Nick Danforth, autor del recomendable blog The Afternoon Map, publicó hace unos días en The Atlantic un interesante artículo sobre la misión que, en el año 1919, llevaron a cabo en Oriente Medio los estadounidenses Henry King y Charles Crane, con el objetivo de proponer un diseño de fronteras para la región que fuese lo más racional posible y respondiese asimismo a los intereses de los distintos grupos de la zona. Un extracto, traducido al castellano:
En 1919, el presidente Woodrow Wilson envió a un teólogo llamado Henry King y a un magnate de la fontanería llamado Charles Crane a solucionar Oriente Medio. En pleno colapso del Imperio Otomano tras la Primera Guerra Mundial, el futuro de la región era incierto, y los dos hombres parecían proporcionar la necesaria combinación de visión para los negocios y conocimiento bíblico. La misión de King y Crane era averiguar cómo querían ser gobernados los habitantes de la región. Sería una prueba fundamental para la creencia de Wilson en el derecho a la autodeterminación de las naciones: la idea de que todos los pueblos deberían tener un estado propio con fronteras claramente definidas.
Tras pasar tres semanas entrevistando a líderes religiosos y comunitarios en Siria, Líbano, Palestina y el sur de Turquía, los dos hombres y su equipo propusieron dividir las tierras otomanas como muestra el siguiente mapa. Sobra decir que sus propuestas no fueron tomadas en cuenta. Siguiendo el Acuerdo Sykes-Picot, Gran Bretaña y Francia se repartieron finalmente la región mediante los llamados mandatos, o como poderes vigilantes […].
Actualmente son muchos los que mantienen que un siglo de inenarrable violencia e inestabilidad —culminado en el brutal intento de Estado Islámico por borrar las fronteras de Oriente Medio— podría haberse evitado si todos los pueblos de la región hubieran conseguido su independencia tras la Primera Guerra Mundial. Pero, como descubrió la Comisión King-Crane en 1919, los grupos étnicos y religiosos rara vez se encuentran divididos en unidades separadas. Y tampoco los miembros de cada grupo comparten necesariamente una misma idea de cómo quieren ser gobernados.
El informe King-Crane sigue siendo un documento notable, no tanto por lo que revela acerca de cómo podría haber sido Oriente Medio, como por la forma en que ilustra los dilemas fundamentales que surgen a la hora de trazar, o no trazar, fronteras. De hecho, el informe insiste en forzar a los pueblos a vivir juntos, a través de complicadas disposiciones jurídicas que prefiguran propuestas más recientes.
El artículo (leerlo completo aquí) incluye un estupendo —y compartible— mapa interactivo con comentarios sobre las principales recomendaciones de la comisión:
Más información:
» The Middle East That Might Have Been (Nick Danforth, en The Atlantic)
» The King–Crane Commission (Wikipedia)
» The King-Crane Commission Report, August 28, 1919 (texto completo del informe de la Comisión King-Crane)
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