La organización Breaking The Silence (rompiendo el silencio) es una de las ONG israelíes con mayor reconocimiento internacional. Fue creada hace nueve años en Jerusalén por veteranos del ejército israelí (IDF, por sus siglas en inglés), con el objetivo de recoger, documentar y dar a conocer al público testimonios de soldados israelíes que han prestado servicios en los territorios palestinos ocupados; historias que la mayoría de la población del país ignora, o prefiere ignorar.
Los testimonios, muchos de los cuales pueden consultarse en la página web de la organización, tanto en texto como en vídeo, están divididos por categorías: abusos, asesinatos, sobornos, controles, niños, toques de queda, muertes, demoliciones de viviendas, incursiones en casas, escudos humanos, bloqueos en carreteras, humillaciones, violencia por parte de colonos, testimononios de mujeres… El espectro abarca desde intimidaciones rutinarias hasta gravísimos abusos a los derechos humanos.
El ejército israelí, que ha llegado a presumir de ser «el más moral del mundo», insiste en que sus acciones en los territorios ocupados tienen como principal objetivo proteger al país del terrorismo. La historia que cuentan estos soldados, sin embargo, es muy diferente. A través de la franqueza de sus testimonios, de los relatos de lo que hicieron o les ordenaron hacer, estos soldados dibujan un escenario en el que lo que prima no es una política defensiva, sino una agenda claramente ofensiva. Los mismos términos usados oficialmente para definir las acciones militares, tales como «prevenir el terrorismo», «separar poblaciones», «preservar la vida normal palestina» o «reforzar la ley», significan a menudo cosas muy distintas: extender el miedo y la subyugación, acelerar el proceso de colonización y adquisición de tierra palestina y, en última instancia, frustrar toda posibilidad de independencia.
Yehuda Shaul, cofundador y codirector de Breaking The Silence, nació y se crió en Jerusalén, en el seno de una familia ultraortodoxa judía. Tras finalizar sus estudios de secundaria en un instituto talmúdico de un asentamiento judío en Cisjordania, Yehuda ingresó en el ejército, donde alcanzó el rango de sargento y estuvo al mando de un pelotón destinado en las ciudades palestinas de Belén, Ramala y Hebrón, todas ellas en Cisjordania.
El siguiente archivo de audio recoge una charla que ofreció hace unas semanas en el Centro de Estudios de Oriente Próximo de la Universidad de California, en Los Ángeles (EE UU). En ella, Yehuda, además de hablar sobre el mencionado libro Our Harsh Logic…, cuenta su experiencia personal y explica la razón de ser de su organización:
La organización Breaking The Silence (rompiendo el silencio) es una de las ONG israelíes con mayor reconocimiento internacional. Fue creada hace nueve años en Jerusalén por veteranos del ejército israelí (IDF, por sus siglas en inglés), con el objetivo de… Leer
Un supuesto chico palestino en el punto de mira de un arma, en una imagen compartida en Instagram por un soldado israelí. Fuente: The Electronic Intifada.
No sabemos si la foto es real o es un montaje, ni, en el caso de que efectivamente sea auténtica, quién la hizo o dónde. Tampoco sabemos qué pasó después. Aparentemente, se trata de un francotirador militar israelí apuntando por la mira telescópica de su rifle a un chico palestino. Y el hecho de que haya sido un soldado de las Fuerzas Armadas israelíes quien la ha difundido a través de su cuenta de Instagram refuerza esa hipótesis. Más aún teniendo en cuenta que el soldado, Mor Ostrovski, de 20 años de edad, pertenece a una unidad de francotiradores. Sea como sea, se trata de una imagen lo suficientemente desagradable, cruel y, también, simbólica, como para haber disparado las críticas en las redes sociales desde que, hace un par de días, se hiciese eco de ella el portal The Electronic Intifada. Es cierto que ignoramos el contexto, pero el mensaje está muy claro.
La foto, subida al perfil de Ostrovski en el mes de enero, fue eliminada este mismo sábado, junto con la cuenta de Instagram que la albergaba. El Ejército israelí (IDF, por sus siglas en inglés) ha anunciado este lunes la apertura de una investigación. Ali Abunimah, fundador de The Electronic Intifada, describe la imagen como «de mal gusto y deshumanizadora. Refleja la idea de que los niños palestinos son objetivos».
Según publica el diario británico The Guardian, Ostrovski ha dicho al Ejército que no fue él quien hizo la fotografía. El soldado afirma que la subió a su perfil de Instagram tras encontrarla en Internet. Imaginamos que le hizo gracia. O quizá le pareció lo bastante significativa como para compartirla.
Al menos esta vez las autoridades militares parecen haber tomado cartas en el asunto, aunque solo sea en teoría (sería una auténtica sorpresa que la cosa fuese más allá de una amonestación), tal vez por el eco que la historia ha tenido en las redes sociales y, en general, en Internet, un medio en el que el Ejército Israelí está cada vez más volcado, en un intento de mejorar su imagen. «Las acciones de este soldado no concuerdan ni con el espíritu ni con los valores del IDF», han señalado en un comunicado las Fuerzas Armadas.
El incidente puede parecer una anécdota sin más importancia. A estas alturas todo el mundo sabe que Internet es una especie de universo infinito donde cabe lo mejor y también lo peor del ser humano. Y soldados descerebrados los hay en todos los ejércitos. Sin embargo, sí será importante ver a qué conduce la investigación del Ejército israelí, que alardea de ser «el más moral del mundo», y hasta qué punto se lo toma en serio o todo queda al final en un simple gesto para la galería.
