Gaza se quedó a mediodía de este miércoles sin energía eléctrica debido a la falta de combustible, como consecuencia del bloqueo total impuesto por Israel tras el ataque sin precedentes llevado a cabo por Hamás en territorio israelí el pasado sábado. En la Franja son ya al menos 1.100 los muertos y más de 5.300 los heridos, según las autoridades palestinas; en Israel, el número total de muertos por los ataques de Hamás asciende a 1.200, y el de heridos, a más de 3.000.
El ejército israelí ha desplegado 300.000 soldados en la frontera con Gaza, en lo que se interpreta como la preparación para una incursión terrestre, mientras continúa bombardeando incesantemente el enclave palestino, con unos 200 objetivos alcanzados solo en la madrugada de este miércoles.
La situación en Gaza es cada vez más dramática. «La comida se está acabando», advirtió este miércoles el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU: «Se van a agotar muy pronto los suministros de alimento y necesidades básicas si no se garantiza el reparto de la ayuda humanitaria a la población», indicó el organismo.
En Israel, cuyo territorio sigue siendo alcanzado por cohetes palestinos que logran esquivar el sistema de defensa, este miércoles se conocieron más detalles de otra brutal masacre de decenas de personas perpetrada por los milicianos de Hamás, esta vez en el kibutz Kfar Aza, cerca de Gazael.
La matanza en ese kibutz, una de las comunidades agrícolas israelíes situadas a lo largo de la frontera con Gaza, se habría producido el sábado por la nañana, durante las incursiones de Hamás, pero los combates continuaron hasta este martes, cuando se empezaron a recuperar cadáveres.
Distintos medios y usuarios de redes sociales se hicieron eco de la supuesta información de una periodista israelí sobre el hallazgo de 40 bebés decapitados por Hamás en el kibutz, pero, tras viralizarse la afirmación, y según ha verificado la agencia Efe, el Ejército israelí corroboró que no tienen confirmación de tales hechos y la periodista reveló que se basó únicamente en el relato de algunos soldados.
Con respecto a los rehenes secuestrados por Hamás (entre 100 y 150 personas), el portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Lior Haiat, aseguró este miércoles que «no es el momento de negociar. Todavía estamos en guerra. Estamos contando nuestros cuerpos. Seguimos luchando contra los terroristas en nuestro territorio». El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió la «liberación inmediata» de todos los rehenes israelíes retenidos por Hamás en Gaza e hizo un nuevo llamamiento a las partes para evitar «una mayor escalada» del conflicto.
Mientras, el aumento de incidentes en la frontera con Líbano amenaza con abrir un nuevo frente para el ejército israelí, que ha reforzado la vigilancia en el norte ante el riesgo de una ofensiva de Hizbulá. Este miércoles, Israel ordenó a sus ciudadanos de las zonas del norte refugiarse hasta nuevo aviso ante la sospecha de una infiltración del espacio aéreo desde Líbano. Las sirenas se activaron en la zona de los altos del Golán, en el norte de Israel y fronteriza con Líbano y Siria, y pusieron en alertas a zonas de Israel como Safed o Tiberías.
Gobierno de unidad nacional
En el apartado político, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, logró cerrar este miércoles con el dirigente opositor Benny Gantz un Gobierno de unidad nacional, del que, sin embargo, se ha negado a formar parte el líder de la oposición, el ex primer ministro liberal Yair Lapid, mientras la coalición incluya a los partidos de la extrema derecha. Dos exjefes de las Fuerzas Armadas pertenecientes a partidos de la oposición sí se han sumado al Gabinete de guerra.
El presidente de EE UU, Joe Biden, insistió este martes en su apoyo incondicional a Israel y a las acciones emprendidas por el Gobierno israelí: «Estamos al lado de Israel ante unos ataques que recuerdan a los peores momentos de Estado Islámico», dijo, añadiendo que Washington se asegurará de que Israel tiene todo lo necesario para defenderse» y mantendrá su apoyo «el tiempo que haga falta».
También el martes, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, pidió redoblar la ayuda a la Franja de Gaza, que Israel no bloquee la entrada de alimentos y agua, y que abra corredores humanitarios y permita la salida de civiles del enclave.
El Alto Representante de la UE para Politica Exterior dijo que «Israel tiene derecho a defenderse, pero tiene que ejercer ese derecho de acuerdo al derecho humanitario internacional, y algunas decisiones van en contra del derecho internacional». Borrell no dudó en tachar de «ataque bárbaro» las acciones de Hamas, pero insistió en que toda defensa que ejerza Israel tiene que seguir el derecho humanitario y señaló que «en algunos casos no sucede así».
Con información de Efe, Europa Press, Reuters, AP, El País, RTVE y BBC, entre otros medios.
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