La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este martes una resolución que pide un «alto el fuego inmediato» en la Franja de Gaza. Han votado a favor 153 países, mientras que 23 se han abstenido y 10 (Israel, Estados Unidos, Guatemala, República Checa, Austria, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea y Paraguay) han votado en contra. La resolución no es vinculante, pero ha recibido un apoyo mayor que la adoptada en octubre.
Entre los países que, desde la última votación, han pasado de la abstención a votar a favor se encuentran Australia, Japón y Canadá. También han cambiado su voto Hungría (de en contra a abstención) y Argentina (de a favor a abstención).
El texto aprobado «reitera su exigencia de que todas las partes cumplan sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional» con respecto a la protección de los civiles, y exige asimismo «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes».
Esta votación ha tenido lugar después de que Estados Unidos vetara, el pasado día 8, una resolución presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU para exigir igualmente un alto el fuego humanitario en Gaza, y de que el secretario general del organismo, António Guterres, invocara el Artículo 99 de la Carta de la ONU instando a la organización a «presionar» para evitar una catástrofe humanitaria.
Desde el comienzo de la guerra, iniciada tras los ataques de Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre, que dejaron alrededor de 1.400 muertos, Israel ha desplazado de sus hogares de manera forzosa a más de 1,8 millones de gazatíes, principalmente de las zonas del norte de la Franja. Es el mayor desplazamiento forzoso de palestinos desde 1948.
El número de muertos en Gaza como consecuencia de los ataques israelíes se acerca ya, según las autoridades de la Franja, a los 18.000, más de 7.800 de ellos, menores de edad.
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