«[La imagen] muestra exactamente lo que es la ocupación», indican en su página de Facebook representantes del movimiento Breaking the Silence (rompiendo el silencio), un grupo de combatientes veteranos del IDF que tratan de sensibilizar a la opinión pública sobre la situación en los territorios ocupados. «Muestra lo que es el control militar sobre una población civil», añaden.
Breaking the Silence señala asimismo que la foto es una prueba de que las cosas no han cambiado mucho en la década transcurrida desde que otra imagen similar fuese exhibida en la primera exposición pública que organizó este grupo, en 2003. Aquella otra foto, tomada también por un soldado israelí, en Hebrón, iba acompañada por un testimonio del propio militar en el que éste contaba que había hecho la fotografía con su propia cámara analógica, y que la había guardado como «recuerdo».
«Han pasado diez años. La tecnología y los medios de comunicación han cambiado. Pero el exagerado sentimiento de poder y el flagrante desdén por la vida y la dignidad humanas siguen iguales», concluye Breaking the Silence.
Un palestino, en el punto de mira de un soldado israelí, en Hebrón, en 2003. Foto: Breaking the Silence
No sabemos si la foto es real o es un montaje, ni, en el caso de que efectivamente sea auténtica, quién la hizo o dónde. Tampoco sabemos qué pasó después. Aparentemente, se trata de un francotirador militar israelí apuntando por… Leer
Después de ocho días de intensa violencia, Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza acordaron este miércoles detener sus ataques mutuos. El alto el fuego, que estuvo en el aire tras el atentado con bomba en un autobús de Tel Aviv perpetrado horas antes (21 heridos, dos de ellos, muy graves), fue negociado con la mediación de Egipto y de EE UU, y entró en vigor a las nueve de la noche (hora local). Excepto por algunos cohetes palestinos aislados, de momento ambas partes lo están respetando. Ambas partes, también, se han declarado vencedoras.
En líneas generales, los islamistas de Hamás (gobernantes en Gaza) han salido reforzados, aunque esto depende mucho de lo que pase en los próximos días; Benyamin Netanyahu (primer ministro israelí) ha obtenido algo de crédito electoral y ha frenado los ataques contra territorio israelí; y Mahmud Abás (presidente de la Autoridad Palestina) ha quedado ninguneado. Además, se ha abierto una endeble puerta a futuras negociaciones, Egipto ha recuperado protagonismo como actor en la región, Estados Unidos ha logrado salvar los muebles dejando claro que sigue apoyando a Israel incondicionalmente, el conflicto de fondo sigue igual de enquistado que siempre, y la población, sobre todo la de Gaza, ha sufrido enormemente.
Al dolor de los muertos y heridos hay que sumar el aumento de los sentimientos militaristas y del odio en los dos lados. La violencia y el radicalismo que llevan incubándose durante generaciones se ha reforzado más aún si cabe. Una de las fotos de este miércoles muestra a un niño palestino de apenas tres años sosteniendo una pistola, durante las celebraciones por el alto el fuego. No es la única:
Un niño sostiene un arma durante las celebraciones por el alto el fuego entre Israel y Hamás, en Ciudad de Gaza. Foto: David Degner / Getty Images
• La tregua. El acuerdo alcanzado tiene dos fases. En la primera, ambas partes se comprometen a no seguir disparando. En el caso de Israel, ello implica detener los bombardeos «por tierra, mar y aire», así como «los ataques a individuos». En el caso de las facciones palestinas (no solo Hamás), implica «poner fin a las hostilidades, incluido el lanzamiento de cohetes y los ataques fronterizos».
La segunda fase es más complicada y, en principio, se negociará a partir de que se hayan cumplido 24 horas sin ataques. El objetivo es alcanzar una tregua más permanente y, para ello, Israel y Hamás pondrán sobre la mesa sus exigencias: Los israelíes, el cese total de los ataques con cohetes y de la entrada de armamento a la Franja; Hamás, un alivio del bloqueo a personas y mercancías impuesto por Israel desde hace más de cinco años. La negociación sobre una eventual apertura de la frontera se hará con la mediación de Egipto. En Gaza lo celebran ya como el fin del embargo, pero probablemente los israelíes no lo interpreten así. Un acuerdo será muy difícil, si es que llega a alcanzarse.
• Las víctimas. La afirmación del ejército israelí de que iba a llevar a cabo «ataques quirúrgicos» era imposible de cumplir en una zona tan densamente poblada como Gaza, algo que, obviamente, conocen los mandos israelíes, pero ante lo que no se detuvieron. Los bombardeos del ejército israelí sobre la Franja han dejado un total de 162 palestinos muertos, entre ellos, unos 40 niños. La mayoría de los fallecidos son civiles. Los cohetes palestinos, por su parte, han matado a cinco israelíes (cuatro civiles y un soldado).
• Cómo empezó. La operación israelí Pilar de la Defensa comenzó el pasado miércoles con el «asesinato selectivo» del líder militar de Hamás Ahmed Yabari, que fue alcanzado por un misil israelí cuando circulaba en coche por las calles de Gaza. El fin de semana anterior habían muerto seis palestinos y resultado heridos ocho israelíes (la mayoría, atendidos por estado de shock) y 30 palestinos, en una espiral de violencia que se desató tras la ruptura de otro (frágil) alto el fuego anterior. Israel justificó los ataques contra Gaza que siguieron al asesinato de Yabari como respuesta a la oleada de cohetes lanzados por milicianos palestinos contra su territorio en los días previos.
