Arabia Saudí: brujos a la hoguera

25/11/2009 | Miguel Máiquez

Human Rights Watch ha exigido al tribunal de apelaciones de La Meca que revoque la sentencia de muerte impuesta por una corte menor a Ali Sibat bajo la acusación de brujería. La ONG hizo asimismo un llamamiento al Gobierno saudí para que frene el incremento de procesos bajo unos cargos de «brujería» que están vagamente definidos y que son usados de forma arbitraria.

Al parecer, la sentencia de muerte a Ali Sibat le ha sido impuesta por los consejos y predicciones que ofrece en la televisión libanesa. Según medios saudíes, además de a Sidat, la policía religiosa saudí ha arrestado a al menos otras dos personas por brujería tan sólo en el último mes.

«Los tribunales saudíes están apoyando una literal caza de brujas por parte de la policía religiosa», señaló Sarah Leah Whitson, directora de la sección de Oriente Medio de Human Rights Watch: «El delito de “brujería” se está aplicando a todo tipo de comportamientos, con la cruel amenaza de ejecuciones sancionadas por el Estado».

La policía religiosa arrestó a Ali Sibat el 7 de mayo de 2008, en la habitación de su hotel en Medina, donde se encontraba en peregrinación, antes de volver a su Líbano natal. Antes de ser detenido, Sibat ofrecía habitualmente consejos sobre cuestiones de la vida cotidiana y realizaba predicciones sobre el futuro en la cadena de televisión por satélite libanesa Sheherazade, según informaron tanto el diario libanés Al-Akhbar como el francés Le Monde. Estas apariciones parecen ser las únicas pruebas esgrimidas contra Sibat.

El periódico saudí Al-Madina informó el pasado 15 de noviembre de que una corte menor de Jeddah ha iniciado el juicio contra un hombre detenido por la policía religiosa bajo la acusación de haber introducido de contrabando en el reino un libro sobre brujería. El 19 de octubre, el diario Okaz, también saudí, indicó que la policía religiosa en Ta’if había detenido, por «brujería» y «charlatanería», a un hombre asiático que fue acusado de usar «poderes sobrenaturales» para «resolver disputas matrimoniales y provocar enamoramientos».