Un incierto signo de vida en el cadáver del proceso de paz

20/7/2013 | Miguel Máiquez
El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, en Ammán, Jordania, el pasado 16 de julio. Foto: US Department of State

Por primera vez desde 2010, israelíes y palestinos volverán a sentarse a negociar, según anunció este viernes en Ammán el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, después de cuatro días de intensas conversaciones con ambas partes. El acuerdo debe ser aún formalizado, y no sabemos todavía qué se va a negociar exactamente ni en qué condiciones o con qué plazos, pero sí existe un compromiso. Los negociadores designados por los gobiernos de Israel y Palestina, Tzipi Livni y Saeb Erekat, respectivamente, viajarán a Washington la semana que viene para mantener contactos preliminares, con el objetivo de sentar las bases de la reanudación del proceso de paz.

El preacuerdo supone, aunque por ahora solo sea de palabra, acabar con una situación de estancamiento en la que Israel parecía sentirse cómodo, y contra la que las divididas autoridades palestinas no podían hacer gran cosa. Como ha reiterado estos días el propio Kerry, el tiempo para poder alcanzar un acuerdo basado en la solución de dos estados se estaba agotando. Ahora veremos si no se ha agotado ya.

De momento el anuncio es, más que nada, una victoria de la diplomacia estadounidense y un respiro para el gobierno de Obama, que, al menos durante unos días, podrá apuntarse un tanto en política exterior, después del vapuleo sufrido en medio mundo por las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo de la NSA.

Es, además, el primer logro destacable de John Kerry desde que asumió el cargo de secretario de Estado. La reanudación del proceso de paz era su principal objetivo (seis viajes a Oriente Próximo en apenas cinco meses así lo atestiguan), y este viernes confesó sentirse, si no optimista, sí  «esperanzado».

Por último, la noticia supone asimismo para EE UU algo más o menos concreto a lo que agarrarse en una región donde, tras el golpe de estado en Egipto y los dilemas de la guerra en Siria, todo parece cada vez más complejo y ya nadie sabe a quién apoyar y a quién oponerse.

Kerry ha evitado ofrecer detalles sobre lo acordado («la mejor forma de darle a estas negociaciones una oportunidad es mantenerlas privadas», ha dicho), y tampoco han ido más allá este viernes ninguna de las dos partes implicadas. Pero resulta evidente que la negociación tendrá que enfrentarse a los grandes escollos de siempre: en primer lugar, las fronteras de los futuros dos estados y el problema de los asentamientos ilegales de colonos israelíes en territorio palestino; después, qué hacer con Jerusalén y cómo afrontar el retorno de los refugiados.

Funcionarios palestinos indicaron este viernes a la BBC que habían exigido «compromisos claros y por escrito» de que las negociación se basará en las fronteras de 1967 (las existentes antes de que Israel ocupase Jerusalén este y Cisjordania). También han pedido compensaciones en el caso de que reduzcan sus exigencias sobre una moratoria en la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental.

Por otro lado, fuentes palestinas próximas a la presidencia indicaron a Efe que Kerry presentó al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, «garantías» respecto al compromiso israelí de aceptar el principio de la solución de dos estados basada en las fronteras de 1967.

Por su parte, la prensa israelí ha señalado que el Gobierno de Netanyahu habría exigido que la negociación se reanudase sin condiciones previas, si bien podría estar contemplando la liberación de hasta 250 palestinos presos, según informó el Canal 2 de la televisión israelí.

Para Israel es también fundamental que Palestina suspenda por ahora sus intentos de ser reconocida plenamente como Estado por la comnunidad internacional, después de que, el pasado mes de noviembre, fuera admitida en la Asamblea General de Naciones Unidas como Estado observador no miembro, y dado que existe desde entonces la amenaza de que Israel pueda ser denunciado ante la Corte Penal Internacional de La Haya por supuestos crímenes de guerra.

«Los representantes de dos pueblos orgullosos han decidido hoy que merece la pena emprender este difícil camino», ha dicho Kerry este viernes. La parte más incuestionable de esta frase es que el camino será, efectivamente, difícil. Dos ejemplos poco esperanzadores: este mismo miércoles Israel aprobó definitivamente la construcción de 700 nuevas casas para colonos en Modiin Ilit, un asentamiento situado entre Jerusalén y Tel Aviv, en la Cisjordania ocupada; y en Gaza, según informa AFP, el partido islamista Hamás, que gobierna en la Franja, ya ha rechazado el anuncio de la reanudación del proceso de paz, señalando que Mahmud Abás no tiene ningún derecho a negociar en nombre del pueblo palestino.

Los negociadores

Saeb Erekat. Miembro del Parlamento palestino por la jurisdicción de Jericó, Saeb Erekat fue uno de los principales negociadores palestinos en los Acuerdos de Oslo, y se mantuvo al frente de las conversaciones con Israel entre 1995 y mayo de 2003, año en que dimitió por discrepancias con el Gobierno de la ANP. Volvió al puesto unos meses después, y en 2007 participó en la fallida Conferencia de Annapolis. En febrero de 2011 dimitió de nuevo como jefe negociador, en protesta por las concesiones reveladas en los llamados Papeles de Palestina. Erekat es uno de los políticos palestinos con más experiencia en negociar con Israel, y también de los que más presencia tiene en la prensa occidental.

Tzipi Livni. Ministra de Justicia desde el pasado mes de marzo, Tzipi Livni es también la principal responsable del gobierno de Netanyahu en lo que respecta a las negociaciones de paz con los palestinos. Durante el gobierno de Ehud Ólmert (2006-2009) Livni destacó como ministra de Asuntos Exteriores y ocupó asimismo el cargo de viceprimera ministra. Tras fracasar en su intento de formar gobierno despues de las elecciones de 2009, se convirtió en la líder de la oposición y del partido Kadima, hasta 2012. Después de los comicios de 2013 regresó al actual gobierno de coalición, como líder del partido Hatnuah (liberal). Considerada nacionalista, es una firme defensora de la solución de los dos estados. Este viernes, en su página de Facebook, Livni indicó que «cuatro años de estancamiento diplomático están a punto de terminar, después de meses de escepticismo y cinismo».


Más información y fuentes:
» Palestinos e israelíes volverán a sentarse a negociar tres años después (Efe)
» Israel and Palestinians reach agreement to resume talks (BBC)
» Kerry logra un acuerdo para reanudar el proceso de paz entre israelíes y palestinos (El País)
» Talks between Israel and Palestinian negotiators to start next week (The Guardian)
» Kerry Achieves Deal to Revive Mideast Talks (The New York Times)
» Hamas rechaza reanudación de negociaciones israelo-palestinas (AFP)