• Los ataques. En estos ocho días, Israel ha lanzado sobre Gaza unos 1.500 bombardeos aéreos, marítimos y terrestres. Los grupos armados de la Franja han lanzado sobre Israel un número semejante de cohetes, muchos de los cuales fueron interceptados por el sistema antimisiles israelí Iron Dome («cúpula de acero», financiado con dinero estadounidense). Aparte de más de 900 plataformas de lanzamiento de cohetes (según fuentes militares israelíes) y de otras infraestructuras militares, el ejército israelí ha destruido edificios gubernamentales y sedes de Hamás, y ha causado graves daños a espacios urbanos, viviendas e inmuebles, incluyendo instalaciones utilizadas por la prensa. Pese a que Israel movilizó a unos 70.000 reservistas, y a que destacó tropas en la frontera, la invasión terrestre no ha llegado a producirse.
Audio: Bombas israelíes explosionando durante una intervención en directo del corresponsal de la BBC en Gaza
• Hamás. Aunque las dos partes se han declarado vencedoras tras el anuncio de la tregua, es en la calles de Gaza, no en las de Israel, donde ha habido celebraciones. Y eso, a pesar de que los periodos de alto el fuego benefician más a los israelíes, que dejan de recibir cohetes y pueden seguir con su vida normal, que a los habitantes de la Franja, cuya situación sigue siendo básicamente la misma: ocupados, encerrados, aglomerados, al borde de la miseria y gobernados por una organización que presenta un negro historial de respeto a los derechos humanos.
Una de las razones del júbilo en Gaza es que, a pesar de toda su fuerza militar, Israel no ha logrado vencer, y para Hamás, no perder es una victoria. Otra es que existe una esperanza, justificada o no, de que se pueda llegar a aliviar el bloqueo.
En cualquier caso, los islamistas radicales de Hamás, que gobiernan la Franja desde que ganaron las elecciones en 2006 (en solitario tras expulsar a Al Fatah en la guerra civil de un año después), pueden haber salido reforzados. La mayoría de los expertos coinciden en señalar que su imagen de ser la única resistencia contra Israel se ha apuntalado más aún tras este último ataque israelí.
El problema es que Israel (y también EE UU, la UE, Japón, Canadá o Australia) sigue considerando a Hamás una organización terrorista, y no reconoce la legitimidad de su gobierno. Y también que Hamás, por su parte, sigue sin reconocer oficialmente al Estado de Israel y apostando por la lucha armada. No parece un buen principio para negociar. Y si las negociaciones no avanzan, a Hamás se le empezará a acabar el crédito obtenido.
Para complicar más aún el escenario, muchos milicianos de Gaza no están controlados por Hamás. Buena parte de los cohetes, por ejemplo, son lanzados por miembros de Yihad Islámica, que recibe el armamento de Irán.
Jóvenes palestinos celebran el alto el fuego entre Hamás e Israel en las calles de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Foto: Said Khatib / AFP / Getty Images
• Israel. Al margen de la ventaja política que haya podido conseguir Netanyahu (en el sur de Israel, blanco de los cohetes de las milicias palestinas, viven cerca de un millón de votantes), Israel ha conseguido cumplir, en principio, sus objetivos directos: Ha mermado la infraestructura militar de Hamás, ha matado a milicianos palestinos y, sobre todo, ha logrado detener el lanzamiento de cohetes contra su territorio. El periodista Jordi Pérez Colomé explica así las alternativas que tenía antes y tiene ahora el Gobierno israelí:
Solo hay dos: una, arrasar Gaza. Aunque es el método que ha escogido el sirio Asad para su país, en Israel sería inimaginable. Dos, invadir Gaza. Las muertes de soldados israelíes y civiles palestinos harían la situación insostenible en pocos días. Ninguna alternativa sirve. Con los recursos que Netanyahu tenía, ha ganado; siempre que no vuelvan los cohetes en breve. Si vuelven, deberá optar por la invasión y si hay muchos muertos, colgarán la culpa a Hamás.
La crítica que se le hace a Israel es que esta situación no es ninguna solución. Habrá pronto otra guerra. Es verdad. Pero Israel no parece hoy dispuesto a jugar a nada más que a alargar la inestabilidad y esperar que otra generación encuentre un momento mejor para solventar la cuestión para siempre.
Por lo pronto, Israel ha anunciado ya este jueves que estudiará «una acción militar más severa» si fracasa la tregua.
• Mahmud Abás. El presidente de la Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania (la otra parte de los territorios palestinos ocupados), ha sido, quizá, el gran perdedor político tras esta semana. Su papel en la crisis ha sido poco menos que nulo, lo que puede hacerle perder apoyos si convoca elecciones, y su talante moderado (hace poco sugirió que renunciaba a exigir el derecho al retorno de los refugiados palestinos) no es, por otro lado, suficiente para Israel. No tiene muchas salidas, y su partido, Al Fatah, puede verse perjudicado.
