Autoconstituidos ya oficialmente en «califato» (con pasaporte incluido), los milicianos del ahora llamado Estado Islámico (antes, EIIL –Estado Islámico de Irak y el Levante–) han comenzado su anunciada destrucción de mezquitas sufíes y chiíes en Mosul, la ciudad iraquí que controlan desde que se inició su espectacular ofensiva a mediados de junio. Según informan fuentes del aparato de seguridad iraquí, los fanáticos, extremistas de la rama suní del islam, también habrían sustituido las cruces de decenas de iglesias cristianas por la bandera negra yihadista.
Al igual que han ido haciendo hasta ahora con otras fotos propagandísticas, como las de las terribles ejecuciones sumarias de grupos de soldados iraquíes, las imágenes de las demoliciones (entre ellas, las que acompañan esta entrada) han sido publicadas esta semana por los propios yihadistas a través de las redes sociales en Internet. Bajo el epígrafe «Demolición de santuarios e ídolos en el wali [provincia] de Nínive», las fotos muestran que las destrucciones se llevan a cabo con grandes cantidades de explosivos e incluso a golpes de excavadora.
Poco después de entrar en Mosul, los milicianos del entonces EIIL ya recordaron que su postura sobre los santuarios, tumbas y sitios de culto en general «es conocida», es decir, que serían destruidos. En su interpretación radical del islam, los salafistas presentes en las filas de este grupo llevan a rajatabla el precepto religioso que considera la veneración de este tipo de lugares como idolatría, y no dudan en acabar con ellos, como han hecho ya en varias zonas de Siria.
El califa
Y, mientras, el autoproclamado «califa del Estado Islámico», Abu Bakr al Bagdadi, realizó esta semana su primera aparición pública (solo se conocían un par de fotografías suyas, una de ellas difundida hace algún tiempo por el Gobieno iraquí), y lo hizo durante la oración del viernes, el día sagrado musulmán, en la Gran Mezquita de Mosul.
El hasta ahora esquivo e ‘invisible’ jefe yihadista, rebautizado como Califa Ibrahim, aparece en un vídeo, cuya autenticidad no ha sido contrastada por fuentes independientes, subido a un púlpito y dirigiendo la oración. En su sermón, el líder del Estado Islámico insta a todos los musulmanes a sumarse al califato para «colmar sus aspiraciones de dignidad, poder, derechos y liderazgo». «Aunque no soy el mejor de entre vosotros, yo soy el wali (líder) que os preside, así que si tengo razón, ayudadme. Si veis que estoy equivocado, aconsejadme y devolvedme al camino correcto. Y obedecedme mientras yo obedezca a Dios», dice.
El vídeo con el discurso completo de Al Bagdadi, transcrito y traducido al inglés, puede verse aquí.
Para el periodista Jordi Pérez Colomé, el califato, proclamado por los yihadistas el pasado domingo, es «la mayor novedad yihadista desde el 11-S»:
El nuevo califato es importante por tres motivos: uno, es un polo de atracción para yihadistas de todo el mundo. Si alguien quiere unirse a la guerra santa, solo debe llegar a la frontera turca con Siria. Allí empezará su vida de hombre nuevo. Dos, controlar territorio es un modo de asegurarse ingresos gracias a impuestos y venta de recursos. Tres, es un santuario seguro para preparar ataques.
[…] Estado Islámico fue hace unos años Al Qaeda en Irak, pero desde febrero se desvinculó del grupo que dirigía Osama bin Laden. La competencia por ser el primer grupo yihadista es importante para conseguir más reclutas y recursos: unos intentan atacar el gran poder americano; otros quieren un riguroso Estado islámico.
El califato es «el mayor desarrollo en el yihadismo internacional desde el 11-S», dice Charles Lister, de la [Institución] Brookings Institution. Marca una nueva época: ni en Yemen, ni en Somalia ni en Mali se unieron todas estas carracterísticas. Falta ahora por ver su capacidad de éxito.
Sobre el terreno, el principal escenario de los combates entre los yihadistas y las fuerzas gubernamentales iraquíes es ahora la ciudad de Tikrit, prácticamente abandonada ya por la población, de mayoría suní.
La web del New York Times incluye un espectacular mapa interactivo en el que puede seguirse la evolución del conflicto. El siguiente mapa, del mismo diario, recoge las ciudades controladas por el Estado Islámico y las que continúan en disputa. Está actualizado al 1 de julio.
Más información y fuentes:
» Los yihadistas destruyen mezquitas sufíes y chiíes y asaltan iglesias de Mosul (Europa Press)
»Abu Bakr al-Baghdadi, the jihadist ‘caliph’ (AFP)
» El vídeo del nuevo «califa» de Irak, un signo del poder creciente del Estado Islámico (AFP)
» Abu Bakr al-Baghdadi emerges from shadows to rally Islamist followers (Martin Chulov, en The Guardian)
» Por qué el califato es la mayor novedad yihadista desde el 11-S (Jordi Pérez Colomé, en World Wide Blog)
» The Islamic State Restores the Caliphate (pietervanostaeyen)
» The caliphate illusion: «Restoring» what never was (Khaled Diab, en The Chronikler)
» Jihadist thinker says Islamic caliphate will cause Islamist infighting (Reuters)
» Muslim leaders reject Baghdadi’s caliphate (Al Jazeera)
» El Estado Islámico emite un pasaporte oficial del Califato (Europa Press)
» A Rogue State Along Two Rivers (The New York Times)
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