiones -una de ellas, por cierto, contra España-. El resto, desde Vietnam hasta Irak, se suelen calificar como “conflictos militares”). Pero bueno, aceptemos que, al margen de “tecnicismos”, EE UU sí estaba en guerra. Eso significa que, si EE UU está en guerra contra Al Qaeda, Al Qaeda también está en guerra con EE UU, ¿no? Obviamente, no estamos discutiendo aquí quiénes son los buenos y quiénes son los malos, pero, ¿podemos hablar entonces de “terroristas” y de “actos de terrorismo”? ¿No serían más bien, “enemigos” y “legítimas operaciones de guerra”? Y si se trata de enemigos, ¿no habría que tratarlos como tales? Hasta los nazis tuvieron su juicio en Nuremberg.

      Las guerras son, efectivamente, una sucesión de ejecuciones sin juicio. Pero en las guerras también se hacen prisioneros, incluso cuando el enemigo es capturado por la fuerza, sin haberse rendido. Y al jefe de los enemigos, por otra parte, no se le mata a sangre fría. Se le captura, si se puede, y se le juzga. De todos modos, para eso hay que dejar claro primero qué es lo que era Bin Laden ¿Un enemigo o un criminal? ¿Las dos cosas? Si se le consideraba un enemigo, entonces existe, entre otras, cosas, la Convención de Ginebra. Si se le consideraba un criminal (presunto), entonces está la presunción de inocencia (sí, incluso en su caso; la confesión de un crimen no implica necesariamente culpabilidad legal), el derecho a un juicio justo, el derecho a una defensa legal…

      Y todo eso dejando a un lado el detalle de que, que yo sepa, Pakistán no está en guerra con Al Qaeda. ¿O incluimos violar la soberanía de un tercer país entre los derechos permitidos a un país “en guerra? ¿Sólo a Estados Unidos, o a cualquiera a partir de ahora? (Muchos israelíes, por cierto, se están frotando las manos, porque si esto es legal, entonces los “asesinatos selectivos” contra los líderes de Hamás también lo son.)

      El hecho, como destacas, de que se trate de un grupo terrorista internacional y de que exiata una implicación evidente de los países que le amparan (como sería el caso de Pakistán) no da carta blanca a EE UU para actuar unilateralmente. Lo siento, pero, incluso aquí, es necesario respetar el derecho internacional. ¿Tenía permiso EE UU del Consejo de Seguridad de la ONU (por ejemplo) para invadir cualquier país donde se encontrase Bin Laden con el objetivo de capturarlo o matarlo? Creo que no. Y si esto te parece engorroso, o poco eficaz, es lo que hay. La democracia es engorrosa, lenta y poco eficaz. Las dictaduras son, sin duda, mucho más prácticas.

      Dices que existía una orden legal de captura (¿captura y ejecución?, ¿el “vivo o muerto” del Oeste?) respaldada por el Congreso. ¿Legal?, ¿donde? En EE UU, tal vez, pero lo que es legal en un país no lo es necesariamente más allá de sus fronteras. Estoy seguro de que la represión en Siria se está ajustando inequívocamente a las leyes sirias.

      ¿La diferencia con Afganistán? EE UU invadió Afganistán amparándose en la interpretación que la “doctrina Bush” dio al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas (el derecho a la legítima defensa), y con el objetivo declarado de encontrar a Bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, aparte de derrocar al régimen talibán que les apoyaba y daba refugio. Por muy loables y justificados que sean esos objetivos, ¿quién te ha dicho que esté yo de acuerdo con el marco legal en qué se llevó a cabo esa invasión?

      Pero bueno, todo esto, si quieres, es la parte técnica. Ni siquiera me interesa tanto. Es más, admito que la legislación internacional puede ser ambigua, y hay expertos que creen que deja espacio suficiente como para que un Estado que está inmerso en un conflicto armado, o en una legítima defensa, pueda llevar a cabo este tipo de acciones sin necesidad de aplicar procesos legales.

      Me interesan la parte práctica y la parte moral. En la primera, no creo que se haya avanzado mucho, la verdad. Como te dije en la respuesta a tu anterior comentario, Bin Laden era ya poco más que una referencia. Al Qaeda seguirá como hasta ahora, o no, independientemente de lo que haya pasado con Bin Laden. Y con respecto a la segunda, la acción de EE UU coloca a Occidente (por extensión, y atendiendo a la respuesta casi unánime de sus líderes) en una situación de la que no quiero formar parte. “Bin Laden no dio oportunidad ninguna a sus víctimas, ni les leyó sus derechos”, dicen. Claro que no, por eso es el malo, por eso es Bin Laden. Nosotros sí leemos los derechos. Nos defendemos si no hay más remedio, pero matamos sólo cuando no nos queda otra opción. Me habría gustado ver a Obama diciendo, “claro que pudimos pegarle un tiro en la cabeza y acabar con él, y nada me habría gustado más, pero eso es lo que habrían hecho ellos. Nosotros respetamos la ley”. Te aseguro que me habría incluso emocionado.

      ¿A quién ha hecho daño esta operación? A las víctimas que habrían querido ver al monstruo en un banquillo, o pudriéndose en la cárcel (Bin Laden no sólo mató en EE UU, y fuera de ese país, el entusiasmo por la pena de muerte sin juicio no es tan unánime). A las futuras víctimas de otros regímenes que, amparándose en este nuevo marco de busca y captura, decidan perseguir a sus “enemigos” se encuentren donde se encuentren. A las víctimas de los atentados que vengan como venganza. Y, sobre todo, al sistema de valores, que, con todas sus imperfecciones, engorros e ineficacias, decimos defender.

      Yo no sé cuál es la mejor manera de borrar a Al Qaeda de la faz de la Tierra, pero probablemente tiene más que ver con un apoyo sincero a movimientos de cambio como los que están surgiendo ahora en el mundo árabe, que con la ley del talión o el linchamiento de sus líderes.

      Y una última cuestión: ¿Estamos contra la pena de muerte en todos los casos, sí o no? Yo sí.

      Un abrazo fuerte.

      PD. Yo también lo sospecho desde hace años. Lo del psicólogo, digo… Pero, a menos que me pague él la factura, no va a ser Obama quien me haga ir 🙂

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