• Egipto. El nuevo presidente egipcio, Mohamed Mursi, se encontraba en una difícil situación. Como islamista, y por sus propias declaraciones, se le presupone un apoyo a Hamás y una actitud más beligerante contra Israel, a diferencia de la mantenida por su antecesor, el despuesto Hosni Mubarak. Pero, a la vez, ello podría haber provocado una ruptura con EE UU, cuyo respaldo, aunque sea con reservas, necesita. Finalmente se ha plegado a las exigencias de Washington y ha presionado a Hamás para que acepte las condiciones del alto el fuego, pero, al mismo tiempo, ha logrado restablecer el papel de Egipto como un importante factor en el conflicto. Israel y Egipto firmaron la paz en 1979 y, de momento, la paz se mantiene.
• Estados Unidos. El Gobierno de Obama también ha conseguido salir airoso de la crisis, a pesar de que ha recibido críticas por los dos lados (por demasiado tibio en la defensa de Israel, desde las filas republicanas más conservadoras; por abandonar a los palestinos a su suerte, desde quienes le acusan de apoyar a Israel haga este país lo que haga). De nuevo, la lectura que hace Pérez Colomé en su blog:
Es una exageración, pero la impresión es que Hillary llegó el martes por la noche, puso firmes a unos y a otros, salió en El Cairo a decir que ya estaba todo arreglado y se volvió a Washington. Su altura en las hipotéticas presidenciales de 2016 será enorme.
Lo que ha quedado claro es que, a pesar de los desencuentros entre Obama y Netanyahu durante la campaña electoral estadounidense, el primer ministro israelí puede dormir tranquilo. El apoyo de Washington a Israel y a su «derecho a defenderse», sigue siendo total, y así lo expresó la Casa Blanca desde el primer día de los ataques contra Gaza.
• La causa palestina. El ataque israelí ha devuelto visibilidad a los palestinos, cuya situación había quedado muy en segundo plano desde el inicio de las revueltas de la llamada ‘primavera árabe’, y especialmente durante estos últimos meses, en los que otros asuntos en Oriente Medio —la guerra en Siria, el cambio político en Egipto, la tensión con Irán— han copado la atención internacional. Pero, a la vez, la operación Pilar de la Defensa puede suponer un auténtico torpedo contra la intención de Palestina de, ante el punto muerto en que se encuentran las negociaciones con Israel, intentar convertirse, al menos, en Estado observador no miembro de Naciones Unidas (un estatus parecido al del Vaticano). Los palestinos van a someter la iniciativa a la Asamblea General dentro de una semana. La inestabilidad y la violencia de estos días no va a ayudarles ante países indecisos que verán la propuesta como una forma de echar más leña al fuego en la región. Y para los aliados tradicionales de Israel, lo ocurrido no hace sino corroborar que el Estado judío sigue siendo vulnerable y sigue estando amenazado. El único aspecto positivo para los palestinos puede ser el aumento del apoyo que haya podido generar su condición de víctimas, evidenciada en la desigualdad del enfrentamiento y en el gran número de muertos heridos civiles causados por Israel.
Después de ocho días de intensa violencia, Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza acordaron este miércoles detener sus ataques mutuos. El alto el fuego, que estuvo en el aire tras el atentado con bomba en un… Leer
La cifra de palestinos muertos en Gaza en la operación israelí Pilar de la Defensa se elevó este jueves a 19. Al menos 11 de ellos son civiles, y varios, niños, incluyendo uno de ocho años, una de 11 y un bebé de 18 meses. Los heridos palestinos superan los 150. En Israel murieron tres civiles (dos mujeres y un varón) al impactar en su casa de Kiriat Malaji, a unos 30 kilómetros de Tel Aviv, uno de los alrededor de 270 proyectiles lanzados desde la Franja desde el miércoles. Los heridos israelíes son al menos 15.
Este jueves por la noche se han intensificado los ataques israelíes (hasta 130, según Hamás) sobre la Franja. Varios proyectiles han impactado en la misma Ciudad de Gaza en las primeras horas del viernes. Mientras, dos cohetes palestinos alcanzaron el área metropolitana de Tel Aviv, donde sonaron las sirenas de alarma por primera vez en más de 20 años (no lo hacían desde la Primera Guerra del Golfo), y cundió el pánico.
El primer ministro egipcio, Hisham Kandil, ha llegado este viernes a Gaza. Es la primera visita de un miembro del Gobierno de Egipto desde que Hamás controla la Franja, y supone un cambio radical con respecto a los tiempos de Hosni Mubarak. Israel aseguró que detendría los ataques mientras dure la visita.
Por primera vez, el Ejército israelí ha ‘retransmitido’ la ofensiva a través de las redes sociales, concretamente, en su cuenta oficial de Twitter. Evita así que sus comunicados pasen por el filtro de los periodistas. También ha ido publicando actualizaciones en su blog. En Twitter comparte vídeos (que también están en su cuenta de YouTube), propaganda y mensajes amenazantes dirigidos a Hamás, algo que, en teoría, está prohibido en las condiciones de uso de la red social. En Facebook publica fotos, y en Tumblr, el Ejército israelí ha mostrado, traducidos al inglés, los panfletos que ha lanzado sobre Gaza. En ellos se pide a los residentes que «por su propia seguridad, eviten su presencia en las proximidades de agentes e instalaciones de Hamás». Pero Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Las instalaciones policiales y otros centros oficiales están pegados a las casas. Los residentes no pueden salir de la Franja, ni por Israel, ni por Egipto. La advertencia es casi imposible de cumplir.
