Amnistía Internacional concluye que Israel está cometiendo genocidio contra la población palestina en Gaza

6/12/2024 | M. M.

Amnistía Internacional (AI) hizo público este jueves «un informe sin precedentes» en el que la organización afirma que ha encontrado «elementos suficientes para llegar a la conclusión de que Israel ha cometido y continúa cometiendo genocidio contra la población palestina de la Franja de Gaza ocupada».

Según detalla AI en un comunicado, el informe Es como si fuéramos seres infrahumanos: El genocidio de Israel contra la población palestina de Gaza documenta cómo, durante la ofensiva militar que lanzó el ejército israelí tras los mortales ataques perpetrados por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, «Israel ha venido sumiendo a la población palestina de Gaza en un infierno de destrucción sin ningún pudor, continuamente y con absoluta impunidad».

El informe de Amnistía Internacional demuestra, según indica la organización, que Israel «ha llevado a cabo actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio, con la intención específica de destruir a la población palestina de Gaza». Entre ellos, AI enumera los siguientes: «matanza de miembros de la población palestina de Gaza, lesión grave a su integridad física o mental, y sometimiento intencional a condiciones de existencia que habrían de acarrear su destrucción física».

«Mes tras mes, Israel ha tratado a la población palestina de Gaza como un grupo infrahumano que no merece derechos humanos ni dignidad, demostrando así su intención de causar su destrucción física”, indica Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. «Nuestras fulminantes conclusiones deben servir de llamada de atención a la comunidad internacional: lo que está ocurriendo es genocidio. Hay que ponerle fin ya», añade.

Callamard advierte asimismo de que «Los Estados que continúen transfiriendo armas a Israel en este momento deben saber que están incumpliendo su obligación de impedir el genocidio y se arriesgan a ser cómplices de él». «Todos los Estados con influencia sobre Israel, en particular los que suministran armas, como Estados Unidos y Alemania, pero también otros Estados miembros de la Unión Europea, Reino Unido y otros países, deben tomar ya medidas para poner fin de inmediato a las atrocidades de Israel contra la población palestina de Gaza», indica.

Durante los últimos dos meses, la crisis se ha vuelto especialmente grave en la la parte norte de Gaza, donde, como recuerda AI, «una población sitiada se enfrenta al hambre, el desplazamiento y la aniquilación en medio de bombardeos incesantes y restricciones sofocantes de la ayuda humanitaria vital».

«Nuestra investigación revela que, durante meses, Israel ha seguido cometiendo actos genocidas, plenamente consciente del daño irreparable que estaba causado a la población palestina de Gaza. Lo ha hecho desafiando incontables advertencias sobre la catastrófica situación humanitaria y en contra de las decisiones jurídicamente vinculantes de la Corte Internacional de Justicia, en las que se ordena a Israel tomar de inmediato medidas para posibilitar la prestación de asistencia humanitaria a la población civil gazatí», señala Agnès Callamard, agregando que «Israel ha sostenido reiteradamente que sus acciones en Gaza son legítimas y están justificadas por su objetivo militar de erradicar a Hamás. Pero la intención genocida pude coexistir con los fines militares y no tiene por qué ser la única intención de Israel».

Un examen exhaustivo

Amnistía Internacional indica que ha examinado «detenidamente y en su totalidad» los actos de Israel en Gaza, teniendo en cuenta su recurrencia y su comisión simultánea, así como sus efectos inmediatos y sus consecuencias acumuladas, «cada una de las cuales agrava la demás».

La organización consideró también la magnitud y gravedad de esos actos, atendiendo al número de víctimas y al grado de destrucción causados a lo largo del tiempo. Analizó, además, declaraciones públicas de autoridades y determinó que, «con frecuencia, los primeros en anunciar los actos prohibidos o instigar a cometerlos eran los altos cargos responsables de la gestión de la guerra».

