Influyentes y con un gran poder, seis hombres manejan muchos de los hilos en Oriente Medio, y esperan seguir haciéndolo en el nuevo escenario político que surja tras las revueltas en la región.
Así al menos lo explica Blake Hounshell en un artículo publicado en Foreign Policy, en el que analiza los perfiles, la trayectoria y la influencia del príncipe Nayef bin Abdul Aziz, ministro del Interior de Arabia Saudí desde 1975, y que ha dirigido desde entonces la lucha del reino contra el terrorismo y contra otras formas de disidencia más pacíficas; el jeque Issa Qassim, principal clérigo chií de Bahréin y clave en la actual ‘guerra fría’ entre las dos principales ramas del islam en Oriente Medio; Mustafá Mohamed Abdel Jalil, uno de los cargos más importantes que desertó del gobierno de Gadafi en Libia, y que encabeza ahora el Consejo de Transición Nacional, el grupo que asegura estar a cargo de la dirección política de la rebelión libia; el general yemení Alí Muhsin al Ahmar, familiar y, hasta ahora, estrecho colaborador del presidente Saleh, que ha anunciado su apoyo al movimiento de protestas en el país; Yusuf al Qaradaui, uno de los predicadores islámicos más prominentes del mundo árabe, y que lleva tiempo utilizando su prestigio para apoyar a los Hermanos Musulmanes de Egipto desde Catar; y Sami Enan, el jefe de las Fuerzas Armadas egipcias que, según los expertos, es quien cuenta con el respeto de las tropas y, sobre todo, de los estadounidenses, pese a que, en teoría, es el ministro de Defensa, el mariscal Mohamed Husein Tantaui, quien dirige el Consejo Militar Supremo.
» Leer el artículo en Foreign Policy
Archivado en: Actualidad
Más sobre: Arabia Saudí, Bahréin, Catar, revueltas árabes, Yemen