La confirmación oficial del asesinato del líder de Hamás Ahmed Yabari también la hizo el Ejercito israelí a través de su cuenta de Twitter: «Ahmed Jabari, eliminado».
Este jueves se ha sabido que Ahmed Yabari estaba negociando con el Gobierno israelí una tregua permanente cuando fue asesinado. Lo ha revelado el pacifista israelí Gersho Baskin, que medió en la liberación del soldado Gilad Shalit. Según ha relatado Baskin a Haaretz, horas antes de su muerte Yabari había recibido el borrador de un acuerdo permanente de tregua con Israel que incluía mecanismos para mantener el alto el fuego en caso de altercados entre Israel y las facciones palestinas en la Franja de Gaza.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, compareció frente a las cámaras de televisión y dijo, en inglés, que el Ejército de su país «seguirá emprendiendo cualquier acción necesaria para defender a su población», y que lo hará con lo que denominó «ataques quirúrgicos contra la infraestructura terrorista en Gaza».
Netanyahu tiene, de momento, el respaldo de EE UU. El Gobierno de Obama, a través del portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, denunció la violencia de Hamás y de otras milicias palestinas y aseguró que apoya el derecho de Israel a defenderse.
La posibilidad de que el conflicto se agudice, y de que Israel pase a una ofensiva terrestre es muy real. El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, autorizó este jueves la movilización de hasta 30.000 reservistas, y ya se empiezan a ver movimientos de tropas israelíes en la frontera.
La cifra de palestinos muertos en Gaza en la operación israelí Pilar de la Defensa se elevó este jueves a 19. Al menos 11 de ellos son civiles, y varios, niños, incluyendo uno de ocho años, una de 11 y… Leer
Columnas de fuego y humo en Gaza tras el ataque israelí de este miércoles. Foto: Hosam Salem / AFP / Getty Images
Al menos nueve palestinos (dos de ellos, niños) murieron este miércoles, y una decena resultaron heridos en una serie de bombardeos israelíes sobre Gaza. Entre los muertos se encuentra el líder del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari. Yabari, comandante de las denominadas Brigadas de Azedín Al-Kasem, circulaba en su vehículo por las calles de Ciudad de Gaza cuando fue alcanzado por un proyectil disparado desde un avión de combate israelí. El Ejército israelí no solo confirmó que el objetivo del «ataque selectivo» era Yabari, sino que publicó, además, un vídeo del asesinato:
También aseguró que el resto de los blancos fueron instalaciones de Hamás que «albergaban cohetes con un alcance superior a los 40 kilómetros».
Israel justifica los ataques como respuesta a los misiles lanzados por militantes de Hamás contra su territorio. Ha anunciado también que se trata tan solo del inicio de una operación más amplia, bautizada con el nombre de «Pilar de la Defensa». La agencia Efe informa de que, ante la posibilidad de que el número de víctimas aumente en las próximas horas, el Hospital Shifa, en Gaza, ha declarado la situación de emergencia.
El asesinato de Yabari y los ataques se producen poco después de que Israel y las milicias de la franja palestina acordaran, con la mediación de Egipto, un frágil alto el fuego de menos de 24 horas, tras una espiral de violencia durante el fin de semana en la que murieron seis palestinos y resultaron heridos 30 palestinos y ocho israelíes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que Israel ha enviado un «mensaje claro» a Hamás, al matar al jefe de sus operaciones militares. Hamás, por su parte, ha prometido una «respuesta masiva», y ha afirmado en un comunicado que el Estado israelí «ha abierto las puertas del infierno».
Las Brigadas de Azedín Al-Kasem reivindicaron cien lanzamientos de cohetes contra Israel, entre ellos uno contra Tel Aviv desmentido por el ejército israelí. Al menos 83 cohetes fueron disparados desde Gaza contra Israel. Según la policía, 27 fueron interceptados por el sistema antimisiles Iron Dome.
Las reacciones internacionales al ataque, calificado de «agresión brutal» por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, no se han hecho esperar. El presidente egipcio, Mohamed Mursi, llamó a consultas a su embajador en Israel y ordenó al canciller de su país que convoque al embajador israelí en El Cairo. El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una sesión de emergencia para la noche de este miércoles, a petición de Egipto, y la Liga Árabe anunció una reunión «urgente»… para el sábado.
Mientras, el Gobierno de EE UU asegura que «vigila de cerca» la evolución de la situación en Gaza, pero añade que se «solidariza» con Israel y su «derecho a defenderse contra el terrorismo». El presidente israelí, Simon Peres, llamó a Obama y le indicó que «Israel no está interesado en echar más leña al fuego, pero durante los últimos cinco días ha habido un disparo constante de misiles contra Israel y las madres y los niños no pueden dormir tranquilos por la noche».
Para este fin de semana hay convocadas en varias ciudades del mundo protestas contra el ataque israelí.
Estos nuevos ataques contra la Franja de Gaza presentan al menos tres aspectos que hay que tener en cuenta. Por un lado, se producen apenas dos semanas antes de que, el próximo 29 de noviembre, los palestinos pidan a la Asamblea General de la ONU que vote su reconocimiento como Estado observador, algo a lo que no va a ayudar la imagen de un Israel «amenazado» de nuevo por el «terrorismo» y obligado a «defenderse», que tan pocos problemas tiene en aceptar el Gobierno de EE UU.