«Teniendo en cuenta el contexto preexistente de desposesión, apartheid y ocupación militar ilícita en que se cometieron tales actos, solo podíamos extraer una conclusión razonable, a saber: la intención de Israel es la destrucción física de la población palestina de Gaza, ya sea paralelamente a la consecución del objetivo militar de eliminar a Hamás o como medio para lograrlo», afirma Agnès Callamard.

«Los crímenes atroces cometidos el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos armados contra israelíes y víctimas de otras nacionalidades, entre ellos homicidios masivos deliberados y toma de rehenes, no pueden justificar jamás el genocidio de Israel contra la población palestina gazatí». añade.

AI recuerda que la jurisprudencia internacional reconoce que no es necesario que el perpetrador tenga éxito en sus intentos de destruir al grupo protegido, ya sea total o parcialmente, para determinar que se ha cometido genocidio. La comisión de actos prohibidos con la intención de destruir al grupo, como tal, es suficiente.

La organización analiza en su informe las violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos cometidas por Israel en Gaza en el periodo de más de nueve meses comprendido entre el 7 de octubre de 2023 y principios de julio de 2024. AI entrevistó a 212 personas, entre ellas víctimas y testigos palestinos, autoridades locales gazatíes y personal sanitario; llevó a cabo trabajo de campo, y analizó una amplia variedad de datos visuales y digitales, incluidas imágenes de satélite. Analizó también declaraciones de altos cargos gubernamentales y militares y órganos oficiales israelíes. En múltiples ocasiones, y según asegura la propia organización, AI compartió sus conclusiones con las autoridades israelíes, pero en el momento de la publicación del informe «no había recibido ninguna respuesta sustantiva».

Escala y magnitud sin precedentes

AI denuncia que las acciones emprendidas por Israel a raíz de los mortales ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 «han puesto a la población gazatí al borde del colapso». En octubre de 2024, detalla, «la brutal ofensiva militar israelí había matado ya a más de 42.000 personas palestinas, entre ellas más de 13.300 niños y niñas, y herido a más de 97.000, en muchos casos en ataques directos o deliberadamente indiscriminados, que a menudo aniquilaron a familias enteras formadas por varias generaciones». Se trata, agrega AI, de «una destrucción sin precedentes, que se produjo, según especialistas en la materia, a una escala y una rapidez nunca vistas y se llevó a cabo arrasando ciudades enteras y destruyendo infraestructura esencial, terrenos agrícolas y lugares de carácter cultural y religioso». Debido a ello, indica, «grandes extensiones de Gaza quedaron inhabitables».

En declaraciones a AI citadas por la propia organización, una persona identificada como Mohammed, que huyó con su familia a Rafá desde Ciudad de Gaza en marzo de 2024, y se vio desplazado de nuevo en mayo de 2024, describe así sus esfuerzos por sobrevivir: «En Deir al Balah estamos como en un apocalipsis. No hay sitio para plantar una tienda, tienes que ponerla cerca del mar […] Tienes que proteger a tu familia de los insectos, del calor, y no hay agua limpia ni aseos, y todo el rato sin que cese nunca el bombardeo. Es como si fuéramos seres infrahumanos».

«Israel impuso en Gaza unas condiciones de existencia que generaron una mezcla mortal de desnutrición, hambre y enfermedades y dejaron a la población palestina expuesta a sufrir una muerte lenta y calculada. También sometió a centenares de gazatíes a detención en régimen de incomunicación, tortura y otros malos tratos», denuncia AI.

«Considerados aisladamente, algunos de los actos investigados por Amnistía Internacional constituyen violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Pero al examinar más en general la campaña militar de Israel y los efectos acumulados de sus políticas y actos, la única conclusión razonable que cabe extraer es que hay intención genocida», concluye.

«La inacción absoluta y vergonzosa de que ha dado muestras la comunidad internacional durante más de un año a la hora de presionar a Israel para que ponga fin a sus atrocidades en Gaza —primeramente, con su tardanza en pedir un alto el fuego, y después, con las continuas transferencias de armas— es y seguirá siendo una mancha que empaña nuestra conciencia colectiva», sentencia Agnès Callamard.


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