El diario Le Monde publica este miércoles una interesante entrevista de Hélène Sallon a Jean-François Legrain, historiador del Instituto de Investigaciones y Estudios sobre el Mundo Árabe y Musulmán, en la que este experto ofrece algunas claves sobre el último ataque israelí contra Gaza (ya hay cerca de 40 muertos), y sobre la situación en que se encuentra el grupo islámico Hamás, que gobierna la franja desde 2006. Estos son algunos extractos, traducidos del original en francés:
Sobre los ataques con cohetes contra territorio israelí:
Yo no creo que los mandos [de Hamás] ordenaran el secuestro de los tres jóvenes israelíes en Cisjordania. De hecho, han desmentido esta versión israelí. Durante las tres semanas que pasaron desde que se produjo el secuestro hasta que se encontraron los cadáveres, el ejército israelí golpeó la estructura de Hamás en Cisjordania, y en este periodo no hubo más que unos pocos lanzamientos (no reivindicados) de cohetes desde Gaza. Hamás no quería subir su apuesta. Pero, al final, consideró que no podía dejar sin respuesta los ataques israelíes.
La eliminación de siete combatientes del movimiento en un ataque israelí realizado con drones en la franja de Gaza, el 7 de julio, fue interpretada como un acto de agresión que rompía el alto el fuego negociado con Israel, con la mediación egipcia, en noviembre de 2012. El compromiso adoptado establecía que ninguna de las partes se implicaría en una operación militar contra la otra. Hamás y su rama militar, las brigadas Ezzedine Al-Qassam, entendieron entonces que debían responder. Y lo han hecho en la tradición de las prácticas de la segunda intifada (2002-2005), cuando, tras un asesinato teledirigido o un bombardeo mortal, Hamás respondía con un atentado suicida. Por otra parte, al reivindicar los lanzamientos de cohetes, Hamás se está asociando al alcance que tienen otras organizaciones islamistas, o incluso nacionalistas y miembros de la OLP, como las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, de Al Fatah, o el Frente Popular y Democrático de Liberación de Palestina, grupos que también lanzan cohetes.
Sobre la división interna en Hamás:
Hasta donde podemos saber, no existe división con respecto a lo que está ocurriendo ahora mismo, a pesar de que se mantiene una negociación interna entre las diversas tendencias del grupo. Hubo fuertes divergencias ante el acuerdo de reconciliación firmado en abril con Al Fatah, el partido del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, pero ahora mismo hay consenso sobre cómo operar y sobre la necesidad de responder ante ciertos niveles de violencia. La evolución de esta respuesta dependerá de la política que adopte Israel.
Sobre la relación de Hamás con otros movimientos en Gaza:
Yihad Islámica es un factor muy importante. En 2012, este grupo lanzó tantos cohetes como Hamás, o incluso más. No está sujeto a Hamás, pero, dentro de su propia lógica, comparte compromisos con ella. Se trata de un movimiento próximo a Irán, aunque, en el marco de las negociaciones actuales con Estados Unidos sobre su programa nuclear, Irán no tiene ningún interés en implicarse y jugar la carta de la violencia.
Existe una especie de competencia militar entre los dos movimientos, pero no la hay en el resto de las cuestiones. Sí es cierto que Yihad siempre ha rechazado formar parte del proceso de Oslo, y que, a diferencia de Hamás, tampoco ha participado en las elecciones de la Autoridad Palestina. En realidad, Yihad nunca se ha visto a sí misma como una gran red de asociaciones, sino como un movimiento de vanguardia, formado por pequeños grupos. Es necesario subrayar asimismo que las organizaciones nacionalistas, incluyendo algunas que reivindican su pertenencia a Al Fatah, también están participando en los lanzamientos de cohetes.
Sobre la posibilidad de una tercera intifida:
No lo creo. No hubo levantamiento en diciembre de 2008 (operación Plomo fundido) ni en noviembre de 2012 (operación Pilar de la defensa). Los enfrentamientos recientes han estado muy limitados geográficamente, y en el resto de los territorios ha habido muy poca movilización. Desde este punto de vista, la suerte de la franja de Gaza parece muy desconectada del resto de Palestina, incluyendo a la opinión pública, cada vez más prisionera de sus localismos.
Sobre lo que hará Hamás ahora:
No es muy probable que Hamás modere su tono. Es verdad que hay algo de farol en sus amenazas, pero aún tiene la capacidad de asestar golpes, como lo ha demostrado con sus lanzamientos contra Tel Aviv o Jerusalén. Sin embargo, ¿posee realmente misiles sofisticados capaces de acertar con precisión un blanco lejano? Aseguran que sí desde hace varios años, pero nunca los han usado […].
Hamás no puede permitirse ceder ante Israel, más aún cuando parece que tiene el apoyo de la población y de otros movimientos. El nivel de violencia infligido por Israel y la importancia que da la población a la cuestión de los prisioneros palestinos, de los que Hamás se ha constituido siempre en portavoz, fomentan este apoyo, a pesar del precio que se paga.
Sobre la reacción internacional:
[…] Una vez más, estamos observando una ausencia total de intervención exterior, que sería el único modo de detener esta espiral. Los estadounidenses y los europeos se limitan a hacer simples declaraciones. Y, a diferencia de sus predecesores Hosni Mubarak y Mohamed Mursi, el nuevo presidente de Egipto, el mariscal Abdul Fatah al Sisi, parece haber decidido ganar tiempo y no implicarse. Los rumores sobre su posible mediación han sido desmentidos desde el lado palestino. Y el presidente Mahmud Abás no puede hacer nada, si es que realmente quiere hacer algo. No tiene ninguna capacidad de maniobra. Es una de las viejas contradicciones de la política israelí: deslegitima a la Autoridad Palestina al mismo tiempo que la necesita de un modo imperativo.
Fuente: « Le Hamas ne cédera pas face à Israël » (Le Monde)
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Actualización
El ejército israelí ha atacado cerca de 400 objetivos desde el inicio de su actual ofensiva sobre la franja de Gaza, según informa este miércoles el diario Haaretz. En las operaciones han muerto al menos 38 personas, incluidos 30 civiles, de los que seis eran niños, según fuentes de los servicios de emergencia palestinos citadas por la agencia Reuters. Unas 230 personas han resultado heridas.
Mientras, los cohetes lanzados por milicianos palestinos desde Gaza ha alcanzado Zikron Yaakov, una localidad a 115 kilómetros de la franja. Tel Aviv también ha sido objeto de un ataque este miércoles, con al menos cinco cohetes M75.
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