Por otra parte, y como destaca el director del diario israelí Haaretz, Aluf Benn, ya solo faltan dos meses para que se celebren elecciones en Israel, y una operación militar suele rebajar el tono de las críticas de la oposición al Gobierno, al tiempo que permite al primer ministro y al ministro de Defensa acaparar la atención de los medios de comunicación. Así ha ocurrido, recuerda Benn, en los años 1955, 1961, 1981, 1996 y 2009.
El tercer aspecto importante, por último, es el efecto contraproducente que puede tener para Israel el asesinato del líder del brazo militar de Hamás. Según explica el propio Aluf Benn, Yabari, descrito a menudo en la prensa conservadora israelí como «architerrorista» o «nuestro Bin Laden», había sido «subcontratado» en los últimos cinco años por Israel para mantener la paz en la frontera. Benn detalla que, a cambio de mantener una calma que, de todos modos, nunca ha sido total, Israel «financiaba» a Hamás enviando camiones llenos de dinero a los bancos de Gaza. Yabari había sido también el mediador con Israel durante las negociaciones para la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, el pasado otoño. Israel tendrá que buscar ahora otro «subcontratista».
Ahmed Yabari, de Hamás (izquierda), escolta al soldado israelí Gilad Shalit (centro) en el lado egipcio de la frontera con Gaza, en Rafah, el 18 de octubre de 2011. Foto: AFP / Getty Images
El Instituto para el Entendimiento en Oriente Medio (IMEU, por sus siglas en inglés) ha elaborado una cronología de lo ocurrido en estos últimos días. Un resumen:
Jueves, 8 de noviembre. Después de dos semanas sin violencia, soldados israelíes penetran en Gaza. Se produce un intercambio de disparos con milicianos palestinos. Una bala israelí mata a un niño palestino de 12 años de edad. Poco después, militantes palestinos vuelan un túnel en la frontera entre Gaza e Israel, hiriendo a un soldado israelí.
Sábado, 10. Un misil antitanque disparado por militantes palestinos hiere a cuatro soldados israelíes que viajaban en un jeep a lo largo de la frontera. Un proyectil israelí cae sobre un campo de fútbol en Gaza y mata a dos adolescentes, de 16 y 17 años. Otro proyectil israelí cae más tarde sobre el lugar donde se celebraba el funeral, matando a otros dos civiles e hiriendo a decenas de personas.
Domingo, 11. Ataques israelíes dejan un civil palestino muerto y una decena de heridos. Cuatro civiles israelíes resultan también heridos por cohetes lanzados desde Gaza. El ministro israelí de Transportes, Yisrael Katz, exige al Gobierno que «corte la cabeza de la serpiente» y que «acabe con el liderazgo de Hamás en Gaza». También pide que se interrumpa el suministro de agua, comida, electricidad y combustible a la Franja.
Lunes, 12. Facciones palestinas se muestran favorables a respetar un alto el fuego si Israel detiene los ataques.
Miércoles, 14. Israel rompe dos días de tregua con el asesinato de Ahmed Yabari. Ocho palestinos, incluidos dos niños, mueren en ataques israelíes. Los grupos militantes palestinos prometen responder.
Por otra parte, este jueves se ha sabido que Ahmed Yabari estaba negociando con el Gobierno israelí una tregua permanente cuando fue asesinado. Lo ha revelado el pacifista israelí Gersho Baskin, que medió en la liberación del soldado Gilad Shalit. Según ha relatado Baskin a Haaretz, horas antes de su muerte Yabari había recibido el borrador de un acuerdo permanente de tregua con Israel que incluía mecanismos para mantener el alto el fuego en caso de altercados entre Israel y las facciones palestinas en la Franja de Gaza.
Con información de Reuters, AFP, Europa Press y Efe
Al menos nueve palestinos (dos de ellos, niños) murieron este miércoles, y una decena resultaron heridos en una serie de bombardeos israelíes sobre Gaza. Entre los muertos se encuentra el líder del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari. Yabari, comandante de las denominadas Brigadas de Azedín Al-Kasem, circulaba en su vehículo por las calles de Ciudad de Gaza cuando fue alcanzado por un proyectil disparado desde […]
Nabi Saleh, Cisjordania, el pasado 2 de noviembre. Durante una protesta contra la extensión de un asentamiento de colonos judíos, una niña palestina amenaza con el puño a un soldado israelí. El fotógrafo Majdi Mohammed, de la agencia Associated Press, capta el momento. La foto, con toda su evidente carga simbólica (el soldado armado hasta los dientes; la niña indefensa, desafiante) es destacada en muchos medios de comunicación. También en este blog.
No es la primera fotografía (ni será la última) que simboliza la desigual lucha entre palestinos e israelíes, entre ocupados y ocupantes. Las imágenes de adolescentes lanzando piedras a los tanques, por ejemplo, son ya un símbolo universal, tanto de la resistencia palestina como de la resistencia en general.
Pero no todos, obviamente, lo ven así. En Internet hay un buen número de páginas dedicadas a hacer un seguimiento exhaustivo de la información que ofrecen los medios sobre Israel. Son, por lo general, portales claramente pro israelíes, y la mayoría suelen tachar de «antisemitismo» cualquier crítica al Estado israelí, o cualquier información en la que, según su criterio, se tome partido por el pueblo palestino. Cif Watch, por ejemplo, se encarga de ‘controlar’ la sección de opinión Comment is free, del diario The Guardian.Revista de Medio Oriente hace lo propio con medios de comunicación en español.
