Erbil, un nuevo Patrimonio de la Humanidad para un Irak que se hace trizas

22/6/2014 | Miguel Máiquez
Ciudadela de Erbil, en Irak. Foto: Jan Kurdistani / Wikimedia Commons

Podría haber sido una gran noticia para Irak, pero, desgraciadamente, el país no está para celebraciones. La Unesco anunció este sábado la incorporación de la Ciudadela de Erbil, en la capital del Kurdistán iraquí, a su lista de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Es el cuarto lugar de Irak que logra ingresar en ese selecto club, al que pertenecen ya Hatra, al suroeste de Mosul, y Ashur y Samarra, en la provincia de Saladino. Es, también, el único de los cuatro que no se encuentra actualmente en una zona controlada por los insurgentes yihadistas del EIIL (Estado Islámico de Irak y el Levante, o ISIS, por sus siglas en inglés), quienes han destruido ya parte del legado cultural de Mosul, en un área donde están, entre otras joyas históricas, las ruinas de Nínive, la capital de la antigua Asiria.

La decisión de la Unesco de otorgar una especial protección a la Ciudadela de Erbil parece reflejar la gran preocupación existente en este organismo de la ONU por el futuro de los monumentos iraquíes. No es una preocupación infundada. En su interpretación extrema del islam suní, los salafistas presentes en las filas del EIIL y de otros grupos semejantes consideran la veneración de estatuas y tumbas como idolatría, y no dudan en destruirlas, como han hecho ya en varios lugares de Siria.

Testimonios recogidos hace unos días por la agencia Reuters señalaban que, tras la toma de Mosul por parte del EIIL, sus milicianos destruyeron estatuas de poetas y parte del santuario del historiador y filósofo del s. XII Ibn Tahir. En un llamamiento realizado poco después de la entrada de los yihadistas en la ciudad, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, pidió «a todos los iraquíes» que «se muestren unidos en la protección del patrimonio cultural del país», ya que «representa un testimonio único de humanidad, de los orígenes de nuestra civilización y de la coexistencia interétnica e interreligiosa».

Erbil, sede del gobierno regional kurdo y la tercera ciudad más grande de Irak, después de Bagdad y de la propia Mosul, está, de momento, fuera del alcance del EIIL, pero la distancia que la separa de esta última es de tan solo 80 kilómetros.

Por ahora, la capital kurdo-iraquí sigue siendo considerada un lugar seguro y, de hecho, se ha convertido en uno de los principales destinos de los refugiados que huyen del avance de los yihadistas. La población, sin embargo, es consciente del peligro, algo que se ha reflejado estos días en las largas colas que se formaban en las gasolineras mientras el ejército iraquí combatía a los rebeldes en la estratégica refinería de Baiji, cuyo control retomaron finalmente las fuerzas gubernamentales.

La Ciudadela de Erbil es un asentamiento fortificado construido en la cima de un imponente tell (un montículo creado por las distintas generaciones que lo fueron reconstruyendo en el mismo lugar). En su descripción del sitio, la Unesco señala que los muros ininterrumpidos de fachadas y viviendas del siglo XIX «continúan dando la impresión visual de una fortaleza inexpugnable que domina la ciudad». El peculiar trazado de sus calles, en forma de abanico, data de la fase otomana tardía de Erbil, emplazamiento que tiene su origen en la antigua Arbela, un importante centro político y religioso asirio. Los descubrimientos y las excavaciones arqueológicas realizadas sugieren que la colina oculta estratos y vestigios todavía más antiguos.

(Junto con la Ciudadela de Erbil, la Unesco ha declarado también Patrimonio de la Humanidad otros seis lugares: la Puerta de La Meca, en el centro histórico de Yeda (Arabia Saudí); la antigua fábrica manufacturera de Tomioka, en Japón; la factoría Van Nelle, en Holanda; el sistema vial andino conocido como Camino del Inca, o Qhapac Ñan (en Perú, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador); la antigua ciudad maya y los bosques tropicales protegidos de Calakmul, en Campeche (México), y la parte carolingia de la abadía de Corvey, en Alemania.)


Más información y fuentes:
» Sites in Iraq, Japan, the Netherlands and Saudi Arabia inscribed on World Heritage List (Unesco)
» Militants destroy philosopher’s tomb, poets’ statues in Iraq (Reuters)
» The Director-General of UNESCO Irina Bokova calls on Iraqis to stand united around their cultural heritage (Unesco)
» Los extremistas destruyen el legado cultural de Mosul (El País)
» If Erbil’s so safe, why is everyone at the gas station? (Global Post)

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» La explosión yihadista dinamita Irak y emborrona aún más el frágil mapa de Oriente Medio