No son portales, en mi opinión, caracterizados por su neutralidad. En el fondo, su trabajo es un modo de activismo, a menudo poco sutil. Pero a veces, sin embargo, pueden tener algo de razón.
Una de estas páginas, BBC Watch (dedicada a analizar y criticar las informaciones de la BBC, una cadena que, paradójicamente, también ha sido acusada de tener una tendencia pro israelí), ha denunciado la publicación de la foto de la niña y el soldado en la web de la cadena pública británica, asegurando que la imagen no es más que propaganda anti israelí.
BBC Watch indica que la niña en cuestión es hija del matrimonio formado por Bassem y Nariman Tamimi, dos activistas pro palestinos que trabajan en un proyecto de vídeo para la organización B’Tselem. B’Tselem documenta las violaciones de los derechos humanos en Cisjordania (antes también en la Franja de Gaza), y tiene como objetivo «luchar contra el fenómeno de la negación, frecuente entre el público israelí», y «ayudar a crear una cultura de derechos humanos en Israel».
Bassem Tamimi, el padre de la niña, fue condenado hace unos días por un tribunal israelí a cuatro meses de prisión, acusado de atacar a un policía durante una manifestación no autorizada, celebrada el mes pasado y que acabó con enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. En la protesta, los manifestantes pedían el boicot a los productos de un supermercado de un asentamiento de colonos judíos en Cisjordania. Aministía Internacional considera a Tamimi un preso de conciencia y ha exigido su liberación inmediata.
Según una información citada por BBC Watch, aunque sin contrastar, «activistas propalestinos pagan a niños para que provoquen a los soldados del ejército israelí». El siguiente vídeo muestra lo que ocurrió el mismo día en que se tomó la famosa fotografía:
De acuerdo con una transcripción realizada por Ynet, la niña le grita en árabe al soldado: «Eres un traidor. Sé que hablas árabe. Nuestros soldados son más fuertes que tú. Te voy a aplastar la cabeza». La niña parece ser consciente de que está siendo filmada. El soldado la escucha, sonríe, y se va. El incidente se repite después, de forma similar, con otros niños.
BBC Watch asegura también que tanto la niña como su prima figuran en «numerosos vídeos y carteles de propaganda», y que ambas han sido «felicitadas por su valentía» por el el Gobierno de la Autoridad Palestina. Como prueba, publican la siguiente foto, en la que las dos niñas aparecen junto al presidente palestino, Mahmud Abás:
Aparte del nivel de fiabilidad y de los intereses que puedan tener páginas claramente partisanas como BBC Watch (o como otras en el extremo contrario), sí parece justo poner en cuarentena la foto de la niña y el soldado. O, al menos, hacerse algunas preguntas: ¿Era una imagen preparada? ¿Es moralmente aceptable, si es que ocurrió así, la utilización de menores de edad en el activismo político? Muchos padres llevan a sus hijos pequeños a las manifestaciones, del mismo modo que les educan en sus propios valores e ideas. ¿Se trataría del mismo caso o no?
Dudar es sano, y escuchar, también. Y ni una cosa ni otra le quitan validez a la causa palestina. De hecho, la supuesta «fabricación» de imágenes con fines propagandísticos puede restar efectividad a muchas otras imágenes que sí son auténticas y significativas.
El citado portal Cif Watch tiene como lema una cita de C. P. Scott, el histórico editor de The Guardian, justo el periódico al que mira con lupa. Dice así: «Las voces de los oponentes tienen tanto derecho a ser escuchadas como las de los enemigos».
Nabi Saleh, Cisjordania, el pasado 2 de noviembre. Durante una protesta contra la extensión de un asentamiento de colonos judíos, una niña palestina amenaza con el puño a un soldado israelí. El fotógrafo Majdi Mohammed, de la agencia Associated Press,… Leer
«¿Cómo te sentías imaginando que matabas árabes?». «Me sentía feliz», responde la niña.
El diálogo aparece en este vídeo, realizado por Itamar Rose, un realizador israelí famoso por mostrar de forma satírica la realidad de su país, rompiendo tabúes a base de humor ácido y muy provocativo. El resultado, en este caso al menos, es demoledor.
Los niños a los que pregunta están visitando un museo del ejército, divirtiéndose entre tanques, ametralladoras y cañones. Quieren ser soldados, enfrentarse a los árabes. Vivir aventuras y manejar todas esas máquinas increíbles. Los árabes son el enemigo, el monstruo que acecha y que amenaza con destruirles.
Las culturas militaristas y ultranacionalistas son especialmente obscenas cuando sus víctimas son los más pequeños, los más permeables. Si el futuro pasa por educar para la paz, este futuro parece bastante negro.
«¿Cómo te sentías imaginando que matabas árabes?». «Me sentía feliz», responde la niña. El diálogo aparece en este vídeo, realizado por Itamar Rose, un realizador israelí famoso por mostrar de forma satírica la realidad de su país, rompiendo tabúes a… Leer
La ley permite a los soldados israelíes entrar en cualquier casa palestina, en cualquier momento, sin necesidad de autorización judicial u orden de registro. Los allanamientos se producen constantemente, a menudo en plena noche, y muchas veces sin que medie explicación alguna.
Hace unos meses, el pasado 16 de enero, se produjo una protesta palestina en Tel Rumeida, un vecindario de la ciudad cisjordana de Hebrón. Diaa al Hadad, un joven de 19 años que grababa en vídeo la manifestación para la organización B’Tselem (Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados) fue detenido y puesto en libertad tan solo unos minutos después. Esa misma noche, sin embargo, un grupo de soldados irrumpió en la casa de su familia.
Los militares registraron la vivienda e interrogaron a Diaa mientras le mantenían cara a la pared con los brazos en alto. El incidente fue grabado por el propio joven y por su padre, en un vídeo que acaba de publicar B’Tselem en su página web, el vídeo que encabeza esta entrada.
Los soldados, a quienes aparentemente les tenía sin cuidado que les estuviesen grabando, no se llevaron nada de la casa, no presentaron cargo alguno y no detuvieron a ningún miembro de la familia. Siete meses después, B’Tselem asegura que desconoce aún los motivos del registro. En un momento de la grabación se escucha a uno de los soldados decir: «Si sonríes, el mundo te sonreirá».
Actualización, 22/3/2014:
El vídeo fue convertido posteriormente en un cortometraje, que, con el título de Smile, and the World Will Smile Back, ha sido seleccionado por el prestigioso Festival de Cine Documental de Toronto, Hot Docs. El vídeo que encabeza esta entrada es un tráiler del corto (la versión original sin editar ya no es pública en YouTube).
La ley permite a los soldados israelíes entrar en cualquier casa palestina, en cualquier momento, sin necesidad de autorización judicial u orden de registro. Los allanamientos se producen constantemente, a menudo en plena noche, y muchas veces sin que medie… Leer
Se trataba de una movilización pacífica en apoyo de los cerca de 2.000 presos palestinos en cárceles israelíes que, hace dos semanas, iniciaron una huelga de hambre masiva, en protesta por los confinamientos aislados, los encarcelamientos sin cargos, la falta de acceso a programas educativos o a medios de comunicación, la restricción de visitas de familiares… La activista Rana Hamadeh se subió a un blindado israelí enarbolando una bandera palestina. Luego se bajó. La violenta y absolutamente desproporcionada respuesta de la policía puede verse en el vídeo sobre estas líneas.
Lo triste es que se trata del segundo caso de violencia por parte de las fuerzas de seguridad israelíes en apenas unas semanas. A mediados del pasado mes de abril, un oficial del ejército la emprendió a brutales golpes contra activistas propalestinos que, también de forma pacífica, habían bloqueado una carretera en Cisjordania.
Y lo triste es, también, que el dinero con que se paga a estos policías sale, en parte, del bolsillo de los muchos ciudadanos israelíes que abominan de la violencia y trabajan cada día por encontrar soluciones pacíficas y lugares de entendimiento mutuo.
Buscando en Google una frase al caso, encuentro una inmejorable de Antonio Fraguas (Forges): «La violencia es miedo a las ideas de los demás y poca fe en las propias».
(En Twitter, las reacciones al vídeo pueden seguirse en la etiqueta #Flagwoman).
Se trataba de una movilización pacífica en apoyo de los cerca de 2.000 presos palestinos en cárceles israelíes que, hace dos semanas, iniciaron una huelga de hambre masiva, en protesta por los confinamientos aislados, los encarcelamientos sin cargos, la falta… Leer
Ocurrió el pasado sábado, durante una marcha de ciclistas activistas internacionales y palestinos en el Valle del Jordán. Los manifestantes intentaban bloquear la carretera 90, una ruta que atraviesa Israel de norte a sur, pasando por la Cisjordania ocupada, pero sin llegar a entrar en el territorio controlado por la Autoridad Palestina. En un momento dado, y sin que aparentemente mediase provocación alguna, un oficial del Ejército israelí golpeó brutalmente con su rifle a uno de los activistas, un ciudadano danés. El vídeo del incidente (arriba) ha dado rápidamente la vuelta al mundo y, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones similares, ha sido mostrado repetidamente en las televisiones israelíes.
El oficial implicado, un teniente coronel que asegura que había sido golpeado previamente, ha sido relegado de su puesto y, en otro gesto poco habitual, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el incidente (el Gobierno danés le había pedido explicaciones).También el jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, se apresuró a lamentar los hechos.
Todas estas reacciones, sin embargo, no deberían ser noticia. Es lo mínimo que puede esperarse ante semejante acto de brutalidad (una brutalidad que, obviamente, no es patrimonio exclusivo del ejército israelí; no hace falta irse muy lejos), cometido, además, no por un soldado, sino por un oficial que ocupaba el segundo puesto en el mando de la brigada desplegada en esa zona, y perteneciente a un ejército al que le gusta presumir de su «alto carácter moral».
Son noticia porque son excepcionales. ¿Se reacciona solo cuando hay imágenes? ¿Solo cuando hay occidentales implicados? ¿Dónde están las disculpas por los golpes recibidos por tantos manifestantes pacíficos palestinos durante tantos años?
Ocurrió el pasado sábado, durante una marcha de ciclistas activistas internacionales y palestinos en el Valle del Jordán. Los manifestantes intentaban bloquear la carretera 90, una ruta que atraviesa Israel de norte a sur, pasando por la Cisjordania ocupada, pero… Leer